Hoy es 13 de diciembre y ya se acercan las vacaciones de Navidad. Como siempre, volvemos con nuestro acertijo “¡Ponte a prueba!” con la intención de servir de apoyo y pasatiempo a las personas que preparan la siempre difícil prueba de comentario de las oposiciones de Lengua castellana y literatura.
Esta va a ser la última entrada del año de nuestro acertijo, que retomaremos el día 10 de enero de 2020 y hemos querido finalizar el año con una obra de la que se ha escrito en la prensa durante las últimas semanas y pensamos que por ello, podría ser una candidata a aparecer en las oposiciones próximas.
Como siempre, se trata de reconocer la obra y el autor, pero también la época, el movimiento y el género de la misma. Las respuestas han de hacerse a través de la página de Facebook de opolengua.com
Y nada más por hoy. Mucho ánimo y… ¡feliz año de oposiciones 2020!
Después volvieron a hablar de Archimboldi y la señora Bubis les mostró una curiosísima reseña que había aparecido en un periódico de Berlín tras la publicación de Lüdicke, la primera novela de Archimboldi. La reseña, firmada por un tal Schleiermacher, intentaba fijar la personalidad del novelista con pocas palabras.
Inteligencia: media.
Carácter: epiléptico.
Cultura: desordenada.
Capacidad de fabulación: caótica.
Prosodia: caótica.
Uso del alemán: caótico.
Inteligencia media y cultura desordenada son fáciles de entender, ¿Qué quiso decir, sin embargo, con carácter epiléptico? ¿que Archimboldi padecía epilepsia, que no estaba bien de la cabeza, que sufría ataques de naturaleza misteriosa, que era un lector compulsivo de Dostoievsky? No había en el apunte ninguna descripción física del escritor.
-Nunca supimos quien era el tal Schleiermacher -dijo la señora Bubis-, incluso a veces mi difunto marido bromeaba diciendo que la nota la había escrito el propio Archimboldi. Pero tanto él como yo sabíamos que no había sido así.
Cerca del mediodía, cuando ya era prudente marcharse, Pelletier y Espinoza se atrevieron a realizar la única pregunta que juzgaban importante: ¿podía ella ayudarlos a entrar en contacto con Archimboldi? Los ojos de la señora Bubis se iluminaron.