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¿Cómo elegir el mejor preparador de Lengua?

Como elegir a un Preparador de Lengua

Estamos en mayo de 2024 y, por ello, ya es tiempo de iniciar la preparación de las oposiciones de Lengua de 2025. Como hemos analizado en artículos recientes, las perspectivas de plazas para el año que viene son bastante halagüeñas. No solo esto, sino que en los próximos años se prevén importantes ofertas de plazas de nuestra especialidad. Y una vez tomada la decisión de preparar las oposiciones, debemos decidir cómo hacerlo. Construir un temario, aprender a comentar o desarrollar una programación realista y atractiva son retos que se pueden encarar sin apoyo externo, pero invirtiendo en ello miles de horas (eso es lo que me costó hacer mi temario). Es mucho más rápido y mejor preparar las oposiciones con la ayuda de un preparador de Lengua

Y si nos decidimos por un preparador de Lengua, ¿cómo elegirlo? ¿En qué rasgos debemos fijarnos para seleccionar el más útil para nosotros?

Evaluar nuestras necesidades de preparación

Lo primero es estudiarnos a nosotros mismos y ver cuáles son nuestras necesidades. No es lo mismo haber estudiado Filología que no haberlo hecho. No es lo mismo tener familia a nuestro cargo que no tenerla. ¿De cuánto tiempo disponemos? ¿Cuál va a ser nuestro horario de estudio? ¿Queremos una gran disponibilidad por parte del preparador? ¿Queremos poder hablar por teléfono las veces que sean si es preciso? ¿Queremos que las correcciones de nuestras tareas sean exhaustivas e individualizadas? Hacer una lista con los elementos que nos parecen importantes nos va a ayudar a elegir el mejor preparador de Lengua para nosotros. 

El preparador de Lengua como guía y orientador

El preparador es el apoyo básico del opositor durante su travesía a la plaza. Es muy bueno recibir orientaciones para elaborar la secuencia de temas a estudiar, sobre la idoneidad del curso y actividades elegidos para nuestra programación, así como sobre la manera de afrontar las diferentes cuestiones emocionales que una prueba tan dura y exigente como las oposiciones de Lengua suponen.

Un buen preparador de Lengua nos ahorra tiempo

Un buen preparador de Lengua nos va a ahorrar mucho tiempo, porque nos debe brindar un temario original, redactado por él mismo y listo para ser estudiado, con lo que esos miles de horas de los que he hablado antes, pueden ser invertidas exclusivamente en la comprensión y memorización del temario. En nuestro caso, nuestro temario es absolutamente original y está listo para estudiar. No hay ni un solo copia y pega. Además, cualquier duda de estudio que nos surja podrá ser respondida por él de forma rápida, sencilla y directa ya que ha escrito el temario.

Un buen preparador de Lengua invierte mucho tiempo en su tarea

No solo hay que preparar materiales rigurosos y exhaustivos (realizar videos, actualizar el temario, hacer modelos de programación y unidades), sino que debemos contestar las dudas con rapidez y realizar las correcciones de forma individualizada y exhaustiva. Eso al final es tiempo. Nosotros dedicamos a esta tarea decenas de horas a la semana. Yo, al estar en excedencia, puedo invertir todo ese tiempo en dedicártelo a ti. En exclusiva. Trabajo todos los días al menos de 7 a 13 y de 18 a 20 horas en horario peninsular. Y como bien saben las personas a las que preparo, muchas veces recibirás correos y correcciones mías en sábados, domingos o por la noche.

Apoyo psicológico

Dentro de esta labor de orientación debemos destacar el apoyo psicológico. Las oposiciones son un tremendo reto emocional. Ten en cuenta que si estudias veinte o treinta horas semanales, esas horas van a salir de bolsas de tiempo que hoy dedicas a otras cosas (lectura, amistades, familia, deportes, etc.) y eso va a hacer que tus rutinas diarias se modifiquen enormemente. Esto no es nada fácil porque se resentirán otras parcelas de tu vida. Tampoco es fácil sobrellevar la ansiedad que genera el propio examen, pues nos jugamos en un día el trabajo de dos años. Y tampoco lo es el hecho de que la oposición sea en muchos casos un camino jalonado de pequeñas frustraciones. El preparador nos va a hacer ver qué elementos debemos modificar y eso genera una frustración. 

Todo esto hace que el preparador deba ser a la vez una persona serena, equilibrada y empática. Yo siempre le he dado gran importancia a este aspecto. Como puedes ver en los Testimonios, siempre estoy dispuesto a ayudar personalmente a las personas que realizan nuestros cursos y, por ello, muchas veces surge una relación cercana. No solo eso, sino que en el curso de estudio hay una serie de vídeos que tratan justamente de la preparación psicológica ante las oposiciones de Lengua.

