lengua castellana, te ayudamos con las oposiciones
Opolengua contacto de instagram

Determinación en las oposiciones de Lengua. Laura Juárez (Comunidad Valenciana)

Laura Juarez. Opolengua. Preparador de Lengua

Plaza en las oposiciones de Lengua con veinticuatro años y al primer intento

Me llamo Laura Juárez, tengo veinticuatro años y he conseguido plaza de profesora de Lengua Castellana y Literatura quedando tercera de mi tribunal. Era la primera vez que me presentaba. Sé que parece el comienzo de la típica historia que te cuentan cuando estás opositando y que tanta frustración genera (“pues yo conozco a alguien que a la primera se la sacó…”). Pero es real. Totalmente real, aunque me cueste creérmelo. Eso sí, hay mucho trabajo detrás.

Ya en segundo de Bachillerato (2018) sabía que las oposiciones de Lengua de 2025 eran mi objetivo

Desde que estaba en segundo de Bachillerato (2018) sabía que las oposiciones 2025 de Lengua eran mi objetivo. Cada paso que iba a dar estaba encaminado a ello. Salí de la carrera en 2022 y directamente hice el máster de Educación. Recuerdo lo nerviosa que me ponía al escuchar hablar de las oposiciones en clase o contar los meses que quedaban.

En 2024 entré en contacto con la docencia en el instituto

Estuve trabajando en una academia hasta que en febrero de 2024 entré en la bolsa de Latín (tengo la mención en Filología Clásica). Y justo ahí supe que tenía que empezar a prepararme porque dar clase en un instituto era tan increíble como lo había imaginado y quería que ese fuera mi trabajo. 

La búsqueda de un preparador para las oposiciones de Lengua: Opolengua

Justo cuando entré a trabajar en el instituto empecé a buscar preparador para las oposiciones 2025. Quedaba más de un año, pero me daba igual. Al ser la primera vez que me enfrentaba a esto, no quería que el tiempo se me echara encima, así que empecé a hacer las primeras sesiones de Opolengua. Pero claro, cuando llegó el final de curso, con sus evaluaciones finales, informes de tutoría y demás burocracia, tuve que hacer una pausa que duró hasta septiembre. 

Cuando el 1 de septiembre me senté en el escritorio, sabía que no iba a dejar de estudiar hasta el día de antes del examen. Y así fue.

Mi pareja, mis condiciones de estudio y mi esfuerzo han sido la clave

Mis condiciones de estudio han sido relativamente buenas: un sitio tranquilo donde estudiar; una pareja que me apoya sin dudarlo… Pero combinar trabajo (a 45 minutos de casa en coche) y estudio ha resultado ser tremendamente complicado. Toda mi rutina giraba en torno a estudiar: preparar clases corriendo; comer corriendo; entrenar corriendo; vivir corriendo para asegurarme de que estudiaba todo lo que podía. Y hay días en que eso significaba estudiar solo 1 hora porque mi mente estaba agotada.

También hubo momentos de duda al estudiar las oposiciones de Lengua

Pero lo más duro era, sin duda, los días en los que creía que estaba perdiendo el tiempo; que era imposible sacarlo a la primera; que yo sabía menos que el resto porque me faltaba experiencia. También la presión económica y laboral, porque en la Comunidad Valenciana no hay manera de subir en la bolsa por puntos. O sacas plaza, o te quedan años de recorrer institutos sin la certeza de que al siguiente año tendrás vacante.

He aprendido que puedo cumplir cualquier cosa que me proponga

He aprendido que puedo cumplir cualquier cosa que me proponga. Tener el objetivo sacarme la plaza sonaba tan inviable que cada vez que se me pasaba por la mente la posibilidad de que fuera cierto dudaba de mí misma y de mi capacidad.

Ah, y he entendido que debo confiar en mi criterio, por encima de todo. Porque yo sabía que el primer texto del práctico era La Lozana andaluza y no lo puse porque no confié totalmente en mí. Aun así debí hacerlo bien porque fui cuarta de mi tribunal en la primera parte. Nunca más me volverá a pasar.

¿Cómo me ha ayudado Opolengua?

Eduardo siempre está detrás. Desde el primer día que contacté con él sabía que iba a estar respaldada. Yo ya tenía hábito de estudio porque, en realidad, llevaba sin dejar de estudiar desde los 12 años. De hecho, creía que en lo que al método de estudio se refería  no iba a descubrir nada nuevo. Pues todo lo contrario. El método de Opolengua es infalible. Sé con total certeza que pasarán años y me seguiré acordando de los puntos de los esquemas del archivo. 

Eduardo contesta emails, da igual que sea el quinto del día o que sean las 23:00 de un domingo. Corrige, ayuda y acompaña. Y estaré siempre muy agradecida.

La enseñanza de este maravilloso viaje ha sido aprender a creer en mí

Tengo 24 años y estoy segura de que no soy totalmente consciente del impacto vital que esta plaza tendrá en mi vida. Creo hacerme una idea, pero sé que me daré cuenta con el paso del tiempo. Pero lo que sí sé es que, si pudiera hablar con Laura de hace un año, le daría un abrazo y le diría: “confía”. 

Cada lágrima; cada hora de escritorio; cada día en que le aseguraba a mi pareja o a mis padres que iba a dejar la oposición ha tenido una recompensa muy valiosa: aprender a creer en mí. Porque la plaza es el objetivo cumplido, pero el aprendizaje y la madurez son un éxito vital. Así que, si me estás leyendo, sigue, hasta el final.

Antes de irme, te dejo por aquí una cita de Sanderson que me ha acompañado este año:

Vida antes que muerte. Fuerza antes que debilidad. Viaje antes que destino.

¡Nos vemos en las aulas!