Como todos sabemos, la primera prueba de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura se acerca. En Valencia será el 24 de mayo y en el resto de comunidades parece que se perfila mayoritariamente el 21 de junio. Esto quiere decir que estamos a cuatro y ocho semanas respectivamente de las mismas. ¡Ya no queda nada de tiempo! ¿Qué hacer en esta situación? Hace un mes publicamos un artículo que tuvo mucha aceptación sobre la elaboración de un plan de estudio para los tres últimos meses de preparación. Hoy actualizamos sus ideas.
Como enfocar las últimas semanas de preparación de las oposiciones de Lengua
Lo primero y más importante es ver cómo llevamos cada uno de los tres elementos decisivos de la preparación de las oposiciones de Lengua. Es imprescindible saber cuántos temas llevamos y en qué grado de dominio, cuál es nuestra situación en relación con el comentario y cómo llevamos la programación y las unidades didácticas. Nuestra intención debería ser garantizarnos unos mínimos en todos los aspectos tal y como señalábamos en nuestro artículo. Recordamos y actualizamos aquí esa tabla.
| Excelente | Extraordinaria | Muy buena | Buena | Mejorable | |
| Temas | Iré con 48 temas (99%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con 38 temas (95%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con 31 temas (90%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con 24 temas (81%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con menos de 12 temas (50%) y no he hecho simulacros de examen con más de un 5. |
| Comentarios | He comentado al menos diez textos con más de un 5. | He comentado al menos ocho textos con más de un 5. | He comentado al menos cinco textos con más de un 5. | He comentado al menos tres textos con más de un 5. | No he hecho ni un solo texto más de un 5. |
| Programación | La tendré acabada | La fusilaré | |||
| Unidades | Tendré todas las unidades con todos sus materiales y habiendo realizado el simulacro de exposición oral. | Tendré algunas unidades con todos sus materiales y no habré realizado el simulacro de exposición oral. |
Cada centésima de calificación puede ser decisiva en las oposiciones de Lengua
Esta es una idea clave. Hay personas que se creen que en las oposiciones de Lengua la plaza la obtienen quienes sacan un 9 o un 10. Y eso no es verdad. No olvides nunca que las notas de las oposiciones no suelen ser altas y muchísimas personas han alcanzado su plaza con notas entre el 5 y el 6. Ten en cuenta que hay comunidades autónomas en las que el simple aprobado está suponiendo desde hace años la plaza e incluso quedan plazas desiertas. Por ello, hay que esforzarse por una centésima de la calificación, porque, como bien sabemos quienes lo hemos sufrido (yo en 1996), se puede perder la plaza por 0,11 o por 0,011. Y esto quiere decir que una nota de 2,5 en tema o comentario puede darnos la plaza, permitirnos entrar en la lista de interinos o alcanzar una mejor posición en la misma. Todas las centésimas son importantes.
Una vez hecha esta evaluación, vamos a ver consejos de supervivencia para mejorar, aunque sea en milésimas, nuestra plaza.
Llevar más temas, aunque se lleven peor
Una de las claves está en el número de temas que llevemos. Cuantos más llevemos, hay mayor número de posibilidades. Si no son muchos, una opción es aumentar la lista con temas que llevemos peor, pero que nos permitan alcanzar al menos ese 2,5 para hacer media o que incluso nos den un aprobado. Hay varias vías para conseguir esto. Una opción es acudir a temas más sencillos partiendo de libros de bachillerato. También podemos emplear un método de estudio más liviano, que no nos exija la memorización completa y que se base en esquemas de repaso muy simples. También se puede conseguir simplemente haciendo menos pasadas sobre el texto al memorizar el tema y al repasarlo.
Hacer un mínimo de comentarios de texto es fundamental en las oposiciones de Lengua
El comentario es la prueba decisiva de las oposiciones de Lengua y la más difícil de preparar. Se trata de una habilidad, como tantas que hay en la vida (desde cocinar hasta esquiar) y por ello, resulta imposible mejorar sin realizar prácticas. Es mejor, obviamente, que estas prácticas (desde la elección de los textos hasta la corrección) estén supervisadas por personas con grandes conocimientos y expertas en tribunales (como ocurre con nuestro Equipo Opolengua) y se hagan con textos reales (como ocurre en nuestros cursos). Hay que fijarse en las semanas que restan hacer al menos un simulacro de comentario igual que el de las oposiciones (lo que en nuestros curso llamamos “Examen”)
Pero si no tienes preparador, debes hacer las prácticas igualmente y contrastarlas con correcciones. Hay muchas colecciones de comentarios de texto. Si ves alguna de ellas, no te desanimes si ves que tu comentario está muy por debajo del nivel que allí aparece. Quienes han realizado esos comentarios no compiten contigo (suelen ser profesores universitarios) y además han hecho sus comentarios en una situación totalmente diferente (consultando todas las fuentes que han querido y sin tiempo limitado).