Currículo y transparencia: el crédito del preparador de Lengua

Otro elemento fundamental a la hora de elegir un preparador de Lengua son sus referencias. ¿Conocemos a alguien que preparó? Llamémosle. Es imprescindible que la relación con el preparador sea completamente transparente de forma que conozcamos la cualificación y méritos de quien nos quiere brindar su ayuda para tomar la mejor decisión. ¿Cómo se llama? ¿Qué estudios y publicaciones tiene el preparador? ¿Cuál es su trayectoria como opositor y como preparador? ¿Cuándo se sacó la plaza? ¿En qué institutos ha impartido clase? ¿Tiene algún blog que podamos consultar para ver su capacidad didáctica? Todos los que formamos el equipo de Opolengua tenemos un currículum que todos pueden ver, una experiencia contrastada y unas publicaciones. La transparencia total siempre es un rasgo que aporta confianza y cuando no se produce se debe, lógicamente, a unas causas.

Los conocimientos, el rigor y la claridad didáctica del preparador de Lengua son esenciales

La base de la preparación, lógicamente, es el conocimiento que tenga el preparador de la lengua y la literatura española. Esta persona nos debe brindar un temario exclusivo, debe ser capaz de corregir nuestros errores en los temas y comentarios y debe responder nuestras dudas. Por ello, sus conocimientos son esenciales. De ahí la importancia de conocer el currículo de quien va a prepararnos. La claridad didáctica de sus explicaciones la podemos atisbar en sus escritos o en otros materiales que tenga subidos a la Red. 

Explicaciones claras y breves

Este es otro elemento importante. En las oposiciones, como en la vida, el factor tiempo es fundamental. Ya lo decía Gracián: “lo bueno si breve, dos veces bueno”. Es imprescindible que las explicaciones sean breves, claras y amenas, pues esto nos ahorrará dudas (que también quieren decir tiempo). Es mucho mejor un buen video de una hora que una clase de tres. Por eso nosotros hacemos nuestros cursos con video tutoriales (producciones con imágenes y diagramas muy sencillos) y no simplemente grabando clases. Es mucho más trabajoso, pero el resultado es claramente superior. No tienes que tragarte las dudas de otras personas, que pueden ocupar mucho tiempo.

Resolución de dudas

Este es otro apartado fundamental. Si las explicaciones son buenas, por supuesto, habrá menos dudas. Pero es imposible que no surjan dudas durante la travesía. Una duda es una china en un zapato y debe ser resuelta en el menor plazo posible. En Opolengua contestamos las dudas varias veces a lo largo del día, por lo que es muy raro que una duda quede sin contestar en veinticuatro horas y muchas veces lo hacemos en minutos, pues yo estoy todo el tiempo delante del ordenador. 

Capacidad de trabajo, compromiso, disponibilidad e implicación

En 2020 decidí pedir la excedencia para dedicarme a las oposiciones de Lengua en exclusiva. Fue una decisión arriesgada porque suponía que ya no podría jubilarme a los sesenta años. Lo hice porque me encanta lo que hago. Eso quiere decir que yo, a diferencia de los demás preparadores de Lengua, vivo de las oposiciones y por eso, para mí, que tú saques la plaza es decisivo. Como yo digo siempre, la segunda persona más interesada en que saques la plaza soy yo. Este compromiso e implicación me llevó a pedir la excedencia. Y esta excedencia me permite tener una disponibilidad total y una gran capacidad de trabajo.

Organización del curso de preparación de oposiciones de Lengua

Es muy importante también conocer cómo está organizado el curso y qué elementos lo integran para ver hasta qué punto responden a nuestras necesidades de formación. Nosotros tenemos dos cursos fundamentales: el Curso Oro (más profundo y completo, diseñado para personas que no han estudiado Filología) y nuestro clásico Curso Total, que ha obtenido grandes resultados desde 1999.

Comunicación fluida

Este es otro apartado decisivo. ¿Tenemos varios canales abiertos para contactar con el preparador de Lengua en todo momento? ¿O hay un límite de correos y comunicaciones telefónicas? 

¿Y cómo son las correcciones?

Hay muchas academias y preparadores que trabajan sobre plantillas de evaluación generales (eso que ahora llaman de forma rimbombante “rúbricas”) y establecen una corrección genérica de tus trabajos. En Opolengua corregimos tus comentarios, exámenes y programaciones párrafo a párrafo y te damos un informe de cada uno de tus ejercicios en el que te explicamos tus puntos fuertes y tus elementos a mejorar. Y además de eso, también la rúbrica basada en las que aparecieron en las últimas oposiciones. Esto hace que el tiempo invertido en cada corrección sea mayor y las correcciones sean de mayor calidad.

Resultados en cantidad y en calidad

Finalmente, los resultados obtenidos son decisivos a la hora de evaluar la capacidad de un preparador. En nuestro caso son más de doscientas personas las que han obtenido la plaza tras seguir nuestros cursos. Nosotros garantizamos esos resultados desde 1999 y esto es lo que hace que la mayor parte de las personas a las que ayudamos en su preparación nos vengan del boca a boca, recomendadas por otras personas a las que ayudamos previamente. Se trata además de resultados cualitativos y puedes comprobar esto si entras en nuestra sección de Testimonios donde verás que no son halagos adocenados sino las impresiones humanas de decenas de personas con el mismo grado de veracidad, cercanía y transparencia que mostramos nosotros mismos en nuestro currículo. Porque en Opolengua todo es humano y todo es verdad.