Ya queda poco. Unas cuantas semanas. Ocho. Ahora es cuando se acumulan con más fuerza las tensiones, los miedos, las incertidumbres.
Estamos más irascibles, más inquietos. Tenemos más dificultades para concentrarnos y para dormir.
Nos angustiamos porque pensamos que esas sensaciones están haciendo que rindamos menos e incluso nos pueden llegar a paralizar en estas ocho semanos o aún peor, el día D,.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero es no culpabilizarse. Todo lo que estamos sintiendo es normal. Son muchas horas de esfuerzo y es sólo un par de horas el que nos va a permitir demostrar lo que sabemos. Nos jugamos muchos. Es normal que sintamos ansiedad. Si no la sentimos, es cuando podemos considerarnos extraños. Yo al menos la sentía y no he conocido a nadie que no la haya sentido. Por tanto, nada de sentimientos de culpa.
Pero por otro lado, ¿qué podemos hacer?
Mi consejo es que realicemos actividades que nos distraigan de la oposición, que hagan que nuestra mente se evada de la oposición durante un rato al día, preferentemente como forma de finalizar la jornada.
Yo hacía deporte casi a diario durante una hora y me machacaba físicamente de forma que se me olvidara durante ese rato la oposición. A su vez, ese cansancio me facilitaba el sueño. Los fines de semana, en mi partido de fútbol, liberaba un montón de tensiones gritando y peleando por ganar el partido. Me sentía vacío y feliz tras el pitido final. Eso me ayudó mucho.
También ayuda el sexo. Obviamente liberamos endorfinas y nuestra mente se tiene que liberar sí o sí para alcanzar el orgasmo. También lo recomiendo como antídoto contra la ansiedad.
Otras personas emplean la meditación. También me parece una forma interesante de luchar contra la angustia pues libera nuestra mente.
Ir a la playa o a la montaña, si las tenemos cerca, es una muy buena manera de relajarse porque se trata de espacios abiertos y solitarios donde la propia naturaleza nos invita a la serenidad. Para quienes no tengan esa oportunidad, un paseo por un parque agradable cada tarde puede resultar también muy relajante.
Otras personas pasean, hablan con su pareja o amigos, salen a la calle un rato. En fin, cada uno de nosotros tenemos que atender a que actividad o hobby puede ayudarnos a salir del círculo vicioso de la angustia.
Una vez encontrada esta actividad, debe considerarse sagrada. Es decir, ni en los peores momentos debemos dejar de hacerla porque eso jugará contra nosotros. A menos liberación cerebral, más angustia. Un circulo vicioso que no nos lleva a ningún sitio.
Hacer actividades de este tipo y confiar en nuestro estudio es el mejor antídoto contra una ansiedad que siempre va a aparecer ahora.
Saludos y mucho ánimo para todos.
Gracias Eduardo!!! La voz de la experiencia ?