lengua castellana, te ayudamos con las oposiciones
Opolengua contacto de instagram

Mari Carmen Gutiérrez Luque (Andalucía): 45 años, tres hijos, un padre y un gran marido.

Opolengua. Oposiciones de Lengua. Mari Carmen Gutiérrez Luque.

La pasión de la enseñanza

Hola: mi nombre es Mari Carmen Gutiérrez. La docencia siempre ha sido mi pasión, me presenté en 2006, pero saqué un 4,89 en la primera prueba. Después comencé a trabajar en una empresa privada de mi pueblo y nacieron mis tres hijos. Pero la pasión me llamaba y en 2020 decidí dejar mi trabajo para poder preparar las oposiciones de Lengua de 2021. Además, el destino hizo que ese mismo curso me estrenara como profesora, ya que me asignaron un puesto de “Apoyo Covid”, pues en 2017 abrieron la bolsa extraordinaria y yo me había apuntado, aunque nunca pensé que me llamarían. Pero lo hicieron. A partir de empezar a trabajar, tuve más claro mi objetivo: sacar la plaza.

En 2021 contacté con Opolengua

En 2021 no tuve suerte y en agosto de ese mismo año contacté con Eduardo y comencé a estudiar y me matriculé en un máster en septiembre de 2021. En esa época mi madre falleció tras una dura enfermedad y estudiar, aunque parezca mentira, me sirvió de terapia. Aprobé las oposiciones de 2023 y 2024, pero sin plaza, y durante ese tiempo hice otro máster.

He preparado las oposiciones de Lengua todos los días

He preparado las oposiciones de Lengua todos los días. Unos días, ocho horas; otros días, cuatro horas y otros, dos horas; siempre en función de las circunstancias familiares que se presentaran. Pero he aprovechado al máximo cada minuto de estudio, al máximo. Todos estos años me he despertado a las cinco de la madrugada para poder estudiar, trabajar y dedicar tiempo a mi familia todas las tardes (unos días más horas y otros menos).

¡La segunda de mi tribunal!

Este año el trabajo de estos cursos ha dado sus frutos y he sido la segunda de mi tribunal, obteniendo la plaza. Aún me cuesta asimilar cómo he sido capaz de lograrlo con 45 años, tres hijos, trabajando a una hora de mi casa y cuidando a mi padre.

Las oposiciones de Lengua han sido una travesía muy dura

Este camino ha sido muy duro. En él, como he dicho antes, perdí a mi madre y mi padre enfermó el pasado verano. Además, le he robado tiempo a mi familia para poder estudiar, por lo que su apoyo ha sido crucial y esta plaza es tanto mía como de ellos.

Hay que afrontar la vida con una sonrisa

Pero todo sacrificio tiene su recompensa y a día de hoy puedo decir que todo tropiezo en la vida tiene una enseñanza. Hay que sacar el lado bueno de lo que nos sucede y no rendirse jamás. Hay que afrontar la vida con una sonrisa porque los momentos malos llegan solos y no debemos preocuparnos innecesariamente: si tenemos salud, podemos lograr nuestros objetivos, antes o después.

Lo importante es no rendirse

Además, para llegar aquí he contado con la ayuda de Eduardo. Sin su preparación (temas, programación, lecturas, comentario vivo…) y experiencia no lo hubiera logrado. Han sido cuatro años que me han servido, no solo para obtener la plaza, sino para ser mejor docente y comprobar que conseguir la plaza no tiene por qué ser a la primera: lo importante es no rendirse. Yo he llevado el ritmo de preparación que me han permitido mis circunstancias personales y familiares, pero contando siempre con su apoyo y comprensión.

Los sueños se hacen realidad

Así que aquí estoy con 45 años, mamá de tres niños, trabajando a una hora de mi casa y cuidando a mi padre, y logrando la plaza (después de tres años consecutivos aprobando). No vale rendirse, todo esfuerzo tiene su recompensa. Si se trabaja y se lucha, tarde o temprano, los sueños se hacen realidad.