¿Hay algo bueno en las academias de oposiciones?

¿Hay algo bueno en las academias de oposiciones?

Hace ya un par de semanas que hemos comenzado en www.opolengua.com con una serie sobre cómo preparar las oposiciones de Lengua. Intentamos ofrecer vías diferentes de forma que cada persona pueda ver cuál es la que mejor encaja en sus necesidades y posibilidades. Ya hace dos semanas hicimos un decálogo de las necesidades del opositor y la semana anterior vimos cómo conseguir y gestionar ayuda gratuita. Hoy, en relación con esto tratamos un tema importante. Las academias.

¿Qué podemos encontrar de bueno en las academias tradicionales de oposiciones?

Muchos opositores optan por acudir a academias donde reciben un temario y unas clases semanales. Esto tiene muchos efectos positivos. Generalmente, ayuda a estas personas a focalizar su tiempo y les obliga a estudiar, porque se ven presionadas por el hecho de estar en un grupo, pagar una cuota mensual y tener que asistir con regularidad a las clases. Las academias nos obligan a organizar nuestra vida incluyendo en nuestras rutinas el estudio de las oposiciones y la asistencia a clase. Desempeñan además un papel en lo psicológico como una terapia de grupo, pues se toma contacto con otras personas en la misma situación y el flujo de información entre todos puede ser muy útil. Muchas de estas academias tienen preparadores que llevan un cierto tiempo preparando opositores (algunos de ellos llevan décadas) y que saben explicar muy bien los aspectos de la oposición de los que se encargan.

¿Qué puede haber de negativo en las academias?

Los elementos más negativos de las academias, en mi opinión, son sus temarios, que suelen ser muy largos y basados en el “copia y pega” y, por otro lado, que el trato suele ser menos personalizado que el de un amigo o un preparador, pues es común que los grupos sean numerosos y además, es también común que los preparadores de las academias sean más reacios a tener trato personal con el opositor o brindarle su correo o teléfono personal para resolverles dudas o corregirles tareas fuera de las clases.

Esto tiene una explicación económica. Es común que un preparador de academia cobre cada mes entre 600 € y 1000 € con los que complementa su salario como funcionario. Por este dinero, es raro que haga extras (además de impartir sus clases en la academia) como corregir individualizadamente las tareas de los opositores. Hay preparadores de academia que lo hacen, pero no todos ni creo que la mayoría. Los bajos salarios explican que muchos preparadores de academia dejen su actividad tras unos años o pasen a independizarse de las mismas. Imaginad, por tanto, el enorme negocio que hacen las academias. Yo mismo preparé en una academia durante tan solo tres meses, cobrando 375 € al mes por dieciocho horas de clase. Cada opositor pagaba a la academia 125 € mensuales (hablo de hace muchos años y todavía la cifra era en pesetas).

Hay que fijarse en el preparador de oposiciones de la academia

Yo diría, por tanto, que no hay buenas y malas academias; sino que una academia es buena o es mala en función de cómo sea su preparador. La academia es simplemente un punto de encuentro entre el opositor que busca preparador y el preparador que busca opositores, pero no garantiza mucho más. Así pues, si estás buscando academia, mi consejo es que te informes detalladamente acerca del preparador o preparadores que te ayudarán y cómo lo harán.

Y nada más por hoy. La semana que viene seguiremos con la serie. Saludos y ánimo para el estudio de las oposiciones.