Ha pasado ya la Navidad, una fecha que marca el inicio de la carrera hacia el día D. Ahora es normal que tengamos la sensación de que nos queda poco tiempo. Pero tampoco hay que agobiarse. Del 12 de enero al 20 de junio (fecha en la que se suele iniciar la oposición en las diferentes comunidades) hay 21 semanas. Y en 21 semanas se pueden hacer muchas cosas.
Lo primero que hace falta es poner nuestro motor en marcha con rapidez y llevarlo a pleno funcionamiento con celeridad. Ya no hay tiempo para la pereza o las excusas. Es ahora cuando hay que echar mano de nuestra fuerza de voluntad e irnos exigiendo más tiempo y sacrificio de forma paulatina. Buscar ratos de tiempo que no habíamos tocado o incluso sacrificar media hora de sueño diaria si es que ello es posible. No se trata de estar cansados durante todo el día sino de probar si con media hora menos somos capaces de funcionar igual- Si es así, adelante. También habrá otras bolsas de tiempo en nuestra vida esperando que nuestro sacrificio las convierta en tiempo de estudio y preparación. Es nuestro cometido buscarlas y liberarlas.
Así pues esta semana es buena para buscar esas bolsas de tiempo y también para ponernos en marcha a tope haciendo un repaso algo más intenso de todos los temas que llevemos. Tomar conciencia de cuál es nuestra posición.
Para conseguir esto es muy importante tener fe en la consecución de nuestros objetivos. Al final ese objetivo último es la plaza, pero puede tener puntos intermedios: entrar en listas, aprobar los exámenes o tener nuestro primer contacto con las oposiciones. No se trata tampoco de cercenarnos nosotros mismos las posibilidades. Yo he preparado a muchos opositores que no esperaban obtener la plaza a la primera y, sin embargo, lo han hecho. Sabemos que con la legislación actual y las plazas ofertadas en esta ocasión, la cosa será difícil si no se tienen años de antigüedad, pero no imposible. Debemos ser conscientes de que nuestro objetivo último es la plaza para pelear por él. Proyectar mentalmente, imaginar cómo será nuestra vida cuando ese objetivo se haya alcanzado.
Habrá momentos duros, seguro. Y en esas ocasiones, recordar nuestro objetivo y a las personas que nos apoyan, nos ayudará sin duda a mantenernos firmes y seguros de lo que hacemos.
Finalmente es preciso pergeñar un plan serio y realista de lo que podemos y no podemos conseguir en el tiempo que nos queda. A ello nos dedicaremos, una vez vista la situación a lo largo de esta semana, durante la semana entrante.