Entramos en el primer viernes de octubre y como cada fin de semana traemos nuestro acertijo “¡Ponte a prueba!”, con el que pretendemos facilitar recursos, experiencias y un ameno pasatiempo a los opositores que preparan las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura en su temida prueba de comentario de texto.
Esta semana plantemos un texto que también puede resultar dificultoso. Se tratará, por tanto de reconocer, si es posible, obra y autor; pero si no lo es, bien puede bastar con indicar razonadamente el género, la época y el movimiento en el que lo encuadraríamos.
Como siempre, puedes participar, escribiendo un comentario en la página de Facebook de www.opolengua.com hasta la noche del domingo. También publicaremos la solución del acertijo junto con los acertantes el lunes.
Y nada más. Como siempre, nuestro recuerdo a las víctimas y a sus familiares. Feliz fin de semana. Saludos y ánimo.
Todo el relato, toda la historia de Iba siempre por delante y era extraño, extrañito es la transcripción fiel, por parte de Ramón Ros, de todo lo que cuenta Paranoico Pérez.
“Iba por fin a escribir mi primera novela -empieza contándole Paranoico-, una historia en la que había estado trabajando arduamente y que transcurría toda entera, enterita, en ese gran convento que hay en la carretera de Sintra, iba a decir Sintrita, cuando de repente, ante mi absoluta perplejidad, vi un día, en los escaparates de las librerías, firmado por un tal Saramago, un libro titulado Memorias del convento; ay madre, madrecita mía.»
Paranoico Pérez, aficionado a incluir diminutivos en todo lo que cuenta, va desgranando su historia, explica cómo se quedó helado, lleno de temores que pronto confirmó cuando vio que la novela de Saramago era asombrosamente igual, pero que igualita a la que le había planeado escribir: “Me quedé pasmado prosigue Paranoico, bien pasmadito y sin saber qué pensar de todo aquello hasta que un día le oí decir a alguien que a veces hay historias que nos llegan en forma de voz, una voz que habla en nuestro interior y que no es la nuestra, no es la nuestrita. Me dije que esa era la mejor explicación que había podido encontrar para entender aquello tan raro que me había ocurrido, me dije que era muy posible que todo lo que yo había planeado para mi novela si hubiera trasladado, en forma de voz interior, a la mente del señor Saramago…”
A través de lo que va contando Paranoico Pérez nos enteramos de que este, recuperado de la crisis que le sobrevino tras el extraño suceso, comenzó a pensar alegremente en otra novela y planeó minuciosamente una historia que protagonizaba Ricardo Reis, el heterónimo de Fernando Pessoa. Naturalmente, la sorpresa de Paranoico fue grande cuando, al disponerse a redactar su historia, apareció en las librerías El año de la muerte de Ricardo Reis, la nueva novela de Saramago.