Una opositora excepcional obtiene la plaza en las oposiciones de Lengua
Hoy presentamos la travesía hasta la plaza en las oposiciones de Lengua de Julia Pérez. Cómo verá quien lea la entrada se trata de una persona excepcional. En estos largos meses he podido comprobar personalmente las grandes virtudes que atesora para la docencia y para la vida.
Una fantástica opositora: asertiva y meticulosa
Se trata de una persona muy asertiva y meticulosa. Esto es fantástico para mí. Me gustan los opositores que te escriben muchos correos y que te demandan un trabajo constante. Te suponen mayor esfuerzo, por supuesto, pero son los que suelen obtener la plaza y eso es para mí una felicidad increíble. Cuando un opositor te escribe muchas dudas, eso quiere decir que se toma todo muy en serio, vive la oposición y va a hacer lo posible y lo imposible por obtener la plaza. Me encanta.
Una de las mejores programaciones de las oposiciones de Lengua de este año
Esa meticulosidad se ha expresado en toda su preparación, pero yo, sin duda, destacaría su programación, que ha sido de las mejores que yo he corregido este año. Con todas las actividades de todas las unidades completamente desarrolladas y presentadas como si de un libro de texto se tratara. Una verdadera trabajera, que dicen por aquí.
¡Ha hecho todas las tareas del Curso Total!
Para mí ha sido una opositora excepcional, pues ha hecho absolutamente todas las tareas del Curso Total (y eso es difícil pues nuestros cursos son muy densos) y por eso sé que va a ser una gran profesora. Además, a pesar de tener días mejores y otros peores, siempre se ha levantado con una sonrisa y con una esperanza inquebrantable. Esta fortaleza admirable es la que le ha llevado a la plaza.
Una persona valiente y muy querida
Y ahora, entrando en lo más personal e íntimo, podréis comprobar que es una persona enormemente valiente, pues es capaz de abrir su corazón mostrando sus inquietudes y sus afectos. Sus padres, su hermano y su pareja son elementos imprescindibles en este éxito y ella lo sabe y lo dice. Se trata, además, de una persona que quiere a quienes la quieren y, precisamente por eso se hace querer, como a mí mismo me ha pasado según la he ido conociendo.
Una gran profesora
Estas virtudes hacen de ella una gran profesora, no solo por sus conocimientos, sino por la experiencia de vida que puede transmitir a sus alumnos. Gracias a ella, el sistema público de enseñanza de Andalucía gana un importante efectivo que, de seguro, elevará el nivel del centro en el que imparta su docencia. ¡Enhorabuena para todos!
Os espero en la bahía para dar el consabido paseo en mi balandra, La Hispaniola. ¡Hasta pronto!
Una plaza a la primera
Mi nombre es Julia Pérez, tengo veinticuatro años y he cumplido un sueño: he conseguido mi plaza como profesora de Lengua Castellana y Literatura en tan solo un año. Sin embargo, aunque haya aprobado a la primera, ha habido mucho esfuerzo detrás.
Desde tercero de carrera ya comencé a buscar preparadores
Soy graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Cádiz, pero, antes que filóloga, siempre quise ser profesora. Y es por ello por lo que, ya en tercero de carrera, durante el curso 2021/2022 comencé a buscar preparadores y academias de oposiciones. Ese año fue muy duro para mí y lo único que me animaba a terminar el grado era el deseo de, en el futuro, poder estar en un aula, así que, cuando me topé con la web de Opolengua y con su Ponte a prueba. Me convertí en una fiel seguidora y, semana a semana, leía cada publicación, a pesar de que no me podía presentar aún a las oposiciones porque ni había terminado la carrera ni tampoco el máster. Sin embargo, esto me acercaba un poco al aula, a la enseñanza, conectaba con mi vocación.
Obtener la plaza a la primera en las oposiciones de Lengua es una suerte pero no un regalo.
Como os decía, aprobar a la primera es una suerte, pero no un regalo. Contacté con Eduardo en enero de 2024 y, en julio de ese mismo año, tras finalizar el máster de educación, comencé a estudiar. Para cuando llegó septiembre, llevaba dos temas estudiados.
