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Resistiremos

Durante la última semana, he ido recibiendo diferentes mensajes de opositores un poco desalentados. Es comprensible. Son ya muchos meses de preparación y eso deja sus secuelas. Se acerca el momento de la prueba y eso genera sus tensiones. ¿Servirá para algo todo lo que he estudiado? ¿No será todo una gran pérdida de tiempo?
A esto hay que añadir la situación real en que se mueven las oposiciones en España y que yo analicé en las dos últimas entradas. Para un opositor libre y sin experiencia, obtener la plaza es muy complicado. Ante un panorama así, con tanto esfuerzo hecho y por hacer y con una perspectiva de futuro tan gris, ¿cómo no desesperarse? ¿acaso es justo, pensarán muchos, pasarse meses y meses estudiando sabiendo que obtener la plaza es tan difícil?
Me voy a la piscina. Procuro hacer ejercicio a diario. Y lo recomiendo a mis opositores siempre. Está demostrado que el ejercicio, el cansancio físico, ayuda a la recuperación mental. Yo lo he hecho toda mi vida y siempre me ha funcionado. A mayor tensión, mayor dosis de ejercicio. No falla. Y además, correr o nadar, actividades inicialmente aburridas, se convierten en un momento estupendo para reflexionar, para analizar la realidad.
Y mientras nadaba, me he visto otra vez con veinticinco años, estudiando sin saber muy bien a dónde me dirigía. Un mal trabajo en la privada, tensiones laborales y un camino incierto: las oposiciones. Y aposté. Aposté por mí y aposté por el estudio. Y al final, tras muchos esfuerzos, conseguí, a pesar de todo, llegar a la meta. Así que me he dicho que debía transmitir también un mensaje de esperanza, de resistencia, en estos momentos duros que siempre aparecen en la oposición. Siempre hay un sol para los que luchan. Siempre hay un mar para los que resisten. Resistiremos.
Vamos a hacer acopio de ideas positivas. La primera: es importante plantearse el crecimiento personal. Yo siempre lo hacía y siempre lo hago. ¿Estoy creciendo como ser humano gracias al estudio? ¿Sé más, soy una persona más firme y decidida desde que empecé a estudiar? Si la respuesta es sí, ya tenemos un motivo para el orgullo.
En segundo lugar y muy importante. Las condiciones son malas, pero a nadie le han regalado nunca nada. Yo particularmente, estoy muy orgulloso de haber sacado la plaza en una situación como la actual y después de haber sufrido cinco años. Aunque parezca mentira, cuando una persona obtiene la plaza en un año (como ha ocurrido en 2008 y 2010) me da una enorme pena porque no sabe lo que se ha perdido de crecimiento personal. Puede parecer extraño pero es así. Ante la adversidad, orgullo legítimo de ser humano. Estamos orgullosos.
En tercer lugar, quizá no haya sitio para la plaza, pero se abren oportunidades de trabajo. Cincuenta plazas, aunque acaben siendo todas para interinos con los cinco años de antigüedad cubiertos, quieren decir a la vez, cincuenta nuevas plazas de trabajo interinas que se cubrirán con gente nueva. Hay esperanza de trabajar y hay que pelear con ella. Como yo digo siempre, la oposición es una llamada (de Dios o de la suerte según seamos creyentes o no), para la que debemos estar preparados. Que no se produzca la llamada y no estemos preparados, por favor. Cuando la cosa se pone difícil, la consigna debe ser “siempre alerta”. Lo estaremos.
Por otro lado, una llamada a la esperanza. La mayor parte de las personas que se presentan a las oposiciones no han estudiado casi nada. No se han preparado. Nosotros sí. Y eso es una ventaja enorme. Estamos preparados para la prueba.
Y ahora ya pasemos a lo que en la práctica debemos hacer: Hay que mirar en las bases de las oposiciones como se pondera la experiencia y la antigüedad, leer qué porcentaje da la fase de oposición (los exámenes) y qué porcentaje da el concurso (los méritos). Hay que enterarse de cómo se organizan las listas de interinos y ver si es por antigüedad o por méritos. Y finalmente, hay que enterarse de qué defienden los partidos políticos sobre este tema y votar en consecuencia. ¿Quién aprobó que las listas se organizaran de una forma u otra? ¿Quién aprobó esas leyes? ¿Qué prometen los partidos políticos en las siguientes elecciones sobre este tema? Al final, la solución a esta cuestión es política y son los partidos quienes crean los decretos de acceso y la ordenación de listas. Yo, de hecho, y siempre lo recuerdo. Comencé a trabajar en 1994 porque un gobierno decidió cambiar las listas de interinidad. Actuar con coherencia es importante siempre. Y actuaremos.
Y para acabar, un canto a la fe. Al final, la oposición pone en cuestión muchas virtudes del ser humano: entendimiento, voluntad, memoria… Pero lo que realmente pone a prueba es la fe. La capacidad de levantarse todas las mañanas y ver en la lucha contra los apuntes el futuro personal. Ver donde no hay nada. Ver el sueño en las tinieblas. Y eso es fe. Lo que distingue a quienes triunfan siempre es la fe. Solo en la fe está el verdadero triunfo personal. Lo demás es regalo que no vale nada, porque las cosas tienen valor (que no precio) en función de lo que cuestan. Yo estoy seguro que tú eres una de esas personas capaz de levantarte y ver tu futuro en las tinieblas. Lo veremos.
Quienes resisten, triunfan. Siempre ha sido así y siempre lo será. Esa es toda una lección de vida. No hay en la historia de la humanidad nadie que haya escrito una página gloriosa que no tuviera fe en sí mismo. ¿Qué somos sin ella? Orgullo y fe. La oposición es el crisol que nos permite crecer. Mirada al cielo. El futuro es nuestro. Resistiremos.