¡Ponte a prueba! 5/2016 (Solución)

¡Ponte a prueba! 5/2016 (Solución)

Ponte a prueba

 

 

 

 

 

 

El texto planteado este fin de semana pertenecía a una novela de culto: 2666 del escritor chileno Roberto Bolaño (1953-2003) que es de difícil clasificación genérica. En mi opinión es destacable su poderoso estilo del que es muestra este fragmento. Se trata de un fragmento en el que se mezclan con acierto el estilo directo libre, el estilo directo, el estilo indirecto y el estilo indirecto libre. Es decir, yo haría girar el comentario lingüístico en torno a la introducción de voces en la tipología narrativa. Observemos los verbos en pretérito indefinido (Seaman empezó hablando…)

PELIGRO. Contra lo que todos (o buena parte de los feligreses) esperaban, Seaman empezó hablando de su infancia en California. Dijo para los que no conocen California, ésta a lo que más se parecía era a una isla encantada. Tal cual. Es igual que en las películas, pero mejor. La gente vive en casas sola planta y no en edificios, dijo, y acto seguido se extendió en una comparación entre casas de una sola planta o a lo sumo de dos y edificios de cuatro o cinco plantas en donde el ascensor un día está estropeado y otro día fuera de servicio. En lo único en que los edificios no salían desfavorablemente parados era en las distancias. Un barrio de edificios acorta las distancias, dijo. Todo queda más cerca. Puedes ir caminando a comprar la comida o puedes caminar hasta el bar más próximo (aquí le guiñó un ojo al reverendo Foster), o hasta la iglesia de tu congregación más próxima, o hasta un museo. Es decir, no tienes que coger un coche. Ni siquiera tienes necesidad de tener coche. Y aquí se extendió con una serie de estadísticas sobre accidentes automovilísticos mortales en un condado de Detroit y en un condado de Los Ángeles. Y eso que es en Detroit donde se fabrican, y no en Los Ángeles.

Saludos y ánimo para todos.