Éxito en Cataluña 2021: La historia de fe y sacrificio de Íngrid Peiró Pous

Éxito en Cataluña 2021: La historia de fe y sacrificio de Íngrid Peiró Pous

Con gran alegría podemos lanzar hoy este mensaje de trabajo, ilusión y esperanza. Íngrid Peiró Pous ha obtenido su plaza en las oposiciones celebradas en Cataluña. No hay mayor alegría que esta como preparador. Yo recuerdo el día que saqué mi plaza perfectamente. Me dio tal subidón que me compré un coche como premio a seis años de duro esfuerzo. Y las celebraciones con pareja, amigos y familiares… En fin. Comprendo perfectamente lo que supone y me alegro de contribuir aunque sea mínimamente al sueño de otras personas.

Por otro lado, la historia de Ingrid me parece muy ilustrativa porque muestra los obstáculos que ha tenido que sortear, los sufrimientos (incluso físicos) que ha padecido y cómo se ha sobrepuesto a todo y con una fe inquebrantable ha logrado su meta. Creo que es, verdaderamente, un ejemplo admirable a seguir y estoy seguro de que, no solo, explicará a sus alumnos fenomenalmente los contenidos de nuestra área, sino que será siempre una autoridad moral para ellos, pues a todas estas virtudes une la de ser una gran persona.

Este es el mensaje de Íngrid. Los titulares del mismo son míos.

Hoy puedo decir que he aprobado las oposiciones de profesorado en Cataluña y que, al sobrar plazas, todos los aprobados conseguiremos una.

¿Cómo comenzó mi preparación de las oposiciones?

Ha sido un proceso muy extraño y duro que comenzó hace aproximadamente un año y medio. Decidí prepararme para la Comunidad Valenciana (donde vivo) y para Cataluña, así que la preparación integral de Opolengua me convenció. El inicio significó la entrada a un mundo desconocido, pero el asesoramiento de Eduardo López y de todo su equipo me ayudó mucho a ubicarme. También fue de gran ayuda presentarme a las oposiciones celebradas en junio del 2019 en Valencia, aunque sin ningún tema preparado ni ninguna experiencia en las oposiciones, para observar cómo se desarrollaba el proceso.
Cuando, en julio del 2019, empecé a prepararme, comencé poco a poco a aumentar mis horas de dedicación, incluso decidí no trabajar y centrarme exclusivamente en el estudio.

Estudiar oposiciones cercada por la enfermedad

Y así fueron pasando los meses hasta que en marzo de 2020 llegó la pandemia. En ese momento llevaba 15 temas estudiados, además de tener bastante claro cómo realizar los comentarios y tener la programación y las unidades prácticamente terminadas.
La pandemia no vino sola, sino que estuvo acompañada del aplazamiento de las oposiciones y, en mi caso, del inicio de una enfermedad llamada “hidrocefalia” a la que yo aún no le ponía nombre y que me provocaba terribles dolores de cabeza a diario. Todo junto hizo que mis ánimos empezaran a decaer y que el ritmo de estudio bajara tanto que al final dejé de estudiar y de repasar. No obstante, continué con la programación y las unidades hasta terminarlas del todo. Con respecto a los dolores de cabeza, fui a varios médicos y todo apuntaba a que se trataba de migraña, así que empecé a buscar remedios, pero sabiendo que era algo que no me iba a matar.

Las oposiciones de Cataluña: ¡8,1!

Cuando anunciaron que las oposiciones de Cataluña se retomarían en septiembre, tuve que ponerme las pilas y preparar la defensa de la programación y las unidades, que en esta comunidad son la primera fase. Saqué un 8’1. Pero ese 8’1 significaba que debía retomar aquellos 15 temas que tenía olvidados desde hacía meses.

Compatibilizar trabajo, estudio y enfermedad

En ese momento yo ya estaba trabajando como interina en un instituto, y sumado a la falta de ritmo en el estudio y a los dolores de cabeza, llegué a diciembre con solo 6 temas repasados. Los exámenes eran el 9 de enero y tenía pensado aprovechar todas las Navidades para repasar hasta llegar a los 15. Pero todo el plan se truncó cuando, una semana antes de Navidad, empecé a ver distorsionado y a marearme. Aquello ya no podía ser tan solo migraña, así que fui al oftalmólogo y ese mismo día me ingresaron en el hospital. Como podréis imaginar, me llevé todos los apuntes, pero el hospital no es el mejor lugar para estudiar, y menos cuando no sabes exactamente qué es lo que te pasa ni cómo se va a solucionar. Pruebas y más pruebas hasta que descubrieron que tenía hidrocefalia y que me tenían que operar. Yo preguntaba a los médicos si podía estudiar mientras esperaba a la intervención y si llegaría a presentarme a los exámenes. La respuesta siempre era la misma: “Ahora debes estar tranquila y el estudio no te va a ayudar. Esto va para largo, así que olvídate de las oposiciones”. Y eso hice: olvidarme de estudiar, aunque con la pena de saber que perdía una gran oportunidad.

Presentarse el día 23 de enero a las pruebas de oposición de forma justificada

Llegó el día 3 de enero, en el que me operaron, y el día 5 me dieron el alta, aunque debía continuar mi recuperación en casa. El día 9 era la segunda fase de la oposición y por momentos tuve la esperanza de poder presentarme, pero en mi estado de salud era imposible. Durante aquellos días recibí un mensaje de Eduardo deseándome suerte para la prueba y le relaté todo lo ocurrido. Como siempre, fue muy atento y me llamó para aconsejarme. Al final decidí solicitar al tribunal participar en la segunda convocatoria, reservada para casos justificados que no pudieran presentarse a la primera. Esa convocatoria era el día 23, y tres días antes recibí el “sí” como que podría presentarme. Esas dos semanas entre la primera y la segunda convocatoria fueron intensas, ya que no paré de repasar los 10 temas que tenía más frescos y el supuesto práctico.

La calificación de 8,4 y la plaza: ¡el premio al esfuerzo!

El día 23 una familiar me tuvo que acompañar hasta la puerta del instituto en el que se realizaba la oposición, ya que aún no estaba del todo bien para ir sola. Así, hasta arriba de medicación, pude realizar los dos exámenes saliendo con buena sensación.
Esta semana han salido los resultados y ¡estoy aprobada con un 8’4! Aún no me lo creo, pero tendré una plaza. El esfuerzo ha valido la pena y, si yo he podido, ¿por qué no vas a poder tú?
Un abrazo y gracias a todo el equipo de Opolengua.