Realizamos hoy el análisis de la convocatoria de la Comunidad Foral de Navarra de estas oposiciones en sus aspectos más destacados. Se trata de una comunidad que nos trae muy buenos recuerdos, porque en la última convocatoria de 2018 consiguieron la plaza bastantes personas preparadas por nosotros y, muy especialmente, la persona que obtuvo el número 1 en las mismas. Para empezar tenemos este cuadro que sintetiza sus rasgos más relevantes.
Número de plazas | 48 plazas de español y 17 de vascuence. |
Tasas | 40 € |
Fecha de presentación de solicitudes | Hasta el 4 de febrero. |
Fecha de examen | A partir del 10 de mayo |
Inclusión en listas | No indica nada, |
Ponderación tema y ejercicio práctico | 50% y 50% |
Filtros discriminatorios | Hay una convocatoria para hablantes de euskera. |
Prueba práctica escrita (A) | Un texto sobre el que se formulan preguntas. |
Segunda parte | 30% la programación y 50% la unidad didáctica. |
Programación | En el acto de presentación.La programación didáctica tendrá una extensión máxima de 50 folios en formato DIN A4, escritos a una sola cara, interlineado sencillo, con una letra Arial, tamaño 12 puntos sin comprimir. Deberá contener un mínimo de 10 unidades didácticas, que deberán ir numeradas. |
Materiales para la encerrona | El aspirante podrá invertir 30 minutos la defensa de la programación y otros 30 minutos la unidad, al que podrá seguir un debate de quince minutos.Para dicha exposición el aspirante podrá utilizar el material auxiliar que considere oportuno y que deberá aportar él mismo, así como una copia idéntica de la programación didáctica por él entregada. |
Una convocatoria continuista
Las oposiciones en Navarra parecen tener un marcado tono continuista en relación con la convocatoria de 2018. Eso es positivo porque parece que los ejercicios prácticos y la programación seguirán el mismo esquema, lo que permite que los opositores sepan de antemano, más o menos, en qué consistirán las pruebas.
Por lo que se refiere al tema, se sigue el mismo criterio que en 2018 y, por ello, los opositores deberán incluir en el mismo una mención didáctica que lo relacione con el currículo de la comunidad y con el ejercicio de la práctica docente.
El ejercicio práctico tiene el mismo esquema que en 2018 y en Lengua castellana se tratará de un texto sobre el que se formularán cuestiones “planteadas a partir de un texto propuesto, de carácter no literario o literario, perteneciente en este último caso a una obra o autor representativo incluido en el currículo o temario de la especialidad.
Se plantearán cuestiones bien sobre aspectos concretos, bien sobre aspectos generales de comentario y análisis. En ambos casos, las cuestiones planteadas se referirán a cualquiera de los diferentes niveles (pragmático, léxico-semántico, morfosintáctico y fonológico), en función de su relevancia para el significado global del texto propuesto.” Recordemos que en 2018 fueron cuatro las preguntas.
También la programación es igual a la que se pidió en 2018, poniendo el límite mínimo de unidades en diez.
Nuestra valoración de estas oposiciones
Es positivo el hecho de que se incremente notablemente el número de plazas. En Lengua por ejemplo, se pasa de 14 plazas en castellano a 48 plazas. En Geografía e Historia no hubo plazas en castellano y en esta ocasión hay 24, por lo que se trata de una convocatoria más generosa que la última.
Sin embargo, este continuismo también afecta a otros elementos que no nos gustaban en 2018 y que se repiten y siguen sin gustarnos. Por ejemplo, se sigue pidiendo que la programación se entregue en el acto de presentación, lo que convierte ese acto para tribunal y opositores en una tortura.
Tampoco nos gusta que haya plazas orientadas en exclusiva a los hablantes de euskera y menos en un profesor de Lengua castellana, cuyo mérito principal es conocer la lengua española y cuya clase se va a dar obviamente en español.
Si nos gusta que se puedan entregar programaciones con diez unidades, pues nos acerca más a lo que se hace realmente en el aula.
Una novedad es la importancia que se concede en este caso a la ortografía de las programaciones pues se indica que los errores ortográficos o gramaticales pueden penalizarse con hasta el 20% de la calificación.
Hay opciones para todos
Las últimas oposiciones en Navarra, en las que tan buenos resultados tuvimos, demostraron que se puede sacar la plaza a la primera, pues fueron varios de nuestros opositores los que lo consiguieron. Esto es una realidad de la que debe convencerse, por su bien, toda persona que se vaya a presentar. Es posible obtener la plaza a condición de esforzarse, tener las ideas claras y tener el poquito de suerte necesaria para lograrlo. Y si no se saca la plaza, estas oposiciones pueden traer un buen premio de consolación entrando en las listas de interinos. Ese asalto a la plaza en dos turnos es el mismo que viví yo y el que han vivido muchísimos opositores en el pasado.
Presentarse a las oposiciones, incluso sin ir bien preparados, es una gran idea, porque nos permite tomar contacto con las mismas, desmitificarlas y aprender lecciones que nos serán valiosísimas en años posteriores cuando ya, más en serio y con una preparación rigurosa, lo volvamos a intentar.
Esta convocatoria es, para todos, una gran oportunidad. No la dejes escapar.
Saludos y ánimo.