Hoy es lunes y tras los días festivos de la Semana Santa, volvemos con fuerza al estudio y al trabajo. Ya quedan muy pocas semanas para el día D (sobre todo en la Comunidad Valenciana), por lo que es tiempo de esforzarse al máximo y estudiar a tope. Y nosotros iniciamos la semana con la resolución de nuestro último ¡Ponte a prueba!, el acertijo con el que retamos a quienes se preparan para la prueba de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura.
En esta ocasión, nuestros participantes han vuelto a dar en el clavo, superando todas las dificultades que el texto planteaba, que eran muchas. Así, Mercedes Mateos indica acertadamante el género de la poesía religiosa y dentro del Siglo de Oro, como también indica Mari Pick. Mamen Moreno lo incluye acertadamente en el Renacimiento. Pero son Amp CF, Marian Cruz Solana y Marta Rojas quienes más se acercan a la solución, pues señalan que se trata de poesía renacentista atendiendo al tipo de estrofa, situando la composición simplemente dentro de la poesía religiosa y situándola en la segunda mitad del siglo XVI. Enhorabuena a todas ellas y ojalá que el día D tengan la misma suerte.
Y es que se trataba de las cuatro primeras estancias de la Canción a Cristo crucificado de Francisco de Aldana (1537-1578), prototipo del caballero renacentista, poeta y soldado. Nació en Italia y recibió una esmerada educación, que incluyó la lectura y el estudio de los poetas italianos y españoles más influyentes de la época. Con dieciséis años comienza su carrera militar. Destacó en diferentes batallas a las órdenes de Carlos I y Felipe II (como la de san Quintín o el sitio de Haarlem) y murió en la batalla de Alcazarquívir. Tuvo una educación exquisita y fue alabado por Cervantes quien en La Galatea lo denomina “el Divino”. En palabras de su editora, Rosa Navarro: <<El destino lo llevó del vivir la belleza de Florencia a la muerte en el campo de batalla africano. La eternidad a la que aspiraba a subirse la consiguió, como quería, con estos trofeos, sus versos ”que no han podido escurecer / las aguas del olvido.”>>
Y nada más por hoy. Mañana volveremos con el análisis de las últimas convocatorias realizadas en los últimos días. Como siempre, nuestro recuerdo a las víctimas de la pandemia. Saludos y ánimo.
Si al pie de vuestra cruz y a vos en ella,
antes que se os arranque el alma santa,
os presento, Señor, la canción mía,
es porque tal morir parece estrella
que por curso divino se adelanta
por mensajera de la luz del día,
y es tanta su alegría
que rompe los ñublados más oscuros
cuanto la compasión a los más duros
pedernales deshace.
¡Tanto enternece y tanto satisface!
Y sí, estando muriendo, mis canciones
sin tiempo os parecieren y pesadas
y libre proceder, por nuevo modo
no dejéis de escucharme mis razones:
hacer cuenta, Señor, que son lanzadas,
qué día es este de sufrillo todo;
haced cuenta que el lodo
os arrojo a la cara y estad quedo,
que cuando yo lo doy, doy lo que puedo;
vos habéis de esperale,
pues manos no tenéis para quitalle.
No me os podéis huir porque esos clavos
que os cosen a ese palo me aseguran
que me habéis de esperar, aunque me tarde;
bien sabéis vos, Señor, que los esclavos
en el servicio y el trabajo duran
sin saber que es mañana ni que es tarde;
y pues que tanto arde
la llama poderosa en ese pecho
y en vos por mi defensa tanto ha hecho,
no acabará tan presto,
y ella os hará esperar en ese puesto.
Si estáis desconsolado y afligido,
afligido estó yo y desconsolado
(y no por comparar males con males),
pero poned los vuestros en olvido,
y más os duele a mi menor cuidado
que los mayores vuestros y mortales;
y pues sentir los tales
no tuvo otro principio sino este,
aunque la vida mi remedio os cueste,
pues vos os ofrecistes,
veréis y veré yo lo que quesistes.