Viernes, 13 de junio de 2025. Finalizamos una de las sesiones más intensas del año y finalizamos también el ¡Ponte a prueba! de este curso. El Súper Dia D de las oposiciones de Lengua de este año es el sábado que viene y el viernes 20 será mejor ya dedicarse de lleno a entrar en capilla y hacer los últimos repasos que nos garanticen conocimientos frescos a la mañana siguiente. Desde aquí queremos mandar un mensaje de ánimo y esperanza a quienes han seguido nuestro ¡Ponte a prueba!, el simpático reto que ayuda a preparar la más difícil prueba de las oposiciones de Lengua, la del comentario de texto. Esa es la razón de que ya hayamos publicado seiscientos treinta y tres acertijos en nuestro blog desde 2015 (que puedes consultar aquí) para acompañar a las valientes y abnegadas personas que nos siguen semana a semana.
La propuesta de la semana: una obra ya aparecida
Y para este último acertijo del curso elegimos un texto que procede de una obra que ya apareció hace algunos años en las oposiciones y que, por ello, quién sabe, podría aparecer en alguna convocatoria el próximo sábado 21. Es posible que nuestras súper seguidoras 2025 den con la clave exacta, pero para ellas y para todo el mundo, hay que insistir en una idea. Se puede hacer un comentario magnífico si se explica correctamente la forma y el fondo de un texto aunque no se haya reconocido la obra si somos capaces adscribir el texto a su época, movimiento y género de forma razonada.
¿Por qué y cómo participar en el Ponte a prueba?
Nuestro acertijo sigue el lema clásico de “docere et delectare”. Desde la primera entrega lo subimos a la página de Facebook de opolengua.com, con la idea de que el reto fuera interactivo a partir de los comentarios y soluciones del mismo, por lo que es mejor seguirlo desde ella. Lo mejor es aportar comentarios para participar ya que eso nos lleva a unas sensaciones parecidas a las que experimentaremos el día D. Las normas son las mismas desde 2015. Primero: puede participar cualquier persona de ambos hemisferios que ame nuestra lengua común y su literatura inmortal. Segundo: se puede participar hasta el domingo por la noche en la página de Facebook de opolengua.com, Y tercero: solo podemos usar nuestra competencia literaria; no vale emplear internet o guiarse por los comentarios de los otros participantes. Nosotros siempre publicamos el lunes la solución del acertijo y la lista de acertantes.
Y nada más por hoy. Nuestro recuerdo a las víctimas de Valencia y sus familiares. Saludos y ánimo.
ENTRE los despojos que los Ingleses llevaron de la ciudad de Cádiz, Clotaldo, vn Cauallero Ingles, Capitán de vna esquadra de nauios, lleuò a Londres vna niña de edad de siete años, poco mas ò menos; y esto contra la voluntad y sabiduría del conde de Leste, que con gran diligencia hizo buscar la niña para boluersela a sus padres, que ante el se quexaron de la falta de su hija, pidiendole que pues se contentaua con las haciendas, y dexaba libres las personas, no fuessen ellos tan desdichados, que ya que quedauan pobres, quedassen sin su hija, que era la lumbre de sus ojos y la más hermosa criatura q auia en toda la ciudad. Mandò el Conde echar vando por toda su armada que, so pena de la vida, boluiesse la niña qualquiera que la tuuiesse; mas ningunas penas ni temores fueron bastantes a que Clotaldo la obedeciesse; que la tenía escondida en su naue, aficionado, aunque cristianamente, a la incomparable hermosura de Ysabel, que assi se llamaua la niña. Finalmente sus padres se quedaron sin ella, tristes y desconsolados, y Clotaldo, alegre sobremodo, llegò a Londres y entregó por riquísimo despojo a su mujer a la hermosa niña. Quiso la buena suerte que todos los de la casa de Clotaldo eran Catholicos secretos, aunque en lo público mostraban seguir la opinión de su Reyna. Tenía Clotaldo vn hijo llamado Ricaredo, de edad de doze años, enseñado de sus padres a amar y temer a Dios, y a estar muy entero en las verdades de la Fè Catholica. Catalina, la muger de Clotaldo, noble Christiana y prudente señora, tomò tanto amor a Ysabel que, como si fuera su hija, la criaua, regalaua è industriaua; y la niña era de tan buen natural, que con facilidad aprendia todo quanto le enseñaban. Con el tiempo y con los regalos, fue olvidando los que sus padres verdaderos le auian hecho; pero no tanto que dexasse de acordarse y de suspirar por ellos muchas veces; y, aunque iba aprendiendo la lengua Inglesa, no perdía la Española, porque Clotaldo tenia cuydado de traerle a casa secretamente Españoles que hablassen con ella. Desta manera, sin olvidar la suya, como está dicho, hablaba la lengua Inglesa como si huuiera nacido en Londres.