Como cada viernes, aquí estamos con nuestro concurso “¡Ponte a prueba!”, el acertijo con el que pretendemos ayuda y pasatiempo a las personas que preparan la difícil prueba de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura.
Y hoy presentamos un texto de un género que ha aparecido muchas veces en las oposiciones, pero que nunca se había asomado a nuestro acertijo, por lo que para nosotros es una incógnita la dificultad que pueda suponer para nuestros participantes. Se trata de una obra de cierta difusión y que trata un tema bastante actual, por lo que es posible su aparición en las oposiciones de 2021.
Ya suponemos que, a pesar del estilo característico que muestra, será bastante difícil reconocer la obra o la autoría, así que podría bastar con señalar el género, el movimiento y la época a la que se refiere.
Como siempre, se puede participar escribiendo la solución como comentario en la página de Facebook de www.opolengua.com hasta la noche del domingo y la solución y la lista de acertantes las daremos el lunes.
Y nada más por hoy. Como siempre, nuestro recuerdo a las víctimas de la pandemia y nuestro cariño para sus allegados. Feliz fin de semana. Saludos y ánimo.
El 99% de los católicos, creyentes y no creyentes, es incapaz, incluyendo los que tienen estudios superiores y doctorados (o sea, sus élites), de entender cómo funciona el mecanismo de transferencia de culpa que está en la base de toda la mentalidad protestante y muy especialmente de la puritana. Consiste en un estado perpetuo de juicio moral a los otros que, acusando a los demás, sobre todo a los católicos, de lo que ellos mismos han hecho y hacen, logra que sus propios pecados sean invisibles incluso para ellos mismos. El mundo católico es intolerante. Luego ellos no lo son, porque no son católicos. El mundo católico es inquisitorial. Luego ellos no lo son, porque no son católicos. Los españoles acabaron con los indios. Luego ellos no lo hicieron, porque no son españoles. La operación que está en marcha en California desde hace varios años es justo lo que acabamos de explicar: un gigantesco sistema de autoexculpación WASP. Y funciona. Y funciona porque es básico, primitivo y pre-racional. Es pensamiento mágico, dual y actúa por semejanza o contraste. Lo explica fantásticamente bien Frazer en La rama dorada.
No vale sonreír con aires de superioridad ante lo burdo de la mentira y lo ridículo del planteamiento. Ya verán qué éxito alcanza y cómo se repite año tras año. ¿Por qué? Porque con la moda del indigenismo creciendo en las universidades no hay forma de obviar que apenas queda población indígena o mestiza en Estados Unidos. Alguien tendrá la culpa y ese alguien no va a ser un WASP.
Hablábamos más arriba de los que tienen estudios superiores y doctorados. La mayoría no son creyentes, pero da lo mismo porque se comportan con la misma pasividad de los creyentes. Esta actitud profundamente católica, que exalta el martirio y que consiste en poner la otra mejilla y buscar el apaciguamiento de quien te ofende, la tienen tanto los intelectuales católicos creyentes como los no creyentes. Los ateos creen que no comparten las trabas mentales de los creyentes. Craso error. Las tienen todas. La más grave es haber aceptado el supremacismo protestante, como hicieron los católicos creyentes hace mucho tiempo. Si realmente se hubiesen quitado la costra de la Iglesia católica, se habrían puesto a pensar por su cuenta. Librepensador no es pensar como los protestantes y repetir los tópicos autocomplacientes con los que justifican su supremacismo. Librepensamiento es tirarse al monte a buscar la verdad en sentido griego. Porque la verdad hay que salir a cazarla como a los tigres y no conformarse con la primera que te encuentras fabricada, sobre todo si los que han producido la manufactura dicen que son más ricos que tú y más blancos que tú.