Leer comentarios está bien, pero no es suficiente. Es imprescindible practicar. No olvides esto. Pues a gestionar el tiempo y a reaccionar se aprende practicando. Una buena manera de mejorar la preparación es seguir nuestro reto semanal “Ponte a prueba” en nuestra página de Facebook o en esta misma página.
La importancia de las lecturas en las oposiciones de Lengua
Una faceta de las oposiciones de Lengua (que en muchas ocasiones se descuida) y es fundamental, son las lecturas. Nosotros en el curso tenemos un listado de lecturas imprescindible hecho, pero algunas de ellas (el Quijote, por ejemplo) es bastante larga y con toda la carga que supone la oposición, más las cargas familiares y laborales, no encontramos tiempo para leerlas. Una solución puede ser realizar calas en las obras. Podemos acudir a la Wikipedia para aprendernos los argumentos y los nombres de los personajes y luego leer los fragmentos decisivos con mucha atención de forma que se nos queden en la memoria. A la vez podemos repasar pasajes de la obra mientras estudiamos sus temas de referencia. Yo me hacía fichas de las obras que iba leyendo en el convencimiento de que eso me ayudaba a memorizarlas luego. Sea como fuere, dedicar tiempo a esto es muy útil y puede ser decisivo si somos capaces de movilizar esa información cerebral en la realización de la prueba.
Una programación hilvanada
Lógicamente, lo deseable es que nuestra programación sea personalizada, concreta, eficaz y atractiva. Estas son las programaciones que dan la plaza y a las que aspiramos siempre. Pero quizá se te esté echando el tiempo encima y veas que no te va a dar tiempo a cumplir con esos estándares. En ese caso, habrá que tomar decisiones drásticas acudiendo a programaciones ya hechas, modificando y personalizando sus elementos lo máximo posible.
No olvides tampoco leer bien las bases de tu convocatoria y atender a los plazos de entrega que ahí se marcan, porque pudiera ser el caso de que se entregue antes de realizar la segunda prueba de las oposiciones (tema y comentario) con lo que nuestro margen se agrandaría sensiblemente. En muchas convocatorias se hace así y eso quiere decir que, tras realizar la primera prueba, vamos a contar con unos diez días (entre correcciones de los exámenes y plazos legales) para entregar ese archivo al tribunal. Y esos diez días pueden ser cien o ciento veinte horas si nos volcamos en la tarea, habida cuenta de que no tendremos que estudiar ya nada, pues la prueba de tema y comentario ya se habrá hecho.
Buscar bolsas de tiempo es la clave ahora
Una vez establecidas las necesidades, se tratará de buscar las bolsas de tiempo necesarias para repartir entre ellas las tareas emanadas del plan. Y en este sentido ya hay que ser radical: hay que buscar todas las bolsas de tiempo posible. Establecer un pacto familiar para el cuidado de los hijos, renunciar a partir de mayo al día de descanso e incluso acortar una hora el sueño nocturno. Sin llegar a hacernos daño o comprometer nuestro rendimiento el Día D, si podemos asumir una cuota mayor de sacrificio en las cuatro u ocho semanas que nos quedan sabiendo que el premio que nos espera la justifica sobradamente.
Ser un ejemplo de sacrificio y esperanza para quienes nos rodean
Se trata, sí, de morir estudiando. El sacrificio que ahora realicemos nunca será en balde. Por un lado, nos permitirá presentarnos a las oposiciones en las mejores condiciones posibles. Y por otro, y muy importante, servirá como ejemplo de luz, como faro, a todas las personas que nos quieren y nos contemplarán con orgullo. Porque las oposiciones no son simplemente estudiar, son un camino de crecimiento personal y de enseñanza moral a quienes nos rodean, sean estos hijos, parejas, padres, hermanos o amigos. Todos nos verán esforzarnos por nuestra ilusión y nos acompañarán en nuestra travesía con sus mejores ánimos y con su calor humano. Por ellos (y por nosotros) vamos a morir estudiando estos días.
El tiempo invertido en las oposiciones de Lengua nunca es tiempo perdido
Es muy importante ser conscientes de que el tiempo invertido en las oposiciones jamás es tiempo perdido. Si contamos con un buen método de repasos (como el de Opolengua), los temas aprendidos nos servirán para siempre pues con muy poco esfuerzo los recuperaremos de nuestra memoria, paso a paso, para
Y aunque no contemos con ese plan de repasos, el crecimiento personas será decisivo en nuestras vidas, lo que es el objetivo final de las oposiciones y de la propia vida. El tiempo dedicado a formarnos jamás es tiempo perdido pues es tiempo invertido en nosotros mismos.
¡A por la plaza!
Las oposiciones se acercan. Nos quedan unas ochocientas horas hasta el 24 de mayo y unas mil trescientas si realizas la prueba el 21 de junio. No hay tiempo que perder. Cada una de esas horas puede ser decisiva. Se trata ahora de afrontar esta recta final con ilusión y fuerza. Y eso es lo que vamos a hacer. Sabes que puedes contar con nosotros para ayudarte en todas las facetas de la oposición. Las plazas están ahí y una es para ti. ¡Vamos a por ella!
