Ponte a prueba 12/2023(Solución)

Ponte a prueba 12/2023(Solución)

Ponte a prueba. Logo Opolengua

Hoy comenzamos una extraña semana con acueducto incorporado que para algunos es puente. Para nosotros este lunes es el inicio de una nueva semana en la que vamos a proseguir con nuestros tres cursos activos (Curso Total, Curso Opolengua 2 y Curso Opolengua 2023) y, como siempre, comenzamos la semana de trabajo con la solución de nuestro ¡Ponte a prueba!, el acertijo amable que proponemos como piedra de toque para que las esforzadas y valiente personas que preparan la prueba de comentario de texto de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura puedan calibrar su competencia literaria reconociendo un texto.

Ya señalamos el viernes que este texto tenía rasgos filológicos y literarios muy característicos que nos conducían a una época y a un movimiento muy concreto, aunque resultase más complicado reconocer o acertar la obra. Pero, a pesar de la dificultad, nuestros seguidores han dado con la clave.

Y así Alba Rico Quer acierta al señalar la época (siglo XIII) y el movimiento (el mester de clerecía). Verónica Prezioso y Eva López Santuy, por su parte, aciertan al adscribirla al género hagiográfico y reconocer su autoría. Y finalmente Lydia P García y David González Garrido hacen pleno al reconocer de forma precisa la obra. ¡Enhorabuena a todos ellos y ojalá que el día D tengan la misma suerte!

Y es que, efectivamente, se trataba de las estrofas 51-67 de la Vida de santo Domingo de Silos (cc. 1235) de nuestro primer poeta conocido, Gonzalo de Berceo (1198- después de 1264).

Y nada más por hoy. Mañana volveremos con nuestra entrada de análisis. Feliz semana de estudio. Saludos y ánimo.

Dicié: «Aï, ¡mesquino! si non camio logar,
lo que yo non querría avrélo a cempellar;
el lino cabel fuego malo es de guardar,
suelen grandes periglos de tal cosa manar.

Si yo peco en otre, de Dios seré reptado,
si en mí pecar’ otre temo seré culpado;
más me vale buscar logar más apartado,
mejor me será esso que bevir en poblado.

Los que a Dios quisieron dar natural servicio,
por amor que podiessen guardarse de tot vicio,
essa vida ficieron la que yo fer cobdicio,
si guardarme quisiere el Don que dixo: ‘Sicio’.

En los primeros tiempos nuestros antecessores,
que de Sancta Eglesia fueron cimentadores,
de tal vida quisieron facerse sofridores,
sufrieron sed e famne, eladas e ardores.

Sant Johan el Babtista, luego en su niñez,
ab-renuncïó el vino, sizra, carne e pez;
fuyó a los desiertos onde ganó tal prez
cual non dizrié nul omne nin alto nin refez.

Antonio el buen padre e Paulo su calaño,
el que fue, como dicen, primero ermitaño,
visquieron en el yermo, un desierto estraño,
non comiendo pan bueno nin vistiendo buen paño.

María, egipciaca, pecadriz sin mesura,
moró mucho en yermo, logar de grand pavura;
redimió sus pecados sufriendo vida dura,
qui vive en tal vida es de buena ventura.

El confessor precioso, que es nuestro vecino,
san Millán el caboso, de los pobres padrino,
andando por los yermos y abrió el camino,
por ond subió al Cielo do non entra merino.

El su maestro bueno, san Felices clamado,
qui yacié en Billivio en la cueva cerrado,
fo ermitaño vero, en bondad acabado,
el maestro fue bueno e nudrió buen criado.

Esos fueron sin dubda omnes bien acordados,
qui por salvar las almas dejaron los poblados;
visquieron por los yermos mezquinos e lazrados,
por ent facen virtudes onde son adorados.

Muchos foron los padres que ficieron tal vida,
yace en Vitas Patrum d’ellos una partida;
toda gloria del mundo avienla aborrida
por ganar en los Cielos alegría complida.

El Salvador del mundo, que por nos carne priso,
de que fo bateado, cuando ayunar quiso,
por a nos dar enxiemplo al desierto se miso,
ende salió el demon, mas fo ent mal repiso.

Los monges de Egipto, compañas beneditas,
por quebrantar sus carnes faciense heremitas;
tenién las voluntades en coraçón más fitas,
fueron de tales omnes muchas cartas escriptas.

Yo pecador mesquino, en poblado, ¿qué fago?
Bien como e bien bevo, bien visto e bien yago;
de bevir en tal guisa sabe Dios non me pago,
ca trae esta vida un astroso falago.»

El sacerdot precioso, en qui todos fiavan,
desamparó a Cañas do mucho lo amavan,
parientes e amigos que mucho li costavan,
alçose a los yermos do omnes non moraban.

Cuando se vio solo del pueblo apartado,
folgó como si fuesse de fiebre terminado;
rendié gracias a Cristo que lo avié guiado,
non tenié, bien sepades, pora cena pescado.

El hermitaño nuevo diose a grand lazerio,
faciendo muchas prieces, reçando su salterio,
diciendo bien sus oras, todo su ministerio,
dávalis a las carnes poco de refrigerio.