Uno de los aspectos cruciales, quizá el más importante en las oposiciones de Lengua, es la memorización del temario. Como sabemos, una de las pruebas trata de evaluar, precisamente, nuestro dominio de los temas. Y otra, la del comentario, es imposible de realizar si no tenemos memorizados rasgos de épocas y movimientos literarios, géneros, estrofas, figuras retóricas, obras y autores. Hoy tratamos sobre cómo memorizar y, sobre todo, sobre cómo no olvidar lo memorizado.
El ser humano es memoria
La memoria humana es increíble. Nuestra capacidad para almacenar vivencias, acontecimientos, datos e ideas es enorme. De hecho, es una de las características singulares de nuestra especie. Todo en nosotros, en realidad, es memoria: desde aprenderse las señales de tráfico para conducir hasta vestirnos dependen de la memoria. Como bien saben quienes han tenido el Alzheimer cerca a través de un familiar, la memoria es casi todo lo humano.
La estúpida decadencia de la memoria
El culto a la memoria está en las bases de nuestra civilización. Ya Aristóteles señalaba que las potencias del alma eran tres: memoria, voluntad y entendimiento. Desgraciadamente, en los últimos años, las corrientes pedagógicas más novedosas han demonizado la memoria, como si fuera un trasto, inservible, como si fuera un monstruo al que debiéramos alimentar con nuestros esfuerzos de manera estúpida.
La memoria en las oposiciones de Lengua
Afortunadamente, las oposiciones de Lengua siguen dando un papel muy relevante a la memoria. Será imposible que transmitamos conocimientos a nuestros alumnos si nosotros no los conocemos y tenemos almacenados de manera correcta en nuestra memoria. Y por ello, en las oposiciones hay que escribir un tema que nos tenemos que saber de memoria. Y cuánto mejor nos lo sepamos, más palabras podremos escribir y, si escribimos un tema bueno, mayor calificación obtendremos. De hecho, el objetivo de nuestro Método Opolengua es escribir tres mil palabras de un tema. Esto es de una lógica palmaria. Además, como ya hemos dicho, saberse los temas es básico en el comentario. No se puede hacer un buen comentario de una obra romántica sin saberse bien el tema 57.
¿Qué es la curva de olvido y cómo funciona?
En 1885 un psicólogo alemán llamado Ebbinghaus tras diferentes experimentos demostró que el contenido que almacenamos en la memoria se olvida con extrema facilidad. Tras el aprendizaje inicial, en un periodo que va entre una hora y un día, se olvida hasta el 70%-80% de lo aprendido. El resto, lo retenido, sí se mantiene varios días más, siempre y cuando utilicemos esa información. Si no lo hacemos, también se olvida al cabo de una semana aproximadamente.
Mi experiencia como persona, estudiante y opositor
Yo no conocía las teorías de Ebbinghaus cuando estudiaba en el instituto o en la facultad. Pero sí me había dado cuenta, claro, de que la información que yo almacenaba se me olvidaba de un día para otro si no la empleaba. Si me aprendía un teléfono de memoria y no lo usaba, lo olvidaba. Y, sin embargo, otros números de teléfono me los acababa aprendiendo de usarlos con regularidad.
También había visto lo poco que tardaba en olvidar un material tras hacer un examen y también me había dado cuenta de cuál era la mejor forma de retener la información y dedicar menos tiempo al estudio: el repaso rápido y frecuente. Tanto en el instituto como en la facultad, ya empleaba resúmenes y esquemas que me ayudaron a obtener buenas calificaciones. Yo era un buen alumno (no era un alumno brillante), pero es que estudiaba muy pocas horas gracias a mi metodología de estudio. Cuando llegó el momento de preparar las oposiciones, pensé sobre cómo adaptarla: de ahí surgió el Método Opolengua, que acabé registrando en el dominio de la propiedad intelectual ya hace muchos años. Paso ahora a explicar sus elementos centrales.
Cómo memorizar contenidos en las oposiciones de lengua
Lo primero que tenemos que asumir es que la memoria actúa con más rapidez y eficacia si los contenidos a memorizar están bien comprendidos y jerarquizados. Cuanto mayor sea el grado de coherencia y cohesión que muestre el temario, cuanto mayor sea la sencillez expositiva de su redacción, más fácilmente se comprenderá y, por tanto, se memorizará.
Memoria y comprensión son aliados en la vida y en las oposiciones de Lengua
A menudo los modernos pedagogos y otros estúpidos, intentan establecer una oposición entre memoria y comprensión, como si fueran, no solo cosas opuestas, sino antagónicas. Esto es una falsedad palmaria que no solo hemos visto en el estudio de las oposiciones de Lengua, sino que también la hemos visto como profesor y como Preparador de Lengua.
