Hoy traemos el testimonio de Rocío Manzano Castro, una profesora vocacional cuya travesía en las oposiciones de Lengua es muy significativa pues demuestra, como no, las virtudes que atesora como persona y, por tanto, como docente, y también algunos rasgos diferenciales de nuestros cursos. Rocío ha demostrado una constancia invencible. Sus ocho horas y media diarias de docencia, su hora de gimnasio y sus tres o cuatro horas de estudio suponen que, con traslados, desayuno, comida y cena, prácticamente ha dedicado todo su tiempo a la preparación.
Rocío ha demostrado una fe en sí misma y en sus propuestas verdaderamente encomiable. Incluso cuando nosotros la hemos animado a que su programación fuera más ecléctica, introduciendo en ella elementos más tradicionales que equilibraran su carácter fuertemente innovador, ella apostó por seguir su propuesta pedagógica hasta el final, obteniendo un gran éxito con ella. También ha demostrado su determinación y asertividad al reclamar la nota del comentario, pues sin haber hecho eso, vista como han sido las oposiciones de Madrid, no hubiera aprobado. Por todo ello, y por su saber y simpatía, que con toda seguridad engancharán a su alumnado, Rocío va a ser una magnífica profesora que servirá al sistema público de enseñanza de la Comunidad de Madrid durante muchos años. ¡Enhorabuena para todos!
Por otro lado, la travesía de Rocío en las oposiciones de Lengua también demuestra cómo actuamos nosotros. Ella ha realizado el Curso Total con gran aprovechamiento, realizando gran parte de sus tareas, lo que ayuda mucho, lógicamente, a obtener la plaza. En Opolengua hacemos cursos densos y exigentes, con muchas tareas y correcciones, de forma que su realización suponga una plataforma de lanzamiento para alcanzar la plaza. Nosotros lanzamos a nuestros opositores la consigna de reclamar, pues lo ocurrido en Madrid, demostraba que en los propios tribunales existían fuertes contradicciones acerca del acierto del examen y sus criterios de evaluación. Y, por otro lado, nos ponemos a disposición del opositor para alentar y monitorizar su travesía siempre dándole nuestro punto de vista, pero respetando siempre también su libertad y apoyando sus decisiones.
Una profesora vocacional
Mi nombre es Rocío, y aunque tengo solo 24 años, se podría decir que llevo toda la vida dando clase. Empecé a los 16 años siendo profesora particular, y hasta ocho años después he continuado curso a curso formándome en esta profesión.
Siempre he sido una gran lectora–mi madre, cuando era pequeña, me castigaba sin leer–y fue esa gran afición lo que me hizo estudiar la carrera de mis sueños.
Hice la carrera de Estudios Hispánicos con la meta clara: dedicarme a la docencia. Cuando terminé, cursé el Máster de Profesorado en la misma universidad, la Universidad Autónoma de Madrid. Terminé en el año 2023, y sabiendo que quedaban dos años para poder presentarme a las oposiciones, empecé a estudiar por mi cuenta.
Mis primeras oposiciones de Lengua, curso 2023-2024
Durante el curso 2023-2024 trabajé como profesora de Inglés en una academia y traté de prepararme de manera autónoma, pero me costaba mucho retener los temas que iba estudiando. No sabía cómo preparar la prueba de comentario y escribía la programación a ciegas.
Curso Total 2025: una inversión para obtener la plaza en las oposiciones de Lengua
Cuando me encontré con Opolengua, en mayo de 2024, supe que debía aprovechar la oportunidad. El contratar el Curso Total supuso una fuerte inversión, pero viéndolo ahora con perspectiva, no pudo merecer más la pena.
La importancia del esfuerzo y la disciplina en las oposiciones de Lengua
Este curso 2024-2025 he trabajado como profesora de Lengua y de Latín en un centro educativo privado. Mi jornada laboral era de 8:30-17:00, por lo que, para poder estudiar unas 3 o 4 horas por la tarde, me levantaba a las 6:30 para ir al gimnasio. Ha sido la disciplina y la mirada hacia el futuro lo que me ha impulsado a no salirme de esta rutina.
El Curso Total de Eduardo es intenso y no precisamente fácil. Requiere mucha constancia, repetición de tareas, y días buenos y malos. Lo más duro para mí han sido los días de repaso, aunque a la larga, creo que han sido la clave para llegar a conseguir la plaza.
26 temas estudiados y un 9,47… ¡la mejor nota de mi tribunal!
Llegué a junio con 26 temas estudiados. No eran muchos, teniendo en cuenta que hay 72: tenía un 80% de posibilidades de que cayera alguna bola que me sabía. Decidí confiar en la suerte y finalmente cayeron dos que conocía: el tema 1 y el tema 14. Decidí escribir el tema 1 y saqué un 9,47, ¡la mejor nota de mi tribunal!
Decepción en el comentario: ¡justo para pasar a la siguiente fase!
Con la prueba de comentario, no tuve tanta suerte. Cierto es que no realicé todos los del curso de Eduardo, y tenía mis puntos fuertes y débiles. En estas oposiciones de Lengua, además, jugué con la desventaja de que no existían puntuaciones intermedias. En este punto llegó una gran desilusión: obtuve un 2,52, y la media ponderada me salía suspensa. Decidí reclamar y me subieron al 3,11, ¡justo para pasar a la siguiente fase!
Una programación muy innovadora y un 7,44: tercera de mi tribunal
En cuanto a la programación, decidí aportar un toque más “moderno” que el que me había recomendado Eduardo. Fue una decisión arriesgada, ya que dependía de la opinión de los miembros del tribunal. Jamás me había enfrentado a una encerrona, y no salí satisfecha de la defensa. Sin embargo, cuando salieron las notas, me llevé una gran alegría: mi nota era de 7,44, y me coloqué como la tercera de mi tribunal.
¡Mi agradecimiento a Opolengua!
A la espera del listado definitivo de plazas en estas oposiciones de Lengua 2025, no tengo sino palabras de agradecimiento para todo el equipo de Opolengua. Gracias por los materiales, recursos, explicaciones y correcciones, pero sobre todo gracias por la resolución de dudas y por todo el acompañamiento en el proceso.
¡Gracias por animarme y también por exigirme, porque gracias a vosotros he logrado aprobar las oposiciones de Lengua a la primera y cumplir mi sueño!









