Ponte a prueba 27/2023 (Solución)

Ponte a prueba 27/2023 (Solución)

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Finalizó la Semana Santa. La hemos dedicado a estudiar o a descansar, pero ya ha pasado. Toca ahora encarar con fuerza las últimas semanas de preparación. Son decisivas, pues en ellas hay que afianzar los temas, preparar definitivamente el comentario y ajustar bien la programación. Lo vamos a hacer todo y lo vamos a hacer bien. Con fuerza y pensamiento positivo. ¡Y comenzamos ya! Hoy es lunes y eso quiere decir que hoy publicamos en www.opolengua.com la solución de nuestro ¡Ponte a prueba!, el acertijo ameno y útil que pretende ayudar a preparar las pruebas  de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura a las personas que se enfrentan a ellas con tremendo esfuerzo, generosidad y valor.

Decíamos el Viernes de Dolores que traíamos un texto muy importante en nuestra literatura y la respuesta obtenida certifica nuestra reflexión. Han sido muchos los acertantes y con tremenda seguridad, lo que es una muestra evidente de que, pasados ochenta años desde su publicación, se trata de una novela que se ha anclado ya en el canon de la literatura hispánica del siglo XX. 

Y así, varios participantes han señalado la obra sin lugar a dudas, como José Manuel Serrano Valero, Lydia P García, Eva López Santuy, María Pilar Carbonero Muñoz y Verónica Prezioso. Incluso algunos participantes han situado el fragmento dentro de la obra, lo cual es aún mejor, pues demuestra al tribunal nuestro dominio de la misma. Ese ha sido el caso de Sara Piélagos Martín, Sandy Rose, Nathalie Marañón y Adrián Gómez Acosta. Así que hay que admirar de nuevo la competencia literaria de nuestros participantes. ¡Enhorabuena a todos y ojalá que el día D tengan la misma suerte!

Y es que, efectivamente, se trataba del inicio de de La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela (1916-2002) .

Y nada más por hoy. Saludos y ánimo.

Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya. Nací hace ya muchos años —lo menos cincuenta y cinco— en un pueblo perdido por la provincia de Badajoz; el pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo, agachado sobre una carretera lisa y larga como un día sin pan, lisa y larga como los días —de una lisura y una largura como usted para su bien, no puede ni figurarse— de un condenado a muerte.