Hoy es viernes y por ello acudimos a nuestra cita semanal con nuestro acertijo “¡Ponte a prueba!”, con el que desde hace ya cuatro años intentamos, semana a semana, servir de ayuda a las personas que preparan la siempre difícil prueba de comentario de las oposiciones de Lengua castellana y literatura.
Hoy traemos un texto que entraña cierta dificultad. Puede resultar difícil reconocerlo y además su objetivo no es tanto la identificación de la obra, sino señalar, como si de un comentario filológico se tratara, la época de la historia de la lengua española a la que el texto nos remite. Así pues, si alguien acierta obra y autor o género, movimiento y época, será bienvenido tanto como la persona que se limite a señalar la época en el que el texto fue escrito.
Como siempre, las respuestas al acertijo se pueden hacer hasta el domingo por la noche en nuestra página de Facebook y las soluciones se darán el lunes. Feliz fin de semana. Saludos y ánimo.
El rey don Enrique fue su camino por tierra de Guipuzcoa a cercar la cibdad de Bayona, segund era ordenado; e como quier que era verano por el Sant Juan, las aguas fueron muchas, e tan grandes que se perdían muchos caballos e bestias por aquella tierra de Guipuzcoa, que es muy fuerte; e fue la hueste del rey muy menguada de viandas, ca por la tierra non las podían aver, lo uno por las grandes aguas, e lo al por la tierra de Guipuzcoa ser muy arredrada de donde son las viandas. Otrosi por la mar el rey non fuera apercevido, e non tenia navios para las traer, salvo ocho galeas suyas que estaban ante Bayona, que llegaron estonce de Sevilla, e iban facer guerra en la costa de Inglaterra, e desque sopieron que el rey venia sobre Bayona, venieronse para el. E el rey atendio sobre Bayona, cuidando que el duque de Anjeus vernia, segund ge lo avia enviado decir. E desque vio que non venia, envio a Tolosa de Francia donde estaba, a Pero Fernandez de Velasco, su camarero mayor, e don Juan Ramirez de Arellano, un caballero del su consejo, e fallaronle en Tolosa la grande, que es una cibdad del rey de Francia, e dixeronle como el rey don Enrique, guardando lo que prometiera a los caballeros que a el enviara, era venido sobre Bayona al tiempo que fuera asignado e le esperaba allí, e que las gentes suyas non podían aver viandas, nin estar mas allí, e que le rogaba que le enviase decir su voluntad como quería facer.