¿Qué ocurrirá con las oposiciones durante la etapa Sánchez?

¿Qué ocurrirá con las oposiciones durante la etapa Sánchez?

A pesar de que las oposiciones ya están aquí, hoy debemos hacer un comentario sobre la nueva situación política generada por la moción de censura de la semana pasada. Lógicamente, y como decimos otras veces, no tenemos una bola de cristal; pero sí sentido común y una larga experiencia en las oposiciones, desde la que nos parece oportuno trazar unas mínimas perspectivas para los próximos años que puedan orientar a las personas que piensan opositar o que ya están opositando.

Tras dos semanas de vértigo, la política española ha dado un giro inesperado y, como todos sabemos, Rajoy y su Gobierno ya forman parte de la historia de España, pero no de la realidad cotidiana. Es ahora Pedro Sánchez, al mando de un nuevo Gobierno socialista, quien dirigirá los destinos de la nación. Como siempre deciemos,

¿Qué podemos esperar del nuevo Gobierno?

Lo primero que podemos esperar es que el Gobierno pueda durar los dos años. A pesar de la heterogeneidad de sus apoyos (que ha sido muy criticada) y de los que auguran una legislatura corta y difícil, lo cierto es que si Sánchez ha llegado a la Moncloa es porque el resto de las fuerzas (PP incluido) no querían que hubiera elecciones, por temor a que surgiera un fuerte Gobierno de Ciudadanos. Eso quiere decir que no habrá elecciones hasta que tanto PSOE, como PP, como Podemos o como los separatistas, tengan claras perspectivas electorales. Esto es aplicable fundamentalmente al PSOE que, al tener el Gobierno, puede disolver el Parlamento cuando lo desee (como podía haber hecho Rajoy). Eso quiere decir que si Ciudadanos sigue estando el primero en las encuestas, no habrá elecciones, porque todos los demás preferirán un Gobierno Sánchez a un Gobierno Rivera. Tan solo una fuerte presión separatista (el único elemento incontrolable) puede romper esta situación.

La segunda idea fundamental es que el Gobierno de Sánchez tiene como objetivo fundamental llegar a una nueva cita electoral en condiciones de vencer,, por lo que hará lo posible por no desgastarse absolutamente nada ante el electorado de centro-izquierda, intentando recuperar votos que puedan haber ido a parar a Podemos y a Ciudadanos.

La tercera idea es que tienen tan solo 84 diputados y no ganaron las elecciones, con lo que cada ley importante que acometan tendrá enormes dificultades para prosperar y además tendrá siempre el sambenito de la ilegitimidad.

¿Y todo esto cómo puede afectar a las oposiciones?

A pesar de que Rajoy no esté ya en la escena, algunos de los rasgos que caracterizaron su etapa van a seguir presentes. En primer lugar, los presupuestos y la oferta de plazas. Los presupuestos para 2018 y 2019 (si el nuevo Gobierno no consigue aprobar otros) ya están aprobados, por lo que las oposiciones ya están garantizadas, pues estamos seguros de que Sánchez no va a dar marcha atrás en esto. Sería una forma estúpida de perder votos.

En segundo lugar, se va a mantener la debilidad ministerial. Ya avisábamos en entradas anteriores de que el Gobierno del PP era débil y que por eso el Pacto por la Educación y el subsiguiente acuerdo sobre el sistema de acceso y el nuevo temario eran bastante difíciles. Esa línea sigue en pie. En un período de dos años marcado por la futura cita electoral, ninguna fuerza política va a dar al PSOE la ventaja de convertirle en la fuerza que consiguió el pacto educativo y resolvió por décadas la educación en España. Eso sería darle un combustible fundamental para venderse como el gran partido del consenso en España. Jamás han dado ese cheque en blanco los socialistas al PP y no creo que ni C’s ni PP vayan a hacer lo propio en estos dos años. ¿Pueden aprobar un nuevo temario y un nuevo sistema de acceso sin consenso? Por supuesto que sí, pero no lo consideramos lo más probable por lo escasamente legítimo que supondría que un partido que no ganó las elecciones y que tiene solo 84 diputados lo haga. Es muy difícil acertar en esto, pero sopesados todos los elementos de la ecuación, nuestra perspectiva es que el temario se mantendrá hasta 2020.

Sí son posibles cambios menores en el sistema de acceso que se puedan adoptar por Real Decreto y que tiendan a facilitar la estabilidad de los interinos. De hecho, históricamente, el PSOE siempre ha favorecido a este colectivo, pero el Gobierno Sánchez deberá ser consciente de que favorecer a los veteranos supondrá posibles pérdidas de votos entre los más jóvenes (siempre y cuando las fuerzas políticas de oposición sepan explotar esas contradicciones).

Lo que es bastante seguro es la derogación de la LOMCE. No por razones prácticas, pues su contenido ya estaba derogado de facto por el propio PP de Méndez de Vigo, sino por razones propagandísticas. Tengamos en cuenta que las movilizaciones de las organizaciones de izquierda y separatistas contra la LOMCE han sido una constante desde su aprobación parlamentaria, por lo que aparecer con su cabeza cortada en la lanza será una imagen a la que no se resistirá la nueva ministra, por lo que consideramos muy posible la vuelta a la LOE (ante la incapacidad de aprobar una nueva ley por consenso).

Y ya para finalizar, la personalidad de la nueva ministra, que también tendrá su influencia en este rompecabezas que hemos tratado de dibujar. Se trata, según se ha sabido, de Isabel Celaá (Bilbao, 1949), que fue consejera de Educación del Gobierno vasco entre 2009 y 2012. Lo más señalado de su mandato fue el intento de implantación del trilingüismo en Vasconia, impulsando el uso del vascuence en las aulas.

Y ahora, a estudiar.

Hasta aquí lo futurible, lo posible. Ya llevamos en esto veintiséis años y en este tiempo hemos visto muchos cambios políticos que han influido en las oposiciones. Pero hay una cosa que no cambia: la consecución de las plazas por medio del estudio. El esfuerzo y el valor, la persistencia implacable es lo que nos lleva al final a la victoria. Así que ha que animarse y dar el esfuerzo final. Ya hay una plaza para ti en el sistema educativo de los próximos años y quizá en semanas sea tuya. Hay que esforzarse al máximo en estos días, en el convencimiento de que esa plaza ya es nuestra y de que, tan solo queda por dilucidar cuánto tiempo tardaremos en conseguirla. ¡Ánimo y a por todas!