Nuestro blog es absolutamente real. C también lo es, aunque por razones de privacidad ha decidido no compartir su nombre. C es muy generosa y por eso ha decidido compartir su travesía para que pueda servir de inspiración a otras personas que se plantean preparar las oposiciones de Lengua.
Adaptarse a las circunstancias y necesidades de cada persona
Todas las personas que contratan nuestros cursos no son iguales. Cada persona tiene unas circunstancias y unas necesidades diferentes y nosotros intentamos adaptarnos a sus necesidades. Como digo yo siempre, mi función es preparar materiales, resolver dudas, corregir y estar ahí siempre como el Genio de la lámpara de Aladino, dispuesto a ayudar intentando resolver los problemas que siempre en el transcurso de la preparación van a surgir.
Cómo ha conseguido su plaza en las oposiciones de Lengua
C es inteligente, independiente y autónoma. Como veréis más abajo, ha empleado nuestros materiales a fondo, pero no ha seguido todas las tareas del Curso Total ni me ha mandado muchos correos con dudas. Pero le hemos intentado facilitar lo que necesitó durante su travesía estos cinco años y en nuestras encuestas ya en 2020 contestó otorgando la máxima puntuación a nuestro curso. Por fin, ha alcanzado la plaza gracias a su constancia, su capacidad de sacrificio, su inteligencia, el enorme apoyo de su pareja y el sentido común demostrado a la hora de enfrentar las oposiciones de este año (sobre todo, en la prueba de comentario de 2025 en Madrid que, como dijimos desde el principio, era verdaderamente extraña y poco pertinente).
La importancia de la ilusión
Pero tras las duras pruebas que ha tenido que vivir y superar en estos años, con la ilusión de ser feliz con su pareja y su hija en el horizonte, ha conseguido su objetivo: el portus quietis de la plaza en las oposiciones de Lengua. Nosotros estamos muy contentos y agradecidos. Contentos porque estamos convencidos de que esta estabilidad va a contribuir a la felicidad de C. Felices porque sabemos que es una gran docente como atestigua su programación y su día a día en los centros, pues la mueve la pasión de enseñar. Y agradecidos por contar con su testimonio en nuestro blog.
¡Enhorabuena para ella y para todos sus alumnos de la Comunidad de Madrid pues ganan una gran profesora que, con toda seguridad les transmitirá esa pasión por nuestra bellísima área!
Me encanta enseñar y empecé enseñando Alemán
Me encanta enseñar. Aunque no siempre lo he sabido, pues mientras realizaba mis estudios de Filología Alemana renegaba totalmente de la enseñanza. Sin embargo, durante el último año de la carrera empecé a dar clases de Español para extranjeros y fue una experiencia que me cambió: encontré mi pasión.
¿Por qué me decidí por Lengua Castellana y Literatura?
Así que decidí estudiar el Máster del Profesorado y empecé a trabajar como profesora de Alemán en un colegio privado. Durante ocho años fui profesora de Alemán en tres colegios distintos. Impartí docencia en Infantil, Primaria, Secundaria; di clases particulares, en academias, en campamentos… Había encontrado el trabajo que me gustaba, pero había dos aspectos que necesitaba cambiar. Por un lado, las condiciones de la privada no eran las mejores y, además, sentía que al impartir clase en otra lengua no podía conectar con los alumnos como si lo hiciera en su lengua materna. La solución a ambos problemas era opositar para trabajar en la pública por la especialidad de Lengua Castellana y Literatura.
Mi encuentro con Opolengua
De eso hace cinco años. Buscando por internet encontré Opolengua y me pareció un método serio con experiencia y que no solo se basaba en el conocimiento, sino también en la técnica necesaria para afrontar un proceso de oposiciones. Un año antes me había hecho con el temario de una academia que, sinceramente, me había servido de poco, pues aparte de contener temas inabarcables, de poco servía llevar los temas perfectamente sin saber realizar un comentario o hacer una buena programación.
