Ya es viernes de nuevo, se acerca la Navidad y volvemos con una nueva edición de nuestro concurso para ayuda y pasatiempo de las personas que preparan las oposiciones de Lengua castellana y literatura presentando un nuevo texto que deben reconocer y situar dentro de su obra, época, movimiento, género y autor.
Hoy traemos un texto teatral, que yo vi representar en Madrid ya hace veinte años en el Teatro de Cámara que fundó Ángel Gutiérrez, niño de la guerra en Rusia y que, gracias a su talento fue director del Teatro del Arte en Moscú. Se trata de una obra ingeniosa, divertida y que adaptada por Ángel Gutiérrez y representada por sus magníficos actores resultaba muy estimulante para los alumnos de BUP. Yo llevé a mis alumnos en varias ocasiones en años sucesivos. Hace años que no vivo en Madrid y no sé si seguirán haciendo estas sesiones matinales, pero si es así, recomiendo vivamente su trabajo, basado en el puro método Stanislavsky.
Y poco más. Como sabéis, podéis participar en la página de Opolengua en Facebookhasta el domingo por la noche. El lunes por la tarde publicaremos la solución y los nombres de las personas que hayan acertado. Feliz fin de semana.
BREZANO.- Ora ¿no es cosa extraña que a un hidalgo como yo se le haya hecho semejante afrenta y agravio cual éste? Y es que un casero desta mi casa en que vivo, sobre cierto alquiler que le quedé á deber, me ha enviado a emplazar doscientas veces. Yo quiero y tengo determinado de llamar a Cevadon, mi criado, y dalle los dineros para que se los lleve. Ola, Cevadon, sal acá.
CEVADON.- Señor. ¿llama vuesa merced?
BREZANO.- Sí señor, yo llamo.
CEVADON.- Luego oí que me llamaba.
BREZANO.- ¿En qué oyó que le llamaba?
CEVADON.- ¿Diz que en qué? En nombrarme por mi nombre.
BREZANO.- Ora, ven acá, ¿conosces?
CEVADON.- Sí señor, ya conuezco.
BREZANO.- ¿Qué conosces?
CEVADON.- Esotro… el… aqueste…, el que dijo vuesa merced.
BREZANO.- ¿Qué dije?
CEVADON.- Ya no se me acuerda.
BREZANO.- Dejémonos de burlas: dime si conosces adaquel casero desta mi casa en que vivo.
CEVADON.- Si señor, muy bien lo conuezco.
BREZANO.- ¿Dónde vive?
CEVADON.- Acullá en su casa.
BREZANO.- ¿Dónde está su casa?
CEVADON.- Mire vuesa merced, eche por esta calle derecha, y torne por esotra a mano izquierda, y junto la casa, empar de la casa al otra casa más arriba está un poyo a la puerta.
BREZANO.- No me entiendes, asno: no te oigo sino si conoces al calero de mi casa.
CEVADON.- Que sí señor, muy rebien.
BREZANO.- ¿Dónde mora?
CEVADON.- Mire vuesa merced, váyase derecho a la iglesia, y éntrese por ella, y salga por la puerta de la iglesia, y dé una vuelta alrededor de la iglesia, y deje la iglesia, y tome una callejuela junto a la callejuela, empar de la callejuela, la otra callejuela más arriba.
BREZANO.- Bien sé que sabes allá.
CEVADON.- Sí señor, demasiadamente sé.
BREZANO.- Sus, toma estos quince reales, y llévaselos, y dile que digo yo que lo ha hecho ruinmente en enviarme a emplazar tantas veces, y que digo yo que me haga merced de no hacello tan mal conmigo; y mira que al que se los has de dar ha de tener un parche en el ojo, y una pierna arrastrando, y primero que se los des te ha de dar una carta de pago.