Pocas plazas… notas bajas

Pocas plazas… notas bajas

Las oposiciones de este año van a ser una lucha terrible. Muchos opositores para  pocas plazas. Podemos aventurar que en Andalucía o Madrid la cifra de opositores se acercará a los cuatro mil. En el caso de Andalucía, simplificando (y teniendo en cuenta que habrá tan solo una cincuentena de plazas) habrá una plaza para cada ochenta opositores. Si hubiese tres mil opositores, sería una plaza por cada sesenta opositores. Muchos se echarán directamente las manos a la cabeza. ¡Mejor! Todos esos ya se han eliminado directamente…

Esta situación no es nueva. Fue la usual (con incluso menos plazas) entre 1994 y 1998. Yo mismo aprobé en 1998 con 48 plazas en total. Entonces nos repartieron en tribunales de 300 opositores…  a dos plazas por tribunal.

Pero repartan a los opositores en grupos de 100, 200 o 300, lo cierto es que en cada tribunal habrá poquísimas plazas. Una, dos o tres. No más.

Y ahora apliquemos el sentido común, como hacemos siempre en opolengua.com. Si hay tribunales como los de los últimos años, de unos cien opositores, habrá dos plazas como máximo por tribunal. ¿Qué consecuencias tendrá esto? Pues sucintamente, que muy pocas personas pasarán la criba de los comentarios.

Sería absurdo que un tribunal dejase pasar  a 40 opositores para luego escuchar a 40 personas (lo que supone cinco días más de oposición) cuando sólo se van a dar dos plazas. No creo que eso ocurra. Al menos, no es lo que ocurría en mis tiempos. Para dar dos plazas, si pasan la primera prueba 20 opositores, ya serán muchos.

Y por rematar el razonamiento, para que solo pasen 20, las notas han de ser obligatoriamente bajas. Es decir, si se puntúa muy alto y se llega a poner dieces, lo lógico es que haya muchas personas que saquen un 5. Pero si la nota máxima es un 7,5 (como ocurrió conmigo mismo cuando yo obtuve mi plaza), aprueban menos personas porque muchos que serían un 5 se convierten en un 3. Si el más alto obtiene un 10, uno que está a tres puntos obtiene un 7 y uno que está a cuatro puntos obtiene un 6. Si el más alto es un 7, el que está a tres puntos obtiene un 4 y está fuera. Y ese tiene que ser el objetivo por pura lógica. Eliminar a mucha gente para que las encerronas no sean masivas.

Otros años ha habido la presión del sistema para colocar a los interinos. Y ello forzaba a los tribunales  a poner notas muy altas. Si el interino que tenía que aprobar, haciendo un desastre de ejercicio, era un 5; al opositor que se lucía un poco ya le daban un 7 y si hacía un ejercicio notable era casi un 10. Eso, creo amigos, que se ha terminado. Afortunadamente para la educación pública.

Y alguien dirá… ¿y cuáles son las ventajas? Pocas, pero (como con las meigas) haberlas ,haylas. Ante un panorama así, casi nadie estudia. Y quienes tengan fe y se preparen se van a encontrar en un desierto de cadáveres en putrefacción (los de los opositores caídos antes de que comiencen la batalla). De esos 100 de cada tribunal, (y también lo digo desde la experiencia) no habrá ni 20 bien preparados, capaces de superar el comentario.

Tú debes ser uno de ellos.