Hoy estoy un poco molesto y voy a manifestarlo. En estos días se está desarrollando una moción de censura. Se supone que se deben plantear propuestas sobre los problemas más graves de la sociedad. Salen entre las propuestas del candidato la nacionalización de Bankia, nuevas leyes contra la corrupción y hasta la «recuperación del mundo rural». El presidente da datos y más datos., Oiga: ¿y del sistema educativo, qué? ¿O es que no es un problema para ustedes? ¿No se cansan de repetir que la educación es una prioridad?
Pues nada. Del sistema educativo y de las oposiciones, nada. Esta es la realidad. Mientras sigue funcionando una comisión de educación por la que van pasando expertos y expertos (creo que profesores de instituto no ha pasado ninguno), mientras se han derogado los aspectos de la LOMCE más señalados (como sus reválidas) y mientras se está negociando con sindicatos y autonomías un nuevo marco para las oposiciones, nada de nada. Ni una propuesta del candidato en relación con todo esto. Ni una palabra concreta del presidente en su respuesta sobre el problema educativo y las oposiciones (que son las dos caras de la misma moneda).
¿Acaso no nos merecemos los opositores y los profesores en general que nuestra problemática aparezca en una moción de censura? ¿No se cansan de decir unos y otros que su prioridad es la educación? ¿Acaso no se cansan de decir que los profesores son la piedra angular del sistema educativo? ¿Por qué entonces no hay unas propuestas claras sobre el particular? ¿Por qué se deja todo para negociaciones con escasa transparencia con los sindicatos y administraciones autonómicas.
España ha cambiado su ley educativa cinco veces en menos de veinte años. Eso, además de que es una muestra evidentísima del fracaso de todas y cada una de ellas, tiene unas consecuencias y unas víctimas. La perpetuación de un sistema que nos ha llevado a las peores posiciones del Informe Pisa es una lacra para la sociedad española en su conjunto, que sufren a diario alumnos y profesores. El modelo de acceso a la docencia es la clave de la mejora del sistema educativo, pues la pieza fundamental del mismo son justamente los profesores y las oposiciones son la puerta para formar parte del colectivo. Es el director de recursos humanos de la empresa, persona clave en la selección de trabajadores.
Pues de todo esto creo yo que se debería haber dicho algo ayer, pues lo que está en juego es el futuro de toda la sociedad. Creo que la sociedad y los profesores necesitamos un debate abierto con argumentos lógicos, luz y taquígrafos y no comisiones ministeriales donde los líderes sindicales y los consejeros autonómicos defienden sus intereses y los de sus representados sin argumentos o con argumentos que no se atreverían a hacer públicos. Eso es lo que explica que nuestras oposiciones se hayan regido desde los años ochenta por los bandazos, los intereses ocultos y las presiones a corto plazo, Y no, como debería ser, por los intereses de toda la sociedad.
Desgraciadamente a todo esto no dio respuesta ningún representante. Para mí fue triste ver que nadie aludía a la educación salvo para las grandes palabras. Decir «educación» no es decir nada. Es en las letras pequeñas y en los argumentos en donde está la vida. Y ellos salvo leer esas grandes palabras (que quizá no son suyas, pues es patético también ver que todos hacían discursos escritos, reflejando su calidad oratoria) no dijeron nada sustantivo.
Todo para el secretismo y el pacto oculto. Nada para la claridad y para la sociedad. Y mientras, los opositores estudiando.
Al final, como siempre decimos, esas pequeñas palabras, esas pequeñas frases con las que construimos cada tema sobre el Quijote, o sobre el sintagma nominal, son la verdad de la educación y de las oposiciones. Esas pequeñas palabras son nuestra cotidianidad y nuestro terreno. Ahí es donde tenemos que refugiarnos para crecer. Y ahí es donde nos hacemos fuertes. Así que: dolor porque la educación sea lo que es para los políticos actuales y fuerza para que las pequeñas palabras que conforman la verdad de la literatura y la lengua acaben triunfando.
Saludos y ánimo para todos los opositores.