En las oposiciones nadie es perfecto.

En las oposiciones nadie es perfecto.

En el mundo de las oposiciones, es muy conveniente mantener la calma. Yo recuerdo cuando empecé a estudiar las oposiciones. Pensaba que todos iban a ser mejores que yo. ¿Cómo iba a enfrentarme a un examen de comentario filológico si no había hecho nada más que una práctica parecida en toda la carrera? ¿Cómo iba a hacer un comentario lingüístico si no había hecho nada más que tres en toda la carrera? ¿Cómo iba a hacer un comentario literario si no había hecho ninguno en toda la carrera? Es lamentable que un licenciado en Filología Hispánica pueda graduarse sin haber hecho un solo comentario literario, pero así era (y así es) en España. Increíble y lamentable, pero cierto. Esa es la universidad española.

En fin, no quiero tampoco desviarme de mi objetivo hoy. Lo cierto es que todo eran temores, dudas e inseguridades. Pero había que salir a navegar, aunque hubiera tormenta. No quedaba otra.

Y salimos. Y en las primeras oposiciones me di cuenta de que no había nadie perfecto. Eso es muy importante tenerlo claro. Creo que es la lección sobre las oposiciones que más moral da a los aspirantes a obtener plaza. Competimos contra personas como nosotros, no contra máquinas. De hecho, si son personas qeu saben hacer perfectamente todas las disciplinas que componen la oposición, o están muy desorientados o no están compitiendo con nosotros sino por una plaza universitaria. Es muy importante tener esto claro. Para ganar la plaza no hay que ser Dámaso Alonso. Basta con ser mejor que el rival para el tribunal. Y los rivales tampoco han hecho cincuenta mil comentarios. Así que, ante todo, mucha calma.

En segundo lugar, es fundamental ser muy objetivo al autoevaluarnos. ¿Cuáles son nuestras virtudes? ¿La memorización de temas? ¿la expresión? ¿el comentario? Y también ¿cuáles son nuestros puntos de mejora? ¿la ortografía? ¿la limpieza del ejercicio? ¿las lecturas?

La oposición actual se basa en tres pilares: el estudio de los temas (que exige memorización), la encerrona (que exige expresión oral, capacidad de planificación, sentido común y creatividad) y el comentario (quizá la prueba más difícil pues exige haber leído mucho, tener capacidad de relación, comprensión lectora y competencia literaria, conocimienatos gramaticales, retóricos, etc).  Como vemos son muchas cosas. Y no hay nadie perfecto en todo.

Lo que hay que hacer es partir de varias ideas básicas que vamos a sintetizar aquí:

1- Keep calm and carry on. Ser consciente de que la oposición es una carrera de fondo. De nada sirve agobiarse. Yo tardé seis años en obtener la plaza.

2- Divide y vencerás: Es muy conveniente hacerse un listado de todas las habilidades necesarias para obtener la plaza-

3- Autoevaluarse: Una vez hecha la lista anterior, es buena idea autoevaluarse preguntándose que tal estamos en cada una de las facetas antedichas.

4- Hacer un plan de trabajo. Se trata de mejorar en las facetas más débiles sin descuidar nuestros puntos fuertes.

5- Perseverar hasta el final. Hay muchos momentos duros en la oposición. Muchos. Todos lo sabemos. Y quien resiste, vence. El mundo es de los resistentes. No agobiarse y no tirar la toalla es fundamental para alcanzar la meta. Esto es un maratón que pone en tensión nuestra resistencia y nuestra capacidad de sufrimiento, no una carrera de cien metros.

En todo este proceso, nosotros en opolengua.com te podemos ayudar, claro que sí. Nosotros detectamos tus debilidades y te damos ideas para mejorar tus puntos débiles. Pero recuerda que es tu corazón y tu espíritu quien te llevará a puerto.

Porque al final, de lo que se trata es de navegar, crecer, enfrentarse a los retos de la vida e intentar disfrutar de la travesía.