Esta semana hemos tenido solo dos acertantes del pleno: Mariela Quero Reina y Emilio Gil. Y eso que el texto no era nada fácil. Efectivamente, se trataba de un fragmento del Libro de Buen Amor, de Juan Ruiz, arcipreste de Hita. ¡Enhorabuena! Esto quiere decir que ambas personas partirían con una cierta ventaja si ese texto les cayera en las oposiciones, como de hecho ocurrió, creo recordar en 2004.
Como sabemos, el Libro de Buen Amor es una obra básica en el currículo, que aparece citada explícitamente en el tema 43, lo que obliga a los opositores a dominar su contenido. Sin embargo, las canciones que dedica a la Virgen no son precisamente lo más celebrado de su obra por lo que acertar el texto no era precisamente fácil. Tengamos además en cuenta que esta composición no está en cuaderna vía, por lo que su identificación como parte de la obra de Juan Ruiz era más difícil. Además podríamos señalar también que el texto es una glosa del Ave María, como podemos ver si releemos más detenidamente el texto.
Ave Maria, gloriosa,
Virgen Santa preçiosa,
¡como eres piadosa,
toda via!
Graçia plena, sin manzilla,
abogada,
por la tu merçed, Señora,
faz aquesta maravilla
señalada:
por la tu bondad agora
guardame toda ora
de muerte vergoñosa,
porque loe a ti, fermosa,
noche e dia.
Dominus tecum, estrella
resplandeçiente,
melezina de coidados,
catadura muy bella,
reluziente,
sin manzilla de pecados,
por tus gozos preciados
te pido, virtuosa,
que me guardes, linpia rosa,
de follia.
Benedicta tu, onrada
sin egüeza,
siendo virgen conçebiste,
de los angeles loada
en alteza:
por el fijo que pariste,
por la gracia que oviste,
¡o bendicha flor e rosa!,
tu me guarda, piadosa,
e me guia.
In mulieribus escogida,
Santa Madre,
de cristianos amparança,
de los santos bien servida;
e tu Padre
es tu fijo sin dubdança:
¡O Virgen, mi fiança!
de gente maliçiosa,
cruel, mala, soberviosa,
me desvia.
Benedictus fructus, folgura
e salvaçion
del linaje umanal,
que tiraste la tristura
e perdiçion,
que por nuestro esquivo mal
el diablo, suzio tal,
con su obra engañosa,
en carcel peligrosa
ya ponia.
Ventris tui, santa flor
non tañida:
por la tu grand santidad,
tu me guarda de error,
que mi vida
siempre siga en bondad,
que meresca egualdad
con los santos, muy graçiosa,
en dulçor maravillosa,
¡o Maria!