Dudas y agobios en el estudio de las oposiciones.
Me escribe esta semana una opositora preocupada porque no puede cumplir con el plan de trabajo que se había propuesto. Ver que una semana surge un imprevisto y nos tenemos que saltar uno o dos días de estudio, ver llegar la siguiente y que ocurra lo mismo puede equivaler a perder un tema o a que los plazos que nos hemos marcado con el comentario o la programación no se cumplan tampoco. Surgen las dudas y las inseguridades. ¿Seremos capaces de hacer todo lo que nos hemos planteado?
Y es que, por norma general, y así debe ser en realidad, un plan de estudio se hace en condiciones ideales de trabajo. Es decir, el plan sirve para tensar las fuerzas del opositor y debe ser conseguible solo si todos los elementos en juego funcionan a nuestro favor. Es decir, que todas las horas de estudio proyectadas puedan llevarse a cabo y que, además, en todas ellas obtengamos el rendimiento máximo. Pero la realidad es otra cosa. Hay sesiones que no se van a poder realizar y otras que no dan los frutos esperados. Entonces el plan no se ejecuta al 100%.
Lo primero que hay que hacer en estos casos es ver las posibilidades de recuperar ese tiempo en otras ocasiones, incluso en las vacaciones. Hay veces en que esto será posible. Si es así, estamos de enhorabuena. Pero habrá otras ocasiones en las que no se podrán recuperar esas horas y el plan de estudio llevará un tema menos. No hay otro remedio.
Opositar es persistir
Pero en estos casos no hay que desmoralizarse, porque las oposiciones se consiguen persistiendo. Esa es la fuerza necesaria para obtener la plaza. Todos nos vamos a encontrar con dificultades. Una hora perdida, una tarde perdida, una semana perdida y hasta tres meses perdidos. Y otras personas no perderán ni una hora (raro será el caso) pero no aprobarán y no persistirán en el año que tendrán sin oposiciones y se dedicarán a otra cosa; es decir, no persistirán y perderán un año entero. Y otras personas se presentarán y no aprobarán y dejarán las oposiciones para siempre. Y habrán dejado de persistir.
Así que si nosotros persistimos y bajamos a la mina a extraer oro siempre que podamos (y esta es la idea clave: siempre que podamos), si damos un golpe de martillo en la mina para alcanzar nuestro mineral precioso, si avanzamos un poco siempre que podamos en nuestra travesía, alcanzaremos el puerto. La clave es persistir, no desfallecer, ponerse un objetivo final, que es sacar la plaza y poner todas nuestras fuerzas disponibles en ese norte.
Y en ese camino surgirán sin duda inconvenientes que nos desviarán del rumbo: corrientes, vientos tempestades. Pero siempre volveremos a reponernos y dirigir el timón a nuestro objetivo. Y así llegaremos seguro a puerto.
La oposición es una larga carrera de fondo
La oposición es una larga carrera de fondo que gana el que persiste. Y siempre gana, porque hay un porcentaje elevadísimo de personas que no persisten. La experiencia me ha demostrado que esta oposición la saca todo el mundo que sabe escribir bien en español, es capaz de recordar lo que lee con aprovechamiento y persiste. No tiene más. Así que cuando vivamos esa experiencia triste de haber perdido unas horas o unas jornadas debemos tener la confianza absoluta de que otras personas, la inmensa mayoría, habrán dejado de persistir antes que nosotros y abandonarán la lucha. Y nosotros venceremos justo por estas dos razones: porque persistiremos y ellos no.
Opositar es una elección vital y si no es en 2019, que ojalá lo sea, lo será en 2020 ó 2021. Es muy importante asumir esto. Hay personas que no lo asumen y desisten porque se desfondan al plantearse objetivos a corto plazo por encima de sus posibilidades. No debemos tener miedo de perder tiempo de estudio, porque tengamos otras obligaciones. Lo que debemos temer y evitar es desfondarse. De nada sirve una presión excesiva y un atracón de estudio para recuperar unas horas o unas jornadas perdidas. Lo que nos da la victoria es el repaso y el trabajo a largo plazo. Y a este tema del repaso dedicaremos la siguiente entrada. Así que, por favor, no nos agobiemos si algunas jornadas se han perdido, por favor. Persistir, persistir y volver a persistir es la clave.