lengua castellana, te ayudamos con las oposiciones
Opolengua contacto de instagram

Cuando se rompe nuestro plan en las oposiciones de Lengua

Opolengua. Eduardo López Prieto, Oposiciones de Lengua
Foto de Arian R en Unsplash

Hoy tratamos un aspecto crucial en nuestro blog de oposiciones de Lengua y es el de afrontar el día a día de nuestra preparación, teniendo en cuenta que los avatares cotidianos rompen nuestro ritmo de estudio. ¿Cómo actuar en esta situación? De esto trata la entrada de hoy.

Qué es lo ideal en la preparación de las oposiciones de Lengua

Cuando nos embarcamos en la preparación de las oposiciones de Lengua, tendemos a pensar que todo va a ser perfecto. Nos planteamos un plan de estudio anual y semanal y en él cada uno de los huecos que hemos dispuesto se rellena perfectamente y avanzamos de forma uniforme semana a semana progresando en todos los aspectos de la preparación: temario, comentario y programación. Esa es efectivamente la situación ideal. Una persona que no tiene más obligación que prepararse las oposiciones y a la que no le surgen obstáculos de ningún tipo.

La realidad casi nunca es ideal en las oposiciones de Lengua

Pero la realidad de la preparación de las oposiciones de Lengua casi nunca es así de plácida. Lo cierto es que como hemos visto en entradas anteriores, el trabajo (muchas veces en el centro de estudio) y la familia (fundamentalmente los hijos) casi siempre hacen su aparición en escena y nos dificultan nuestros planes ideales de preparación.

Cuantas más personas hay implicadas en nuestro día a día más fácil es que se nos complique el plan

De hecho, cuántas más personas dependan de nosotros, de una manera u otra, más posibilidades existen de que esas personas demanden nuestra atención y nuestro tiempo. Si tenemos pareja, esta requiere atención. Si a eso le sumamos hijos, padres y resto de la familia, podemos encontrarnos con que la vida de varias personas repercuta en nuestra preparación. Nuestra pareja, un hijo, un padre o una suegra pueden caer enfermos y eso demandará nuestro apoyo. Y eso implica que deberemos ofrecerles tiempo y atención, con la consiguiente bajada de rendimiento y la pérdida de concentración en la preparación de las oposiciones de Lengua.

Nuestra situación personal nos puede romper el ritmo y hacernos naufragar

Y lo que puede ocurrir (y, de hecho, ocurre con frecuencia) es que esas interrupciones de la preparación de las oposiciones de Lengua, esos días o semanas en que alguien cae enfermo o en que se multiplican las tareas laborales, nos hace romper el ritmo y, en ocasiones, si no lo gestionamos bien, nos puede introducir en un círculo vicioso en el que cada semana es peor que la anterior porque nos vamos desmoralizando hasta que caemos en la apatía. Nos decimos: “Ya que no soy capaz de cumplir con el plan, ni me enfrento a él. No quiero saber nada”. Justamente esto es lo que hay que evitar: caer en una espiral negativa.

No naufragar es lo más importante de todo

Cuando eso nos ocurra, lo primero que debemos pensar es que esa mala racha es algo inevitable y que no podemos culpabilizarnos ni tampoco debemos agobiarnos por ello. Es la vida que nos impone su ley. El sentimiento de culpa por no estar estudiando y/o el agobio por no avanzar (que son la respuesta normal en una persona responsable y, por tanto, son positivos), deben ser desterrados pronto, porque pueden suponer que la situación sea más difícil todavía. Lo fundamental es asumir adecuadamente lo que nos ocurre y saber por qué actuamos como lo hacemos.  Y lo hacemos por una causa noble que demuestra nuestra generosidad: apoyar a los seres que queremos. No hay nada más importante que la familia y las relaciones. La vida nos enseña (y más cuantos más años cumplimos) que la fortaleza de nuestros lazos afectivos es más importante que el dinero, la posición o que las propias oposiciones de Lengua.

Asumir nuestra situación nos ayudará a perseverar en las oposiciones de Lengua

Es muy importante que asumamos nuestra situación. Efectivamente, no podemos hacer todo, pero eso no quiere decir que no podamos hacer nada. Hay que buscar un punto de equilibrio. Y además siempre hay que pensar que nuestros competidores en las oposiciones de Lengua también van a sufrir inconvenientes de este tipo porque también son personas y estos avatares son propios de la vida. Nadie tiene travesías hasta la plaza sin problemas.

Poner el piloto automático o practicar la rutina leve

¿Y qué es lo que recomendamos en términos generales? Lo que podríamos llamar poner el piloto automático. Es lo mismo que cuando vamos en el velero y no podemos atender al timón. Ponemos el piloto automático. Los pasos de esta rutina leve serían tres.

Mantener la serenidad

En primer lugar, no perder la calma. La presencia de ánimo es aquí fundamental. No hundirnos. Evitar que los sentimientos de culpa y agobio nos impidan pensar. Debemos racionalizar, reflexionar sobras las causas de que no podamos cumplir el plan y ver si son duraderas o pasajeras. Debemos darnos cuenta de que seguramente esas causas son obligaciones que no podemos evitar y eso nos impedirá caer en el sentimiento de culpa.

Establecer una rutina leve o piloto automático

En segundo lugar, evaluar exactamente de qué tiempo vamos a disponer y hacer un orden de prioridades. La primera de ellas es repasar. Siempre. No hay nada más importante que esto. Por tanto, en esta segunda fase, se trata establecer una rutina leve o piloto automático que si podemos cumplir. 

Seguir ese rumbo y velocidad hasta pasar la tormenta

En tercer lugar, se trata de seguir ese plan hasta que pase la tormenta. Con serenidad y avanzando poco a poco capearemos el temporal y llegaremos a puerto.

Pedir ayuda a Opolengua

Ante una situación así, también podemos y debemos pedir ayuda. Podemos recurrir a otras personas que nos faciliten el estudio. Modestamente, desde este blog, también intentamos ayudar a quienes preparan las oposiciones de Lengua. Y quienes contratan nuestros cursos saben que en todos ellos está el Curso de Apoyo Emocional y que tienen el correo y/o el teléfono para abordar estas situaciones tan indeseables como imposibles de impedir. Nuestro objetivo es siempre alcanzar la plaza. El 90% de las personas que se presentan a las oposiciones de Lengua no lo consiguen. Pero tú si lo vas a conseguir por tu serenidad, constancia y valor. ¡A por la plaza!