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¿Cómo preparar las oposiciones de Lengua en el curso 2025-2026?

Oposiciones de lengua 2026. Opolengua. Preparador de Lengua.
Foto de Leon Bredella en Unsplash

Este artículo va dedicado a quienes se han presentado a las oposiciones de Lengua 2025 y, desgraciadamente, no han obtenido la plaza. Como sabemos, en casi toda España (faltan las oposiciones vascas) ya terminaron los procesos selectivos con su correspondiente cosecha de plazas y resultados positivos y negativos. Estamos en tiempo, por tanto, de descansar y reflexionar. Es importante hacer primero el descanso y luego la reflexión, de forma que esta última, se produzca con nuestro cuerpo y nuestra mente ya serenos y plenamente relajados, para extraer las conclusiones oportunas y dibujar con mayor acierto los pasos a seguir.

Perspectivas para 2026: ¿Habrá oposiciones en 2026?

En términos generales, no parece que vaya a haber nuevas convocatorias, salvo escasas comunidades. La consejera de Educación de Andalucía ya anunció en 2024 que sí habría oposiciones de Lengua en 2026 como puedes ver en este enlace, pero los políticos pueden cambiar su criterio de un día para otro. Todo esto se sabrá con más certeza a finales de septiembre o principios de octubre cuando empiecen a reunirse en todas las comunidades las mesas sectoriales (sindicatos y Administración) para ver el nuevo curso. En todo caso, esto debe sernos indiferentes.

¿Por qué hay que mantener la preparación de las oposiciones de Lengua, aunque no haya ese año convocatoria?

Esto es de una sencillez aplastante. Una oposición es una competencia entre aspirantes. Todo el tiempo que dediquemos este año a las oposiciones ya lo tendremos ganado (y por tanto, será una ventaja) sobre otros competidores. No solo eso: la vida no es estática y todo lo que no va hacia delante, va hacia atrás. De la misma manera que una edificación ha de ser mantenida para evitar la erosión, así debe ser vigilado el edificio de nuestros temas y nuestros conocimientos. No avanzar y no hacer nada, supone olvidar. La curva del olvido actúa indefectiblemente sobre nuestros conocimientos si no hay repaso. Además, otros opositores, sí se van a preparar, por lo que no hacerlo es perder posibilidades ante ellos.

No se puede tirar un año a la basura

Por tanto, la pregunta no es si voy a prepararme o no, sino cómo voy a hacerlo. Si quieres la plaza, prepara las oposiciones. No se es opositor cada dos años, sino cada año hasta que se obtiene la plaza. Esta idea hay que interiorizarla. No será el año igual de exigente, pero no podemos tirar un año a la basura. En un año nos da tiempo a hacer una programación excelente con todas sus unidades. Se trata, por tanto, de repartir el esfuerzo de los próximos dos años en esos dos años y no dejar pasar uno en blanco. Tu plaza y tu propio estado anímico te lo agradecerán.

Mi experiencia cuando yo era opositor

Yo puedo hablar de mi propia experiencia. Yo me presenté en los años 1992, 1993, 1994, 1996 y 1998. Como puedes ver, los tres primeros años hubo tres convocatorias seguidas, pero en el curso 94-95 y 96-97 ya se anunció que las convocatorias serían cada dos años. Yo fui plenamente consciente de que esos años la mayor parte de mis adversarios no iban a estudiar ni a hacer nada y me tracé mis propios planes de preparación. Lecturas intensivas, comentarios una vez al mes y repaso semanal de todos los temas (pues para entonces yo ya llevaba los setenta y dos temas en todas las convocatorias).

Una vez al mes aproximadamente quedaba con Jesús Felipe Martínez en su casa para leerle un tema y un par de comentarios y él me los corregía de viva voz interrumpiendo mi lectura. Gracias a esto yo me sentía más contento pues sabía que estaba haciendo lo correcto. Gracias a esto en 1996 me quedé a 0,11 de una de las seis plazas que había en Madrid (no tenía aún suficientes puntos) y en 1998 fui el número 1 de mi tribunal en Córdoba, en el que había trescientos opositores y una sola plaza.

Plantearnos nuestro propio plan de preparación basándonos en las lecciones de las últimas oposiciones de Lengua

Lo primero será partir de las lecciones de estas últimas oposiciones. Lógicamente, cada persona tiene que extraer las suyas. ¿En qué he podido fallar? ¿En qué debo mejorar? ¿Qué responsabilidad hay que cargar sobre el tribunal o sobre el sistema de las oposiciones para que yo no haya obtenido la plaza?

