Este fin de semana la participación en nuestro concurso de preparación de las oposiciones ha sido muy grande y los participantes han acertado de pleno. Efectivamente se trata de la mexicana Laura Esquivel y su novela Como agua para chocolate (1989), obra de extraordinaria difusión y muy leída en los institutos españoles en 4ª ESO o en Bachillerato.
Así pues, hay que darle una rotunda enhorabuena a Moisés Braulio, Inés Donaire Maldonado, Fátima Lastra, Maria José Peral, Alba Carballo, Inés Quero Reina y Henar PC. Efectivamente, cuando hay tantas personas que aciertan, es importante señalar a qué parte de la novela pertenece el fragmento, para obtener un pequeño plus que muestre nuestro dominio (y no solo el conocimiento) sobre la obra, tal y como ha hecho Inés Quero Reina, señalando que se produce cuando durante la boda, Gertrudis se va con los revolucionarios. También resulta decisivo marcar los rasgos literarios del fragmento como tan bien han hecho Fátima Lastra, Inés Quero o Henar PC. En fin, enhorabuena a todos.
Y ahora, recordemos nuevamente el fragmento de esta encantadora novela.
Parecía que el alimento que estaba ingiriendo producía en ella un efecto afrodisíaco, pues empezó a sentir que un intenso calor le invadía las piernas. Un cosquilleo en el centro de su cuerpo no la dejaba estar correctamente sentada en su silla. Empezó a sudar y a imaginar qué se sentiría al ir sentada a lomo de un caballo, abrazada por un villista, uno de esos que había visto una semana antes entrando a la plaza del pueblo, oliendo a sudor, a tierra, a amaneceres de peligro e incertidumbre, a vida y a muerte. Ella iba al mercado en compañía de Chencha la sirvienta, cuando lo vio entrar por la calle principal de Piedras Negras, venía al frente de todos, obviamente capitaneando a la tropa. Sus miradas se encontraron y lo que vio en los ojos de él la hizo temblar. Vio muchas noches junto al fuego deseando la compañía de una mujer a la cual pudiera besar, una mujer a la que pudiera abrazar, una mujer… como ella.