Este artículo trata sobre la influencia que puede tener la preparación de las oposiciones de Lengua con el posterior desempeño de un docente y, más en concreto, con la disciplina escolar. Se trata de un tema muy importante porque según el último informe del Defensor del profesor del sindicato ANPE 2023, el 22% de los docentes informa de faltas de respeto de los alumnos, el 21% de problemas para dar clase y otro 20% de falsas acusaciones. Un 7% informa de agresiones…
Mis inicios: mayo del 68 y prohibido prohibir
Como profesor de Lengua durante casi treinta años de mi vida, pasé varias fases en cuanto a mi actitud en torno a la disciplina y el control de la clase. Mis primeros años eran herencia de mi educación basada en el mayo del 68 (no en vano había estudiado en el colegio Siglo XXI y el Colegio Montserrat, los mismos en que estudiaron Irene Montero y Pablo Iglesias) y el lema allí era “prohibido prohibir”.
¿Cómo ha de ser una clase de Lengua?
Poco a poco fui concibiendo mis propias ideas pedagógicas y llevando a la práctica métodos que me garantizaran dar la clase en las condiciones que yo considero óptimas para enseñar nuestra asignatura. Atención del alumnado, laboriosidad silenciosa, escucha activa, respeto, cordialidad, compañerismo, etc. Es decir, las condiciones laborales que me hacían llegar al trabajo todos los días de buen humor para disfrutar con mis alumnos una de las cosas que me apasiona: enseñar literatura.
Cualquiera puede además ver que esto es cierto. Basta con entrar en mi blog de La Hispaniola y ver mis clases grabadas. Hay decenas de horas de clase en las que se dan explicaciones, resolución de ejercicios, comentarios y coloquios sobre las lecturas obligatorias con los alumnos. En ellas se advierten los rasgos que hemos dicho: silencio, escucha activa, laboriosidad, compañerismo, cordialidad, etc.
Cómo sobrevivir a la ESO y ser feliz
Como forma de difundir mis métodos de disciplina, escribí y publiqué un libro llamado “Cómo sobrevivir a la ESO y ser feliz”. Creo que el título es lo suficientemente significativo como para darse cuenta de cuáles son sus intenciones. Enseñar es una actividad preciosa. Los profesores somos quienes debemos pasar el testigo de la cultura occidental a las nuevas generaciones. Esa labor, que es sagrada, debe hacerse de forma que nos produzca felicidad y no tensión, ansiedad y angustia. No merece la pena estar toda la vida sufriendo.
Mi aportación como preparador de Lengua
Como preparador de Lengua también puedo contribuir a la felicidad futura de las personas que me leen o contratan mis cursos. ¿De qué forma?
La importancia de almacenar los conocimientos que debemos transmitir a los alumnos
Lo primero es concienciando a los opositores de la importancia de almacenar los conocimientos que deberán transmitir a los alumnos. Todo eso de que a clase vamos a aprender no es más que una bonita falacia, pues quienes van a clase a aprender no somos nosotros, sino los alumnos. Si fuera así, deberíamos pagar nosotros nuestro sueldo a ellos, porque convendremos en que hay que tener mucha cara para ir a aprender de nuestros alumnos y encima cobrarles. en vez de cobrar y ellos llevarse el sueldo a fin de mes.
Los primeros que saben esto son los propios alumnos y por eso, esperan, lógicamente, que sus docentes les resuelvan las dudas que tienen, de la misma forma que los opositores esperan de mí, como preparador de Lengua, que yo les ayude y resuelva sus dudas. Y lo que ocurre en una clase de instituto cuando un profesor no domina su asignatura es que los alumnos le pierden el respeto. Y ya no le ven como un docente, sino como un impostor.
Las faltas de disciplina se producen por múltiples razones, pero básicamente podríamos sintetizar señalando que son debidas a que el espíritu adolescente, tendente a la broma, la distracción y la carcajada, busca cualquier resquicio para crear un ambiente festivo y lúdico. Y uno de estos resquicios, que duda cabe, es la falta de conocimientos del profesor. Dominar la asignatura no significa dominar la clase, pero habitualmente, es raro que un profesor que domina su área tenga problemas de disciplina y es muy común que quienes no la dominan sí los tengan.
Un buen temario de oposiciones de Lengua sirve para preparar las clases del instituto
Además de concienciar de esta situación, como preparador de Lengua, puedo ayudar a los futuros docentes a través de mi temario, de forma que no solo sirva para preparar las oposiciones de Lengua, sino que les ayude también a preparar sus futuras o presentes clases del instituto, lógicamente, haciéndolo al nivel que requiere cada curso. En muchas ocasiones he dicho, y es verdad, que yo en casi treinta años como docente, no he precisado más información teórica que la que aparece en los temas del temario que usamos en el Curso Total y en el Curso Oro.
Enseñar el método de estudio a los alumnos
Y no solo está el propio contenido del temario, sino también el método de estudio y de repasos que haga posible su memorización. Y ahí es donde, como preparador de Lengua, he aportado una fórmula que permite la memorización a largo plazo, para toda la vida, del propio temario: el Metodo de estudio Opolengua.
Incluir los aspectos de control de la clase en la propia programación de las oposiciones de Lengua
Finalmente, hay otra aportación que realizo como preparador de Lengua: la relativa a la programación. En nuestro Curso de Programación LOMLOE, tratamos el tema de la disciplina en varios vídeos y también en el modelo de programación que ofrecemos a los opositores para realizar su programación hay un apartado específico dedicado a este tema que está basado en mis propias experiencias como profesor y en las enseñanzas de mi propio libro al que he aludido antes.
Lo fundamental es tener claro que nuestro futuro como enseñantes felices pasa durante nuestra fase como opositores por una preparación de las oposiciones de Lengua que sirva para este fin. Esto, al menos, es lo que intentamos desde Opolengua.