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Un preparador de Lengua enfadado: el curso 2011-2012

Bitácora de Uriarte. Preparador de Lengua. Eduardo L Prieto

El curso 2011-2012 fue quizá uno de los más intensos y duros de toda mi trayectoria como preparador de Lengua. Y eso porque tuve que escribir un nuevo temario que finalmente no se llegó a poner en práctica y, sobre todo, porque, por primera y única vez en la historia, se suspendieron unas oposiciones de Lengua ya convocadas. De esta rocambolesca historia generada por nuestros políticos trata el artículo de hoy. Además de esto, como diría Umbral, hoy hablo de la novela que voy a publicar en Navidad: El espíritu de la frontera.

La crisis política marcó todo el curso 

Durante el verano de 2011 España estuvo a punto de ser intervenida por la Unión Europea, tal y como había pasado con Grecia e Italia. La canciller alemana exigía un control del gasto público que España no estaba haciendo e incluso llamó al presidente Zapatero para llamarle al orden. El resultado fue la bajada de sueldos de los funcionarios e incluso un cambio en la Constitución para impedir el déficit. Yo, como preparador de Lengua, estaba preocupado porque sabía que una intervención comunitaria podía suponer la congelación de las oposiciones o cosas aún peores (en Grecia y Portugal tuvieron que despedir profesores). Finalmente, se convocaron elecciones para el 20 de noviembre de 2011. 

El espíritu de la frontera

Y eso que el año, a nivel personal, comenzaba bien. Aproveché el verano de 2011 para finalizar una larga novela que había comenzado en Gante en agosto de 2005. El espíritu de la frontera. Se trata de una novela-saga muy larga. Las peripecias que esa novela ha sufrido en los últimos trece años dan para escribir un artículo más largo y, de hecho, lo haremos en el blog de la editorial que estamos montando: Gratia et Amore. El caso es que aprovecho para anunciar la inminente publicación del primer tomo (son tres) de la misma estas próximas navidades. Este año cumplo veinticinco años como preparador de Lengua y quiero regalarles la novela a todas las personas que han pasado por mis cursos y me la pidan.

Comienzo del curso en el Andrés Benítez

Mi fama como preparador de Lengua en las provincias de Cádiz y Sevilla no había dejado de crecer y eran muchas las personas que se interesaban por mi curso, que es la base del actual Curso Total. Aquel año decidí proseguir en el IES Andrés Benítez. Me llevaba bien con el director y podía elegir las aulas que desease para llevar a cabo las sesiones. Aquel año formé tres grupos, tal y como había ocurrido en 2010. Y decidí ponerles nombres literarios: Lope, Calderón y Tirso de Molina. Asistían en total unas treinta y seis personas. A algunas las he perdido la pista. De ellas que yo sepa, diecisiete son hoy funcionarias. 

Ilusiones del curso en septiembre

Aunque todos teníamos grandes ilusiones depositadas en este curso, yo tuve que bajar la situación a ras de suelo. La situación económica de España y las medidas del Gobierno llevarían a que no se convocasen muchas plazas. Además, habría elecciones y todo apuntaba a que ganaría el PP. 

El nuevo temario: un desastre de improvisación del Gobierno

El Gobierno además había anunciado la publicación de un nuevo temario. Como preparador de Lengua, era un temario que me gustaba. Eran 75 temas divididos en cuatro o cinco epígrafes. La oposición iba a ser más justa porque además de salir varias bolas para contestar una, habría que contestar cinco de esos epígrafes. El examen iba a ser más difícil y más justo al aparecer más preguntas teóricas. Estudié el temario a fondo y este fue el resultado. 

Temas idénticos, que no hay que reescribir11 temas
Temas que se pueden hacer a partir de otros antiguos 11 temas
Temas que sufrirán importantes modificaciones48 temas
Temas completamente nuevos 5 temas

El caso es que, por el adelanto electoral, no era seguro que el temario acabara aprobándose, pero si ganaba el PSOE sí se aprobaría y aplicaría en junio. Aquello era una locura gestada por los políticos. Yo ya había asistido a un cambio de temario. Lo había hecho el Gobierno PSOE de Felipe González en 1993 y había sido hecho con sentido común y más de un año de antelación. Esto que hacía el Gobierno Zapatero era una verdadera chapuza. No se puede empezar un curso de oposiciones y cambiar el temario en mitad del mismo. 