Las lecciones amargas de las últimas oposiciones de Lengua

Las últimas oposiciones nos han dejado lecciones amargas pues, como ya hemos informado en otros artículos y volveremos a la carga en septiembre con esto, los ejercicios en algunas comunidades han resultado improcedentes y/o absolutamente inesperados. Es decir, una de las cosas que se ha demostrado (y esperemos que en esas mesas sectoriales se pongan de manifiesto y se puedan arreglar) es que las personas que ponen los ejercicios en varias comunidades deberían actuar con criterios más lógicos a la hora de seleccionar textos y preguntas.

¿Qué elementos recomendamos potenciar y por qué?

Pero dicho esto, hay que señalar algunos aspectos que pueden, de alguna forma, generalizarse.

Consolidad y ampliar el dominio del temario

Uno es, obviamente, consolidar los temas que ya se tienen (para esto es fundamental seguir nuestro método de repaso por sus excelentes resultados demostrados durante treinta años) y, por otro lado, ganar nuevos temas. Esto debe ir acompañado con diferentes ejercicios de simulacro convenientemente realizados en los que ganemos experiencia en cuanto al dominio del tiempo, la limpieza y presentación del ejercicio y también en cuanto al cuidado de la ortografía.

Cuidado especial con la ortografía

En algunas comunidades, como en Andalucía, la ortografía ha sido una cuestión fundamental. Con cuatro tildes se ha puesto un 0 en el ejercicio, por lo que tener cuidado en este aspecto, que se nos puede pasar, es decisivo. Se trata no solo de hacer una revisión final del ejercicio, sino de tener el hábito de no cometer errores ortográficos. Yo, por ejemplo, pongo todos los signos de puntuación incluso en mis mensajes de Whatsapp y recomiendo esto a todo el mundo como forma de mantenerse alerta ante los errores ortográficos. Será importante, por tanto, tal y como yo hacía con Jesús, realizar regulares ejercicios similares a los de la oposición.

Ojo con los comentarios y ejercicios prácticos novedosos

Mucha atención a lo ocurrido con los comentarios y ejercicios prácticos en las oposiciones de Lengua 2025. Es habitual que cada año aproximadamente el 25% de las comunidades cambien de una forma u otra el ejercicio. Esto ha vuelto a ocurrir en esta ocasión y por ello, cuidar este aspecto es fundamental realizando ejercicios que nos preparen ante todos los escenarios posibles. No olvidemos además, como ya decíamos antes referido a los temas, que el dominio de la gestión del tiempo en el ejercicio ha sido decisivo y lo seguirá siendo y esto solo se alcanza con la práctica.

Desarrollar completamente la programación y sus unidades

Un aspecto que estas oposiciones han demostrado ampliamente es que quienes han alcanzado una alta calificación en la exposición oral ha sido gracias a que llevaban su programación y sus unidades desarrolladas completamente, por lo que dedicar tiempo a esta tarea es muy acertado también.

La importancia de las lecturas en las oposiciones de Lengua

Finalmente, dedicar el tiempo a las lecturas puede resultar también decisivo en las próximas oposiciones de Lengua. Y esto no solo porque podamos reconocer alguna de ellas en el ejercicio práctico, sino porque son los rasgos temáticos y formales de las mismas los que nos van a permitir comprender y memorizar mejor los temas, usarlas como ejemplos en los mismos y hacernos una idea de qué tipo de rasgos genéricos, temáticos y formales tiene cada periodo a la hora de reconocerlo en los comentarios. Por tanto, hacerse un plan de lecturas es imprescindible.

Hacernos nuestro propio plan para las próximas oposiciones de Lengua

Se trata de no ver la preparación como un interruptor encendido cuando hay convocatoria a la vista y apagado cuando no la hay, sino darse cuenta de que preparar las oposiciones de Lengua es un proceso continuo en el que no avanzar es, de facto, retroceder. Por tanto, se trata de examinar nuestras necesidades de cara a los próximos dos años y repartir el esfuerzo entre ellos, de forma que nos sintamos mucho menos agobiados al final. Eso es lo inteligente y lo mejor que podemos hacer. ¡Vamos a ello!