Oposiciones de Lengua castellana y literatura. Ponte a prueba 25/2016 (Solución)

Oposiciones de Lengua castellana y literatura. Ponte a prueba 25/2016 (Solución)

Como ya decíamos el viernes pasado, el martes 3 en nuestro Curso de comentario de www.opolengua.com trataremos el tema del comentario dramático y sus elementos. No es el tipo de comentario más usual, pero no hay tampoco que desdeñarlo pues en ocasiones ha salido. De hecho, emplearemos, como siempre, algunos fragmentos de textos que aparecieron en exámenes reales en algunas comunidades.

¿Y qué mejor que calentar motores con un texto dramático? Además ha habido varias personas que han contestado acertadamente a nuestra pregunta. Erika Marrero acertó la época, movimiento literario y autor. Lope de Vega, creador del teatro nacional. Maite de Cuartillo,  Gala González y Cristina Alonso acertaron incluso la obra: La dama boba. Es esta una comedia de capa y espada que a mí me parece bastante divertida por su enredo y sus diálogos. El fragmento en cuestión pertenece al final del tercer acto, cuando la boba Finea esconde a su galán Laurencio en el desván y éste es descubierto por el padre, Octavio. Es importante recordar que situar el fragmento en el comentario es lo que va a decidir al tribunal a puntuarnos más por conocer la obra. Si solo indicamos el título, el tribunal puede entender que se trata simplemente de que nos acordamos del nombre de los personajes. Esto es mejor que no identificar la obra y algo  mejor que identificar solamente el autor. Pero insistimos, si podemos relacionar el fragmento con la obra, habremos dado un paso más adelante. Y eso, como siempre decimos en nuestros cursos, se consigue leyendo y comentando. Y consiguiendo que nos corrijan nuestros comentarios para identificar nuestros errores.

Sale con la espada desnuda OCTAVIO, siguiendo a LAURENCIO,

FINEA, CLARA y PEDRO

OCTAVIO:

¡Mil vidas he de quitar

a quien el honor me roba!

LAURENCIO:

¡Detened la espada, Octavio!

Yo soy, que estoy con mi esposa.

FENISO:

¿Es Laurencio?

LAURENCIO:

¿No lo veis?

OCTAVIO:

¿Quién pudiera ser agora,

sino Laurencio, mi infamia?

FINEA:

Pues, padre, ¿de qué se enoja?

OCTAVIO:

¡Oh, infame! ¿No me dijiste

que el dueño de mi deshonra

estaba en Toledo?

FINEA:

Padre,

si aqueste desván se nombra

“Toledo,” verdad le dije.

Alto está, pero no importa;

que más lo estaba el Alcázar

y la Puente de Segovia

y hubo Juanelos que a él

subieron agua sin sogas.

¿El no me mandó esconder?

Pues suya es la culpa toda.

Sola en un desván, ¡mal año!

Ya sabe que soy medrosa…

OCTAVIO:

¡Cortaréle aquella lengua!

¡Rasgaréle aquella boca!

MISENO:

Esto es caso sin remedio.

NISE:

¡Y la Clara socarrona,

que llevaba los gazapos!…

CLARA:

Mandómelo mi señora…

MISENO:

Octavio, vos sois discreto;

ya sabéis que tanto monta

cortar como desatar.

OCTAVIO:

¿Cuál me aconsejéis que escoja?

MISENO:

Desatar.