En las últimas semanas, las consejerías de Educación han ido publicando los diferentes criterios de evaluación para unificar los criterios de los tribunales de las oposiciones de Lengua en sus respectivas comunidades y, a la vez, guiar y aclarar a los opositores cuál será el objetivo de cada una de las pruebas. Son documentos importantes y, por ello, vamos a dedicar la entrada de hoy a analizarlos.
De dónde hemos sacado la información para hacer el artículo
Para hacer este artículo, además de esos criterios públicos, he partido de mi experiencia como preparador de Lengua desde 1999 y también he contado con la ayuda de muchas personas que fueron opositores preparados por mí y que luego han formado parte de los tribunales. Además de esto, han tenido un protagonismo especial las personas que forman parte de nuestro Equipo Opolengua que sido vocales o han presidido los tribunales de oposición de Lengua.
La utilidad indiscutible de esos criterios de evaluación en las oposiciones de Lengua
Lo primero que hay que indicar es que debemos leer atentamente esos criterios que son públicos porque delimitan el campo de juego en el que se van a desarrollar las oposiciones de Lengua y nos ayudan muchísimo para afinar la preparación final. Los tribunales los van a seguir con toda seguridad, por lo que hay que leerlos atentamente y ajustar la preparación de las pruebas a lo que esos criterios digan.
¿Todos los criterios de oposiciones de Lengua son iguales en toda España?
La respuesta es clara. No. Los criterios dependen de cada comunidad autónoma y de cada prueba. En unas comunidades los criterios son muy concretos (como ocurre en Andalucía) y en otros son muy generales (como ocurre en Aragón). Cuanto más concretos sean, más atan al tribunal a seguirlos y menos espacio tienen para decidir cómo se concreta ese criterio. Por ejemplo, en Aragón los contenidos de la programación para ESO se limitan a indicar que cumplan con el Art. 59.3 ORDEN 1172/2022 (Secundaria), mientras que en Andalucía todos esos elementos vienen concretados. Igual ocurre en los comentarios de texto.
¿Hay cambios de año a año en estos criterios de las oposiciones de Lengua?
La respuesta es indiscutiblemente sí. Y hay veces que los cambios son significativos. Por ejemplo, este año en Navarra la mención didáctica del tema aumenta su valor un 100% pasando de valer 1 punto a 2 puntos de los 10 del examen. En otras ocasiones, como ocurrió en Castilla La Mancha en 2021, se modificó sin avisar la propia naturaleza del ejercicio práctico que pasó de tener cinco textos a elegir dos, a ser un texto único. Precisamente, por este carácter cambiante, en Opolengua diseñamos nuestros cursos de forma que aparezcan todos los modelos de preparación que se han dado en la historia de las oposiciones, para que a nadie le aparezca un ejercicio por sorpresa.
¿Hay margen de subjetividad en los tribunales de oposiciones de Lengua?
También la respuesta es sí. Y ese margen de acción de los tribunales va a aparecer cada vez que los criterios sean muy generales o donde no se especifique nada. En estos casos, será el propio tribunal quien los concrete. Pongamos ejemplos concretos y reales.
¿Cómo influye el tribunal de las oposiciones de Lengua en la corrección del tema?
En la plantilla de corrección del tema, se habla de que deben aparecer los conocimientos del tema, la terminología de la especialidad, las fuentes bibliográficas, etc. Cuando salen las bolas concretas (el 7, el 43, 47 y 51), son los propios tribunales quienes deciden qué debe entrar en cada tema. ¿Cómo lo hacen? Pues generalmente aportando los temarios que ellos tienen de cuando opositaron. De ahí que la creencia de que es buena la exclusividad sea relativa, porque, aunque es cierta, es cierto también que la mayor parte de los miembros del tribunal van a llevar temas que no elaboraron completamente ellos mismos y por ello, en muchas ocasiones, son nuestros temas del temario Opolengua los que sirven de referencia en los tribunales.
¿Cómo influye el tribunal de las oposiciones de Lengua en la corrección de los comentarios?
También hay un importantísimo margen de actuación del tribunal en los comentarios de texto. Si la plantilla es muy general, como ocurre en los criterios publicados en Navarra, por ejemplo, serán los tribunales quienes indiquen concretamente ante el texto en sí, cuáles son los apartados y los rasgos temáticos y formales en los que se debe incidir. Se puede dar el caso contrario, como en Andalucía, donde la plantilla real es tan puntillosa que en muchas ocasiones los miembros del tribunal anulan apartados porque si no fuera así, no aprobaría nadie.
¿Cómo influye el tribunal de las oposiciones de Lengua en la corrección de la programación?
La subjetividad en la programación es muchísimo mayor. Indiscutiblemente, todos los miembros del tribunal van a estar de acuerdo en que la programación contiene o no los elementos que marca la normativa. Pero, ¿y el grado de eficacia y de atractivo y de realismo que tiene una propuesta pedagógica? Esto es subjetivo y aquí va a entrar en juego la sensibilidad individual de cada miembro del tribunal y también su funcionamiento como grupo humano al que ya nos hemos referido antes.
