Queremos comenzar el curso mandando un mensaje de optimismo a todas las personas que se plantean opositar este año. El comienzo del curso, con la adaptación a las obligaciones familiares y laborales, nos supone un enorme esfuerzo. Y más aún, cuando volvemos de un periodo largo de descanso y tranquilidad. Hay que ponerse al día y desoxidar nuestro cuerpo y nuestra mente y eso supone a menudo tensiones y cansancio, sobre todo los primeros días.
La mejor forma de afrontar el sacrificio es la fe. La confianza en que ese sacrificio es una etapa necesaria, el peaje preciso para alcanzar la meta y la certeza de que la meta es conseguible. De todo esto es de lo que va a tratar este artículo.
En 2020 se convocarán muchas plazas de oposición
Lo primero que hay que tener claro es que en 2020 va a haber una generosa oferta de plazas. Ya existe un acuerdo que data del Gobierno de Rajoy de adaptarse a una normativa europea que limita el número de interinos que ha de haber en las administraciones públicas. Una tasa que España supera ampliamente y que nos obliga a convocar oposiciones en diferentes ámbitos, gobierne quien gobierne. Solo un cambio repentino de la situación económica (que no se va a producir) podría acarrear la suspensión de las oposiciones. No hay gobierno que no quiera convocar oposiciones, porque eso equivale siempre a satisfacción de la población y, por tanto, se traduce en votos. Así que la primera idea que debemos tener es que habrá convocatorias generosas este año.
En un solo curso se puede ganar la plaza
La segunda idea que queremos transmitir es que es posible obtener la plaza en un solo año. No es fácil, pero es perfectamente posible y así lo han vuelto a atestiguar las oposiciones de Galicia y de Valencia en la que ha habido personas que lo han conseguido. De hecho, las diferentes consejerías de Educación ya indicaron en 2018 que aproximadamente el 25% de las personas que habían obtenido la plaza no tenían puntos de antigüedad; es decir, no habían trabajado en un instituto nunca.
Y si esto es así para las personas que opositan por primera vez, ¿qué decir de las que ya llevan unos años esforzándose y probando fortuna? Pues que, lógicamente, se reparten la mayoría de las plazas, pues el 75% restante son personas interinas. Es decir, como es lógico, el esfuerzo de años (y los puntos del baremo) se convierten en la palanca fundamental para alcanzar el puerto final de la travesía.
Observemos ahora los datos de las personas que habíamos preparado nosotros para estas comunidades. Nueve personas preparadas por nosotros han obtenido la plaza: una de ellas la comenzamos a preparar en 2015, tres siguieron nuestros cursos en 2016, otras dos en 2017 y otras tres en 2019. Tres de estas personas se preparó con nosotros más de un curso a través del Curso Oro u otras variantes y otras seis personas solo hicieron el Curso Total. De la misma manera, podemos señalar que cinco de ellas no tenían puntos y cuatro eran interinas. Y como último dato, siete habían estudiado Filología Hispánica y dos otras carreras diferentes.
¿Qué quiere decir esto? Que es posible obtener la plaza desde puertos de salida muy diferentes y también que nosotros adaptamos nuestra formación a todo tipo de personas.
Es preciso prepararse las oposiciones con fe y alegría
Así pues, es perfectamente posible alcanzar la plaza en un solo año a condición de que nos preparemos a conciencia. Ya sabemos que hay elementos comunes en las oposiciones de todas las comunidades. También sabemos que hay diferencias entre unas convocatorias y otras referentes al ejercicio práctico o al modelo legislativo. Incluso sabemos que debemos prepararnos ante todo porque hay ocasiones en las convocatorias de una misma comunidad varían de un año a otro y donde había un filológico deja de haberlo y donde no había un supuesto práctico, aparece. Nuestros jefes, los políticos, pueden cambiarnos las oposiciones sin previo aviso, así que hay que prepararse para lo que ya ha ocurrido, pero sin olvidar dedicar algo de tiempo a lo que podría ocurrir. Es por esto que nuestros cursos de comentario presentan diferentes opciones, de forma que quien oposita, referente básico de nuestro trabajo, reciba una formación general que se adapta también a los requisitos de su comunidad.
Lo fundamental es prepararse a tope y plantearse la conquista del saber como una aventura única, muy sacrificada; pero en la que alcanzaremos grandes satisfacciones personales y nos veremos crecer enormemente. Hay que ir al esfuerzo, pero con la convicción absoluta de que la meta es posible y de que al finalizar la travesía seremos mejores personas de lo que éramos al empezar. Ese es siempre nuestro reto.
¡Así que, soltemos amarras, icemos las velas y pongamos rumbo a nuestra libertad!
¡Feliz curso 2020!