El testimonio de Ana en las oposiciones de Lengua me resulta muy emocionante por varias razones. La primera porque demuestra lo buena persona que es. Quien lo lea, podrá apreciar su profunda generosidad, su bondad de corazón y su capacidad de agradecimiento. Fue ella quien me llamó por teléfono nada más saber que había obtenido la plaza y a mí ese gesto me parece muy definitorio de quién es ella.
Una mujer insumergible en las oposiciones de Lengua
Además, hay un rasgo que resulta también ejemplar de cómo es ella. En estos años de presentarse a las oposiciones de Lengua, nunca le ha salido tema, pero nunca ha dejado de realizar el ejercicio. Con su saber acumulado, literario y lingüístico, su presencia de ánimo en esos duros momentos en que ves que no tienes bola y su fe en sí misma, ha salido adelante. Si Ana fuera una embarcación, sería un velero, por su capacidad de adaptarse al mar, de mecerse en él y por ser insumergible. Nada puede hundirla.
Las oposiciones de Lengua: un océano para el crecimiento personal
Por otro lado, su relato insiste en la importancia de plantearse las oposiciones de Lengua como un océano para el crecimiento personal. Ella refleja muy bien cómo es este proceso, igual que las olas del mar: cambiante, fascinante, terrible y bello. Pero, como ella misma demuestra, es una travesía en el que siempre se acaba llegando al puerto final. Con fe, determinación y constancia, todo llega.
Con ella, el sistema educativo en Ceuta gana una profesora vocacional y sabia, que ya ha demostrado, además, en diferentes centros de la ciudad autónoma su buen hacer. ¡Enhorabuena para toda la comunidad educativa y, por supuesto, para ella misma!
Será para mí un placer, como no, navegar con ella en mi velero, La Hispaniola.
“Conseguir la plaza ha sido el mayor logro de mi vida personal y profesional”
Enseñar Lengua Castellana y Literatura es un privilegio
Mi nombre es Ana Valverde y soy profesora de Lengua Castellana y Literatura en Ceuta, mi ciudad natal. Desde que tengo uso de razón he sentido fascinación por el lenguaje, por su capacidad de nombrar el mundo y de transformarlo mediante el diálogo. Por eso decidí dedicarme a la docencia: porque enseñar Lengua no es solo trabajar con palabras o literatura, es trabajar con personas, con sus ideas, sus emociones, sus aspiraciones. Es ayudarles a encontrar su voz en medio del ruido. Y eso, para mí, es un privilegio.
Mi travesía en las oposiciones de Lengua comenzó en 2019, antes de la pandemia
Mi camino en las oposiciones de Lengua comenzó hace ya cinco años, en 2019. Me preparaba entonces para la convocatoria de 2020, pero llegó la pandemia y lo cambió todo. Las pruebas se aplazaron hasta 2021 y, como muchas personas, tuve que reajustar mis planes y mis fuerzas. Me presenté a las oposiciones en 2021, en 2023 y, por fin, en 2025 he logrado mi plaza. Ha sido un proceso largo, exigente, pero profundamente transformador.
Nunca me ha salido tema en las tres convocatorias de oposiciones de Lengua
Algo curioso de mi trayectoria es que nunca me ha salido tema en ninguna de las tres convocatorias a las que me he presentado. Nunca. Y, sin embargo, eso no me ha impedido seguir avanzando. Siempre he llevado muy bien preparado el comentario de texto y el oral, y ha sido esa parte la que me ha dado salvado siempre.
La importancia de la adaptación y la flexibilidad en las oposiciones de Lengua
En ese sentido, quiero romper una lanza en favor de la flexibilidad, de la capacidad de adaptación y de confiar en los conocimientos adquiridos durante la carrera, durante la experiencia docente y durante la preparación. Porque en las oposiciones de Lengua no se trata solo de memorizar temas, sino de tener una buena base, una mirada amplia sobre la materia, y la picardía de saber montar un tema con lo que ya sabes, de relacionar contenidos, de vincular unos temas con otros, de tirar del hilo y construir un discurso sólido, aunque el título no sea exactamente el que esperabas. Esa habilidad se entrena, y es lo que marca la diferencia entre quedarse a medias o avanzar.
Mis años como interina me han permitido ganar experiencia y consolidar mi vocación
Desde 2021 he trabajado como interina, lo que me ha permitido no solo sumar puntos en el baremo, sino sobre todo crecer como docente. He conocido centros distintos, realidades educativas muy diversas y alumnados con necesidades muy variadas. Aunque no me llevara la plaza en los primeros intentos, el proceso me ha permitido trabajar, ganar experiencia y consolidar mi vocación. Cada convocatoria, cada curso, cada día de clase han sido parte del camino que me ha traído hasta aquí. Y todo suma.
