En los últimos días se han venido sucediendo los procesos opositores. Tiempo habrá para criticar lo que ha ocurrido en algunas comunidades, que en algunos casos ha rozado el ridículo, y en otras la vergüenza. Como dato curioso, que en casi todas hayan aparecido textos de Góngora. Como es lógico hemos guardado estos textos para engrosar nuestro banco de datos para ofrecerlos como práctica en nuestros cursos de comentario del año 2015/2016.
Pero lo más importante es que debemos estar contentos con la preparación de www.opolengua.com porque en todos los ejercicios prácticos de todas las comunidades se ha demostrado que habíamos preparado suficientemente las cuestiones planteadas. Tanto las preguntas de Madrid, filológicas, las referidas a la fonología de un soneto, la sintaxis o la identificación de obras están en los contenidos de nuestros cursos. También los ejercicios más generales como los de La Rioja y Castilla León han sido preparados por nosotros. En este sentido, yo estoy muy contento de haber dado en el clavo una vez más preparando sesiones monográficas dedicadas a a cada uno de estos temas.
Siempre se puede mejorar, desde luego, y de eso se tratará en el próximo año donde ofertaremos nuevos cursos de comentario, con nuevos textos y dejando un apartado para una batería de textos corregidos para que el opositor tenga una amplia gama de textos que consultar antes de hacer su práctica el temido día D.
Aclarado este aspecto que es el realmente más importante para mí porque es el que puedo controlar, no quiero acabar el post sin solidarizarme desde aquí con las críticas de muchos opositores que me han hecho llegar sus dudas y quejas estos días.
Es cierto, que la improvisación, la falta de rigor y en ocasiones incluso la negligencia se han dado cita en la organización de los exámenes.
¿Para cuándo habrá un nuevo modelo de acceso riguroso, objetivo y profesionalizado? ¿Es esta la mejor forma de seleccionar al profesorado? Todo el mundo está de acuerdo en que no es así, pero desafortunadamente en España, la educación es materia de conflicto político desde siempre por lo que lo realmente importante que es dar rigor y estabilidad al sistema, no se ha conseguido nunca.
No es la pretensión de este post de todas formas abundar en los errores sino explicar algunas cosas que son comunes en las oposiciones y que en estos días se manifiestan:
1- ¿Por qué las bolas salen correlativas? Pues esto es sencillo. La razón es que los tribunales introducen las bolas justo antes del sorteo en el bombo o en la bolsa y para cerciorarse de que están todas lo hacen por orden de forma que al no mover mucho la bolsa o el bombo (que suelen ser muy pequeños, de loterías baratas compradas en los chinos) las bolas salen seguidas.
2- ¿Por qué hay tantas imprecisiones y dudas en los tribunales? Pues esto es menos fácil de explicar. Muchos miembros del tribunal van a disgusto a las pruebas y están nerviosos. Eso es injustificable pero es así. Si el presidente tiene aplomo, les indica qué deben hacer y estos le obedecen sin dudar. Si el presidente no tiene aplomo, todo funciona fatal. Es triste que sea así, pero así es.
3- ¿Por qué hay tantos rumores entre los opositores? Porque la gente tiene miedo y el miedo es absolutamente contagioso. La oposición es como un barco que está en medio de un temporal, azotado por las olas en mitad de la noche. Cuando alguien dice que ha oído ruido de agua, en pocos minutos ya se dice que el barco está hundiéndose. Es por tanto muy importante tener un referente seguro y experimentado que nos permita distinguir lo fundamental de lo que puede ser humo. Esa es la labor precisamente que intentamos hacer desde aquí.
4- ¿Hay filtraciones? Puede haberlas, sí. Pero pensemos con la cabeza, por favor. Si una academia hace una filtración y dice explícitamente a sus alumnos que va a caer tal o cual texto, automáticamente eso se extiende como un reguero de pólvora porque esos alumnos tienen amigos y familiares a quienes lo cuentan. Eso no funciona así. Si hay filtración es de tipo personal, a un amigo o familiar muy íntimo que se sabe que no dirá nada. Este año se dijo en Madrid que iba a caer Cervantes y no cayó. Se mostraron unos criterios que estaban colgados en un foro de educación madrileño y que sí pudieron servir años anteriores o este para guiar la corrección de la prueba. Pero desdramaticemos: estos criterios eran lógicos. No había nada raro. Eran los mismos criterios de sentido común que aparecen en las correcciones que yo hago en www.opolengua.com. Así pues por tanto, no dramaticemos con este aspecto.
Lo fundamental por tanto, como decía en un principio, es que nuestro enfoque se ha demostrado correcto y que hemos servido de ayuda a los opositores para encarar la prueba. Estoy muy contento por ello.
Prometo además para el curso que viene una mejora sustancial del curso de comentario para adaptarlo aún más a las necesidades de la prueba del temido día D.
Siguiendo con nuestro lema de que nunca caminarás sola.
Saludos y ánimo.