Mi objetivo era llegar a las oposiciones de Lengua de 2025 con, al menos, la mitad del temario
Mi objetivo era llegar a las oposiciones de 2025 con, al menos, la mitad del temario. Aunque estudié en verano, no fue hasta septiembre cuando empecé a establecer una rutina de estudio que me permitía dedicar entre 6 y 8 horas al día a la preparación. Cada jueves entraba en la plataforma y realizaba absolutamente todos los ejercicios del Curso Total y, sin duda, mi parte favorita era la programación.
He intercambiado con Eduardo cien correos
Durante este año, he intercambiado casi 100 correos (sí, los he contado: ¡vaya pesada!) con Eduardo sobre corrección o dudas de la programación y las unidades. Le dedicaba tanto tiempo a pulir mi propuesta que, para el mes de marzo, la tenía totalmente acabada y podía dedicarme únicamente a afilar detalles. Todo esto, por supuesto, sin dejar a un lado el estudio de los temas, los repasos y la prueba de comentario.
Llegué al día de las oposiciones con más de la mitad del temario estudiado
Para el día del examen, no solo había cumplido mi objetivo, sino que además lo había superado: llegaba con más de la mitad del temario estudiado. Esto fue posible gracias al insuperable método de repasos que, aunque al principio posponía por aburrimiento, pronto entendí que era la única forma de alcanzar el éxito.
El miedo a salir de casa me creaba ansiedad
Sin embargo, lo más duro de preparar la oposición de 2025 no ha sido este año de estudio, en el que por supuesto ha habido momentos de todo tipo: alegrías, llantos, ansiedad, desmotivación, ilusión… No creo que nada de esto os sorprenda si habéis pasado por aquí. Pero sí me gustaría compartir con vosotros un trocito de mi historia personal, por si puede ayudar a alguien: en 2019, cuando tenía que irme fuera de mi pueblo a estudiar la carrera, comencé una batalla contra mí misma. Aunque parezca difícil de creer, a mis 18 años de entonces, nunca había salido de casa: nada de viajes escolares, ningún finde con amigas, ni siquiera una fiesta de pijamas infantil.
Y aquí viene mi enemigo del momento: una ansiedad enorme provocada por el miedo a salir de casa. El primer día que me quedé en el que sería mi piso de estudiantes fui un mar de lágrimas: no quería estar allí, pero sabía que no tenía otra opción. En algún momento tenía que superar el miedo irracional que me suponía el estar lejos de casa, y ese momento era entonces. Por si os lo preguntáis: sí, conseguí superar la ansiedad y todos los temores que mi mente imaginaba pero que, en realidad, no existían. Y, después de lograr algo que me atormentaba y que para cualquiera no es más que una experiencia cotidiana, lo más difícil ya estaba hecho.
Apoyo incondicional de mis padres, mi hermano y mi pareja
Esto fue mucho más sencillo con el apoyo incondicional de mis padres y mi hermano, que también han sido mis pilares durante esta travesía hacia la plaza, junto con mi pareja. Sin ellos, este año hubiera sido mucho más difícil de llevar a cabo, sin su confianza ciega, sus mensajes de ánimo y sus hombros en los que llorar. Del primer día al último. Y, por supuesto, sin la ayuda de Eduardo: atento siempre a los correos de dudas, la corrección exhaustiva de cada una de las entregas y la calidad y el rigor de todo su material de estudio. Aunque contacté con él en 2024,cuando por fin podía prepararme, siempre fue mi elección, desde que lo descubrí en 2021.
Gané la batalla a la ansiedad
Para acabar, contaba antes la historia de la ansiedad porque quien la ha sufrido sabe que nunca te suelta. Y así ha sido también durante este año: una compañera más, a la que a veces he sabido controlar y otras veces me ha controlado ella a mí, pero una vez más he ganado yo.
Y esta es la lección más importante que extraigo de mi año opositando: si ya había lidiado con otras situaciones que en su momento me hacían ver los molinos de viento como gigantes, el estudio y la falta de disciplina no podían ser piedras en mi camino hacia la plaza, y en esto he basado mi motivación de este año: lo que un día fue una debilidad, me hizo más fuerte y me ha empujado a estar sentada, día a día, en el escritorio delante de cientos de folios subrayados con una certeza: una plaza tenía que ser mía.
Una plaza en las oposiciones de Lengua puede ser tuya también
Y a ti, que estás aún en el camino, una plaza también puede ser tuya si es tu decisión vital: la preparación empieza hoy. A por todas y, como dice Eduardo, ¡a por la plaza! Nos vemos en las aulas.