Oposiciones de Lengua 2021: las oposiciones tras la pandemia
El primer año que me presenté, lo hice llena de inseguridades porque era muy consciente de que me enfrentaba a una especialidad que no era la mía. Hasta tal punto fue así, que solo preparé unos veinte temas y no realicé más que un par de comentarios del curso de Opolengua. De la programación ya ni hablamos. Cuál fue mi sorpresa cuando tras realizar la primera parte del examen (el tema y el comentario) aprobé con bastante buena nota. No llevaba la programación preparada, y aunque pasé diez días casi sin dormir intentando prepararla, no logré aprobar. Por supuesto, me acordé de Eduardo, que contempla la preparación de la programación y la defensa desde el primer momento, pero ya sin remedio.
Oposiciones de Lengua 2023: aprobado en estabilización, pero sin plaza
En 2023 me volví a presentar por reposición y estabilización. No me había vuelto a matricular en el curso de Opolengua, pero tenía el temario, había adquirido el método de estudio y los consejos más importantes estaban en mi cabeza. Esa fue una convocatoria muy difícil para mí, ya que mi padre, la persona que más había creído en mí y más me había apoyado junto a mi pareja, había fallecido unos meses antes. Además, acababa de ser mamá y me tuve que incorporar a un instituto para cubrir una baja en los meses de mayo y junio, justo coincidiendo con “la recta final”. Gracias a mi pareja pude sacar algo de tiempo para poder estudiar y presentarme. Caí en reposición porque no me salió ningún tema y tomé malas decisiones en el examen, pero ¡logré aprobar estabilización con más de un 7! Eso sí, no fue suficiente para conseguir la plaza.
2025: el curso definitivo. Mi familia es mi motor
Al año siguiente, ya con una vacante para todo el curso, pensé que lo mejor era dedicar ese año a disfrutar de mi familia, de mi pareja y de mi hija, y coger fuerzas para dar el máximo en la siguiente convocatoria. Llegó septiembre de 2024 y como ya conocía el método de Opolengua y me había dado tan buenos resultados me volví a matricular. Esta tenía que ser mi última convocatoria porque no quería perder más tiempo con mi hija, quería disfrutar con ella y verla crecer. Estar ahí para ella. Ese fue mi motor durante todo el curso, sobre todo los últimos meses antes del examen, en los que sacrifiqué todo el tiempo con ella.
El precio de la plaza en las oposiciones de Lengua: el sacrificio
Después de las clases del instituto me quedaba por las tardes en el departamento para estudiar (ha habido personal de limpieza que me ha visto quedarme dormida encima de los apuntes); volvía a casa para acostar a mi pequeña mientras repasaba los temas o trazaba el plan de estudio para el día siguiente; me quedaba por las noches hasta la una o dos de la madrugada estudiando y los fines de semana los pasaba en la biblioteca. Esta tenía que ser la mía.
El turbulento proceso de oposiciones de Lengua en Madrid y su prueba de comentario
No salí muy contenta de la prueba del comentario, que este año ha sido particularmente extraña, pero creía que tenía alguna posibilidad. Además, al salir me encontré con un mensaje de Eduardo y eso me dio ánimos para afrontar la prueba del tema. Pasé la primera parte y aunque esta vez sí había preparado el grueso de la programación, aún no la tenía pulida. No me lo podía creer, otra vez iba a caer en la última parte. No podía ser. Así que decidí contactar con Eduardo, quien no solo revisó mi programación y me dio algunos consejos muy útiles, sino que también me dio ánimos y esperanzas para poder encarar la defensa con seguridad. Su respuesta fue determinante. ¡Por fin había conseguido mi plaza!
Algo que me parecía inalcanzable se convirtió en realidad: tengo mi plaza
Dos cosas importantes cambiaron en esta convocatoria con respecto a las anteriores. La primera fue la confianza en mí misma, y eso fue en gran parte gracias a ver los resultados que había obtenido con el método de Opolengua. Algo que en un principio se me presentaba como inalcanzable, se fue desgranando y organizando en el curso hasta hacerse asequible. La segunda, fue la feliz decisión de pedir ayuda y encontrar a alguien al otro lado dispuesto a darme ánimos, confianza y buenos consejos.