Curso Total 2023: segunda mejor nota de mi tribunal
En 2023 me preparé con Eduardo y su Curso Total de Opolengua. Ese año conseguí un 9,6 en el oral, la segunda mejor nota de mi tribunal. Fue un resultado que me dio mucha fuerza y me confirmó que iba por el buen camino, aunque la plaza no llegara aún. Este último año, 2025, no he estado directamente en preparación con él, pero el curso completo que realicé en 2023 ha sido una pieza clave para la consecución de la ansiada plaza. Su acompañamiento ha sido determinante, tanto a nivel académico como personal.
El Método de Estudio Opolengua es clave para estudiar bien, con estrategia y resultados las oposiciones de Lengua
Una de las cosas que más me ayudaron en las oposiciones de Lengua fue el método de estudio para memorizar los temas. Hasta entonces, reconozco que no tenía un sistema realmente eficaz, pero con su método logré algo que me parecía impensable: memorizar solo un par de carillas como máximo y, a partir de ahí, ser capaz de verbalizar diez o doce completas. Una auténtica pasada. Te enseñan a construir, a hilar ideas, a automatizar los repasos… y eso da una seguridad increíble. También quiero destacar la organización del curso y herramientas como el Excel de repasos, la HC (Hoja de Control), que me pareció superútil para llevar un control real de los avances. Todo está pensado para que no solo estudies, sino que estudies bien, con estrategia y resultados.
Mi agradecimiento a Eduardo
Quiero agradecerle profundamente a Eduardo todo su apoyo, su rigor, su cercanía y su implicación constante. Es un preparador de Lengua atento, motivador, entregado como pocos. Siempre encuentra la forma de animarte sin dejar de exigir lo mejor de ti, y eso marca la diferencia. Las tareas, los comentarios, los simulacros orales, todo estaba cuidado al detalle. Pero lo más valioso fue saber que tenía a alguien al otro lado que creía en mí, incluso en los momentos de mayor inseguridad.
Las oposiciones de Lengua son una carrera de fondo
Opositar es una carrera de fondo. He estudiado durante años, en momentos muy distintos de mi vida. He tenido que compaginar el estudio con el trabajo, con los compromisos personales, con la frustración de no alcanzar el objetivo a la primera. He vivido días de motivación plena y otros de agotamiento absoluto. Y he aprendido que la clave está en no rendirse, en confiar, en tener un plan, pero también en saber adaptarse.
Una travesía llena de incertidumbres, avances y esfuerzo
Lo más duro ha sido la incertidumbre. Ese no saber si vas por buen camino, si lo que estás haciendo será suficiente. Aprender a convivir con esa sensación, sin dejar que te paralice, es parte del proceso. Pero también ha sido hermoso descubrir que cada pequeño paso cuenta, que incluso en los días más grises hay avances, y que cuando por fin llega la recompensa, todo cobra sentido.
Durante estos años, la preparación con Opolengua me ofreció un modelo de trabajo serio, exigente, y profundamente humano. Y aunque este año final haya sido más autónomo, todo lo aprendido con Eduardo ha estado presente.
¡Sí estás pensando encarar las oposiciones de Lengua, hazlo!
Por eso, si estás leyendo esto y te estás planteando opositar, hazlo. No esperes el momento perfecto porque nunca llega. Empieza con lo que tengas, cree en ti, apóyate en quienes pueden ayudarte y rodéate de personas que te impulsen. El camino es largo, sí, pero vale la pena. Porque no se trata solo de conseguir una plaza, sino de convertirte en la persona capaz de merecerla.
La plaza supone orgullo, trabajo, confianza y agradecimiento
Hoy puedo decir con orgullo que he conseguido la plaza. Que después de años de trabajo, esfuerzo y aprendizajes, mi nombre está en esa lista definitiva. Y lo más bonito es que no he llegado sola: he llegado de la mano de todos los que han creído en mí, especialmente mi preparador de Lengua, que ha puesto su alma en cada propuesta, en cada orientación, en cada mensaje de ánimo.
Así que gracias, de corazón. Gracias por creer, por enseñar con pasión, por no rendirte cuando a veces nosotros flaqueamos. Gracias por acompañarme hasta aquí.
Muchísimas gracias por ofrecernos el paseo en velero. Si paso por allí no dudaré en llamarte. Gracias de nuevo por todo.
Un abrazo,
Ana Valverde.