lengua castellana, te ayudamos con las oposiciones
Opolengua contacto de instagram

Un preparador de Lengua innovador: el curso 2008-2009

Opolengua. Preparador de Lengua.

Se sabía positivamente que en 2009 no habría oposiciones, pues estas estaban fijadas para 2010, pero tras el éxito de las oposiciones de 2008, con muchísimos aprobados y personas con plaza, muchas de las cuales no eran de Filología Hispánica, mi fama como preparador de Lengua en la provincia de Cádiz y Sevilla creció exponencialmente. Esas personas tenían familiares, amigos de la facultad, conocidos y compañeros de trabajo en los institutos donde habían dado clase. El resultado fue que durante el verano de 2008 recibí la llamada de muchas personas que querían preparar la oposición a dos años vista.

Preparación de la oposición de Lengua a dos años vista

Ese fue el elemento fundamental que me planteé ese curso como preparador de Lengua: diseñar una preparación de las oposiciones de Lengua a dos años vista. En realidad, y de ahí vino más adelante el Curso Opolengua Oro, no hay mejor preparación que este porque permite abarcar muchísimos más temas y completar acertadamente los diferentes apartados de las oposiciones. 

Dos grupos de opositores

Aquel año vinieron a mis grupos, que siguieron celebrándose en mi casa, veintidós personas, de las cuales una (Lourdes) era una jienense a la que preparaba por Internet en la embrionaria Opolengua (que ya se llamaba así en mis archivos), dos eran de Sevilla y el resto eran gaditanos. Nueve eran interinos y otros trece no. Había dos periodistas, uno de Comunicación Audiovisual, uno de Religión y una de Filología Clásica. Es decir, casi el 25% de los opositores no eran de Filología Hispánica. Salvo uno de ellos, que acabó abandonando las oposiciones, hoy todos son funcionarios de carrera.

Fue además el primer año que preparé una persona que no se presentaría para la especialidad de Lengua, sino de Geografía e Historia. Era el novio de la amiga de una de las periodistas aprobadas en 2008. Hoy día es funcionario de carrera. Por tanto, había dos grupos: uno de once personas y otro de diez. Desgraciadamente, no tengo en mis archivos de preparador de Lengua quiénes formaban cada uno de los grupos.

El curso 2009 resultó exitoso

Como preparador de Lengua, acabé el curso muy satisfecho del trabajo realizado por ambos grupos, pues las sesiones de preparación se desarrollaron tal y como se había planeado. Las próximas oposiciones iban a seguir teniendo dos pruebas no eliminatorias, por lo que todos los opositores realizarían un tema en dos horas (saliendo del sorteo cinco bolas) y expondrían oralmente una programación y una unidad didáctica (salvo los interinos, que sustituirían esto por un informe). Así pues, hacíamos en cada sesión un control con técnicas parecidas a las que hoy realizamos en los cursos de Opolengua los autocontroles, un examen mensual y explicaciones sobre la programación y exposiciones orales todas las semanas. 

El curso 2009 y sus innovaciones

Además de esto, mi mayor preocupación era la de preparar de forma óptima a personas que no habían dado una clase en su vida, como ocurría con todas las personas que no habían hecho Filología. una innovación consistió en que yo empecé a incluir fragmentos grabados en mis propias clases en el instituto de Bornos (tal y como luego haría en mi siguiente instituto), por lo que las personas que no eran interinos (recordemos que eran trece), podían ver de forma explícita cómo yo realizaba diferentes actividades docentes. De ahí surgió luego la idea del Curso de Prácticas Didácticas que como preparador de Lengua está incluido en el Curso Opolengua Oro y en el Curso Total Premium.

La reaparición del famoso Rafael

A principios de octubre tuve una desagradable entrevista en el IES El Convento. Una de las interinas de Lengua que ya habían destacado por sus escasas ganas de trabajar obtuvo la plaza gracias al sistema impuesto por el Gobierno. Llevaba más de veinte años de interina, pero ahora, por fin, sacó la plaza. Yo, como jefe de Departamento de Lengua, tenía que supervisar su fase de prácticas y la Delegación mandó una persona para dirigir sus prácticas también y pidió entrevistarse conmigo.

Nos metimos en el despacho de la Jefatura de Estudios los dos solos y, sin mácula de vergüenza, me dijo: “Bueno, aquí vamos a estar tranquilos. Los dos conocemos a X y sabemos que va a superar la fase sin problemas. Yo la conozco desde que era niña, porque somos del mismo pueblo de Córdoba. Esto es un mero trámite, como cuando vamos de tribunal a las oposiciones.” Yo, al oír esto, no pude contenerme en mi orgullo como preparadro de Lengua y le dije con tono destemplado. “Hombre, como las oposiciones no. Las oposiciones son una cosa muy seria. De trámite nada.”  Y entonces caí en cómo me había dicho que se llamaba: Rafael. Y dije, tate, este es el preparador y presidente de tribunal corrupto del que tanta gente hablaba. Investigué y, efectivamente, era él.

El curso en el instituto de Bornos. El blog de la Biblioteca del Convento

Lo más positivo de aquel curso en el IES El Convento fue la creación de mi blog, La biblioteca del convento, que aún sigue en pie. A lo largo de su existencia activa, los cursos 2008-2009, 2009-2010 y 2010-2011 (año en que me trasladé) realicé centenares de entradas. Le di mucha importancia al comentario de texto, a la elaboración de los apuntes de los diferentes cursos que impartí y también a las reseñas de cursos. Todos esos materiales eran luego utilizados por mí como preparador de Lengua, ya que uno de los elementos que enseñaba en las clases de las oposiciones era justamente cómo crear y usar un blog de nuestra asignatura.  

El surgimiento de Opohispania

Este año fue también el primero en el que yo empecé a soñar con la idea de ampliar los métodos de Opolengua a otras asignaturas. Creé para ello una web a la que llamé Opohispania. Para ello se necesitaban preparadores. Yo ya estaba como preparador de Lengua, pero pensé que al menos necesitaba preparadores de Matemáticas, Biología, Geografía e Historia. Hablé con los compañeros del instituto que me parecían serios y preparados, pero nadie quería dar un paso al frente. Yo, de todas formas, insistí, buscando preparadores en toda ocasión. Pero hacer un temario original, requisito que yo ponía como imprescindible, no es tan fácil.

Ahí tomé conciencia yo de las diferencias que existían entre mí y el de la mayor parte de mis compañeros en cuanto a laboriosidad y preparación. Poquísimas personas habían sacado su plaza como yo, sabiéndose todo el temario. Y casi ninguna tenía hecho por si mismo un temario completo.

El premio de aquel año fue el nacimiento de mi segunda hija

Aquel año no hubo vacaciones, sino algo mucho mejor. Dios me vino a dar una preciosa segunda hija. No podía tener aquel curso un broche mejor.