Es decir, como indicábamos antes, sí existe un margen de maniobra en los tribunales de las oposiciones de Lengua y hemos de ser conscientes de ello.
Los tribunales de oposiciones son grupos humanos
Esta es otra idea fundamental que no podemos olvidar. Las plantillas de evaluación existen y se cumplen, desde luego. Pero siempre, como hemos visto, hay un cierto margen para la acción del tribunal. Y, en este sentido, no podemos olvidar que un tribunal es un grupo humano y, como tal, tiene los rasgos propios de cualquier grupo humano. Esto quiere decir que siempre van a existir perfiles con mayores y menores conocimientos, diferentes sensibilidades y hasta manías docentes (ya se dice siempre que “cada maestrillo tiene su librillo”) y además, siempre hay personalidades diferentes: hay personas más expansivas y otras menos; personas más proclives a intentar influir en los demás que otras. Y todo esto se va a reflejar en los debates, a veces intensos y hasta acalorados, que se van a dar en las oposiciones de Lengua.
Importancia de los tribunales de las oposiciones de Lengua
Y así puestas las cosas, como decimos siempre en Opolengua, la mayor suerte que tenemos en las oposiciones de Lengua es el tribunal que nos toca. Ni los textos, ni las bolas (pues estos elementos son conocidos y esperables) y dependen mucho menos de la diosa Fortuna que quienes son los jueces de la contienda.
Lo mejor es que las plazas de las oposiciones de Lengua las asignen los tribunales
Por eso, siempre nos parece mucho mejor que las plazas sean asignadas a cada tribunal para que este las adjudique entre sus opositores a que cada tribunal se limite a poner las notas, pues, aunque se pretenda la uniformidad de todos, esta es imposible, pues cada tribunal va a mostrar una sensibilidad distinta y así nos podemos encontrar lo que yo viví en 1996 en Extremadura, cuando mi tribunal tuvo como máxima nota un 7 mientras el otro tenía cinco o seis opositores con un 10 y otros tantos con 9 u 8. Resultado: nadie de mi tribunal obtuvo la plaza.
¿Hacemos una valoración de los criterios de evaluación de las oposiciones de Lengua?
Igual que ellos nos evalúan a nosotros, podemos hacer una somera crítica también muy general, y sin entrar a fondo pues no es el objeto central del artículo, de los criterios. Nos parece que están hechos por pedagogos e inspectores y que, año tras año, estos elementos se van acentuando. Podríamos hacer una lista interminable de elementos a mejorar (como en el propio proceso de oposiciones de Lengua en sí; pero no lo haremos. Nos limitaremos a un par de apuntes.
Sobre la ortografía
Tomemos la ortografía, en primer lugar, como botón de muestra. En algunas comunidades ya no puede suspender un opositor de Lengua por errores ortográficos, pues su descuento se limita a un 10%, a un 20% o un 25% de la calificación. Esto, en las oposiciones de Lengua, es un absoluto contrasentido. Un profesor de Lengua no puede tener falta de ortografía. Punto. Y, por tanto, el descuento debe llegar a ser incluso a la nota negativa. No tiene lógica tampoco que los errores gramaticales (que pueden ser mucho más graves que un error ortográfico) no se mencionen en algunos criterios.
Sobre las menciones didácticas en los temas
Tampoco es admisible que en el tema se incluyan elementos pedagógicos porque para eso ya hay otra prueba y además en el propio Real Decreto se indica que el tema es para saber la capacidad científica del aspirante y no para mostrar cuestiones pedagógicas.
¿Y hacer que los presidentes repitan año a año?
Algunas de las personas entrevistadas nos han señalado la bondad de que los presidentes de tribunal repitieran de año en año, debido a que esa adecuación de las plantillas de evaluación a la realidad se aprende sobre todo en el día a día del proceso de oposiciones y esa experiencia se pierde de año en año pues los miembros son diferentes. A nosotros nos parece correcta esta propuesta y, mejor todavía, que quienes formaran parte de los tribunales tuvieran que pasar una sencilla prueba y sus emolumentos aumentaran considerablemente, de forma que pudiera resultar atractivo para los funcionarios pasar el mes de julio sin vacaciones. Ojo, eso implicaría también un seguimiento muy estrecho que debería hacer la administración si hubiera tribunales de este tipo, porque se podría dar paso a la corrupción (como ocurrió en algunas comunidades hace tiempo). Todo esto es siempre complicado.
Conclusión: debemos leer los criterios de evaluación atentamente y aplicarlos en la preparación de las oposiciones de Lengua
Los criterios de evaluación y el contenido de las pruebas prácticas deberían salir al menos en septiembre para poder ser aplicados con todo detalle desde el inicio en la preparación. Es una cosa de lógica. Pero salen ahora y es ahora cuando tenemos que afinar los últimos detalles de la preparación para que vayamos al día D con todos los elementos bajo control. Hay tiempo, fuerza e ilusión. Este año hay muchas plazas y las ratios en muchas comunidades es muy buena. Cuando mires las listas de admitidos y el número de plazas, prepárate, porque una es tuya. ¡A por ella!