Los opositores de Lengua tuvieron que funcionar con dos temarios a la vez

Yo, como preparador de Lengua, les dije que íbamos a seguir con el temario antiguo, pero que no se preocuparan porque redactaría también el nuevo. Así que les entregué, como siempre, al iniciar el curso el temario completo (que es el que aún usamos, el de 1993). Para mí fue un año de locura. Trabajé más horas que un reloj para tener listos los dos temas semanales del temario nuevo que les había prometido a punto. Al llegar las vacaciones de Navidad les había entregado 23 temas nuevos.

La publicación del nuevo temario

El 20 de noviembre, el PP obtuvo la victoria. El Gobierno del PSOE se mantendría en el poder hasta enero, en que sería el traspaso de poderes. Y se dio una situación aún más rocambolesca, porque el 28 de diciembre de 2011, no sé si porque era el día de los Inocentes, el Gobierno Zapatero, más de un mes después de perder las elecciones, publicó el nuevo temario. Yo no lo podía creer. Y lo más gracioso del temario de Lengua es que había varios temas repetidos y alguno erróneo y tuvieron que volverlo a publicar para quitar las erratas. Como persona no me lo podía creer, y como preparador de Lengua, menos.

La ilusión de los opositores se mantenía, aunque algo mermada

Lógicamente, la primera medida que tomó el nuevo ministro de Educación, fue volver al temario antiguo alegando que los opositores no podían preparar un temario en seis meses. Sentido común. También anunció que habría oposiciones en 2012, pero solamente con la tasa de reposición. Es decir, cada comunidad podría convocar tan solo las plazas derivadas de las jubilaciones. Eso quería decir que habría muy pocas plazas. Para garantizar esto sacó un Real Decreto el 30 de diciembre de 2011.

Las oposiciones de Lengua suspendidas en Andalucía

La Junta de Andalucía convocó en febrero 2389 plazas y el Gobierno de Rajo rechazó la convocatoria por considerar que superaba los límites establecidos y llevó el conflicto al Constitucional Y llegó el 21 de abril de 2012 y el Consitucional suspendió cautelarmente las oposiciones andaluzas. Aquello fue el jarro de agua fría más grande que he vivido como preparador de Lengua. 33000 opositores se quedaron sin realizar el examen después de estudiar meses. Entre ellos, la treintena de personas que preparaba yo. Lógicamente, les ofrecí la devolución del dinero a aquellos que quisieran abandonar la preparación, pero casi todos siguieron viniendo a las sesiones que se dedicaron, sobre todo, al comentario. Pero, lógicamente, el ambiente era de tristeza. Yo les dije la verdad y es que al año siguiente las listas de interinos, por pura lógica, iban a correr mucho más y que eso quería decir que les podrían llamar. 

Mi rabia como preparador de Lengua

Aquello me dio una rabia tremenda. La Junta no tenía que haber convocado más plazas que las permitidas. ¿Por qué convocó más? Pues en mi opinión porque había elecciones andaluzas en marzo de 2012 y la Junta quería ir a esas elecciones en mitad de un conflicto con el PP para usarlo como arma electoral (como así fue) durante la campaña, erigiéndose en defensores de la escuela pública. El PP andaluz, en vez de explicar lo que pensaba hacer, guardó silencio. Y perdió las elecciones andaluzas… Y luego, casi como una rabieta, anuló las oposiciones. El resultado fue una frustración tremenda para mi grupo y para mí, como preparador de Lengua. Esa ha sido la única vez en la historia que no ha habido oposiciones. Y la culpa, claramente, fue de los políticos. No se puede tratar así a la población y a los opositores, como si fueran juguetes.

La alegría por mi nuevo instituto

Pero había motivos para la alegría también. Después de sufrir dos años una situación de acoso laboral, llegar a un centro como el IES Francisco Javier de Uriarte y encontrarte a un conserje como Guillermo, a unos alumnos respetuosos y una directora como Rocío, la mejor con la que yo he trabajado, fue un bálsamo. Rocío es una persona que jamás juzgaba, que siempre escuchaba a todas las personas, alentaba las iniciativas y siempre intentaba ayudarte. En síntesis, mi sintonía con ella fue enorme desde el primer momento y eso supuso para mí una bendición de Dios. Lo primero que hice fue crear un nuevo blog: La bitácora de Uriarte. Esta fue su primera entrada. Por fin podía dar clases como yo quería, guiado por el sentido común y sin tener conflictos con nadie. Aleluya.