La memoria en mis clases en el instituto
En la primera clase que yo impartía a mis alumnos de secundaria tenía por costumbre, dignificar la memoria y explicar la relación que tiene con la comprensión. Para ello, borraba la pizarra completamente y escribía dos líneas de números. La primera era una secuencia ordenada del uno al 10; la segunda era una secuencia aleatoria de números. Les pedía a los alumnos que memorizasen ambas secuencias durante 10 segundos y luego borraba la pizarra. Entonces, les pedía que me dijeran las dos secuencias de números. Los alumnos repetían con extrema facilidad la secuencia del 1 al 10 y nunca acertaban la otra secuencia. “¿Por qué?”, les preguntaba. Y luego yo mismo les respondía: “porque ustedes comprenden la primera secuencia y, sin embargo, la segunda no y siempre me memorizamos mucho mejor lo que comprendemos y está estructurado”.
La memoria aplicada a las oposiciones de Lengua: el Método Opolengua
Aplicado esto a las oposiciones de Lengua, como opositor y preparador de Lengua siempre estructuré mis temas de forma muy organizada y los redacté de forma sencilla y amena, huyendo de la ampulosidad y el artificio. El resultado es que nuestro Temario Opolengua ha servido para alcanzar la plaza a centenares de personas en los últimos 25 años. La memoria del opositor opera, por tanto, sobre un material fácilmente comprensible, estructurado y sencillo y lo acaba memorizando por repetición.
Los errores más comunes al memorizar y al repasar
Hay muchas personas que primero leen un tema, luego lo van memorizando y finalmente lo repasan, pero sin un sistema definido. Por ello invierten mucho más tiempo que un opositor que emplea nuestro método, porque en muchas ocasiones repasan un tema que ya tienen prácticamente olvidado. Pero, dicen estas personas, si repasamos todos los temas con frecuencia, llega un momento en que no tenemos tiempo nada más que para repasar. Esto mismo fue lo que hizo que yo cambiase mi temario y mi método de repasos. Yo repasaba todos los temas todas las semanas garantizando que cada repaso no me ocupaba más allá de quince minutos. Al llegar junio era capaz de repasar un tema en menos de cinco minutos. Esto es lo que consigue el método Opolengua a través de diferentes elementos mnemotécnicos.
Cuáles son los objetivos del Método Opolengua
- Ser capaz de redactar tres mil palabras en dos horas.
- Ser capaz de repasar un tema en menos de diez-quince minutos.
- Ser capaz de repasar todos los temas que llevemos semanalmente.
El Método Opolengua y su eficacia
Hay dos problemas que solventa nuestro método y los dos tienen que ver con la curva de olvido; es decir, con el sistema que hay que utilizar para que, una vez memorizado un contenido, este no se nos olvide jamás. De la eficacia del método hay muchísimos testimonios y el primero el mío.
Como opositor, yo me presenté a las oposiciones dominando todo el temario entre 1994 y 1998. Treinta y seis años después, las líneas básicas de los temas permanecen en mi memoria y en 27 años como docente, nunca tuve que preparar una clase en sus aspectos teóricos.
Como profesor de Lengua, en algunas ocasiones he enseñado el Método Opolengua (lógicamente adaptado) a mis alumnos de instituto con resultados muy satisfactorios entre los que lo adoptaron.
Como preparador de Lengua tengo los testimonios y conversaciones con viejos opositores (actualmente ya funcionarios) que me manifiestan lo mismo. Lo memorizado en las oposiciones no se les ha olvidado después de años.
¿En qué consiste el Método Opolengua?
El Método Opolengua está compuesto por un sistema de memorización y de repasos que impide eficazmente que actúe la curva del olvido. Ya hemos visto que la información se olvida si no se emplea. El reto es cómo estructurar y repasar la información. El Método Opolengua establece una alegoría con una heredad o finca en la que hay 72 espacios libres, que son los 72 temas. No se llega a producir el olvido porque el sistema de memorización del tema (lo que llamamos fases de siembra y germinación) y el sistema de repasos (al que denominados fase de riego) se realizan en unos intervalos de tiempo marcados de forma que la memorización se produce con eficacia y se evita el olvido. Se trata de un método duro y exigente, sí; pero sus resultados están garantizados.
¿Por qué persistir en el Método Opolengua?
El Método Opolengua es la mejor herramienta para memorizar y, sobre todo, para no olvidar lo memorizado, porque es la mejor forma de avanzar en las oposiciones con el menor coste de tiempo posible. Poder repasar todos los temas semanalmente es la forma más eficaz de luchar contra la curva del olvido. Por ello, el Método Opolengua te puede ayudar (y mucho) a obtener tu plaza.
