Comienza un nuevo curso y es el momento de tomar decisiones sobre qué hacer con nuestra preparación para las oposiciones.
La perspectiva política actual, siempre tan importante en las oposiciones es muy incierta. A día de hoy no sabemos si tendremos Gobierno de la nación antes de Navidad o, por el contrario, nos vemos abocados a unas nuevas elecciones. Esta inestabilidad, lógicamente, tendrá su influencia en las oposiciones de 2017 pues si no hay Gobierno, los presupuestos generales del estado se prorrogarán. Esto quiere decir que, en buena lógica, se destinarán a cada Autonomía las mismas cantidades que en años anteriores. Por lógica, cada Gobierno autonómico podrá convocar las oposiciones si lo desea. Es decir, lo más sustantivo es que se podrán convocar oposiciones durante 2017.
De hecho, este curso tendría que finalizar en junio del año que viene con las pruebas en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León, La Rioja, Comunidad Valenciana Navarra, Aragón y Murcia entre otras. Ya se ha iniciado la rumorología sobre si habrá o no oposiciones en algunas comunidades. Ante esta situación hay que señalar varias cuestiones.
En primer lugar, no podemos asegurar ahora mismo si habrá oposiciones o no en cada comunidad. Lo que sí podemos decir es que en esta situación de prórroga de los Presupuestos generales del Estado, cada comunidad puede si lo desea, convocar oposiciones. Es decir, no es seguro que haya oposiciones, pero tampoco que no las haya.
En segundo lugar, si no hay Gobierno hasta noviembre o incluso enero de 2017, es casi seguro que las oposiciones de 2017 se realizarán según el sistema de acceso actual y con el mismo temario que rige desde 1993 pues no habrá tiempo material para el ministro entrante de modificar esta situación. Un sistema de acceso y un temario requieren de un estudio técnico y un consenso político que tardará meses en producirse (y más en la complejísima situación política actual).
En tercer lugar, no hay nada seguro al 100%, pero esta paralización actual conducirá muy probablemente a que el marco legal en que se desarrollen las oposiciones (y las consiguientes programaciones) sea el de la LOMCE. Si al final no hay nuevas elecciones, el nuevo ministro entrará en funciones en febrero de 2017 y, por tanto, lo más seguro es que no dé tiempo a derogar la ley antes de las convocatorias. Si por el contrario, al final el PSOE se abstiene en favor del PP, la LOMCE será derogada en un breve plazo de tiempo, con lo que las convocatorias de 2017 se verán afectada por este hecho.
La más importante de todas y la principal es que no debemos perder el tiempo en nuestra preparación. Unas oposiciones son una larga travesía. Es como si armáramos una carabela para ir a América: una singladura larga y en la que habrá problemas y momentos de todo tipo. Unas personas embarcan antes y otras después y en ese inmenso mar, todas se juntan para conseguir un mismo objetivo. En la travesía vamos a invertir mucho tiempo y lo importante es avanzar cada día un poquito más, aprovechar el viento que nos acerque a la otra orilla y nos dé ventajas sobre nuestros competidores. El objetivo es llegar a puerto y para eso, da igual si se convocan o no oposiciones un año en nuestra comunidad o no. El sistema educativo público no va a desaparecer y las personas se jubilan. Tarde o temprano se convocarán plazas y el camino que ya hayamos recorrido en ese momento hará que estemos más cerca del puerto de llegada que nuestros competidores. Ese es el objetivo.
Podemos aprovechar este año para preparar alguna de las oposiciones que se convocan en diferentes comunidades o bien para mejorar en las facetas de la oposición: comentario, lecturas, didáctica y en todas sus variantes. En todo caso, y esto es fundamental no debemos perder lo ya recorrido por no repasar. Repasar es al menos una obligación del opositor en los años en que no hay convocatoria. No hacerlo es desperdiciar la energía invertida en el año anterior.
Y en ese camino, ya sabes que en este blog encontrarás siempre saludos y ánimos.