¡Ponte a prueba! 29/2021 (Solución)

¡Ponte a prueba! 29/2021 (Solución)

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Como cada lunes, comenzamos la semana de estudio con fuerza e ilusión, esperando alcanzar todos los micro-objetivos que tenemos planteados para ella. Y el primero es la publicación de la solución de nuestro ¡Ponte a prueba!, el reto que planteamos a los opositores para ayudarles a preparar la siempre temida prueba de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura.

Hablábamos el viernes de la dificultad que entrañaba el texto y la respuesta ha sido espectacular. Y así, Anabel Eseéme señala con acierto su pertenencia al género de la novela picaresca. A esto hay que añadir el acierto pleno de Josega Real, Sara Piélagos Martín, Adrián Gómez Acosta y Marta Rojas que señalan sin dudar la obra y su autor. Y como remate, Lorena PL incluso indica acertadamente cuál es el fragmento escogido y cuál es su valor funcional. ¡Enhorabuena a todos ellos y ojalá que el día D tengan la misma suerte!

Y es que, efectivamente se trataba de La hija de la Celestina (1612) de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, (1581-1635) y más concretamente a su segundo capítulo, titulado muy expresivamente “La hija de Celestina y demás compañeros prosiguen su camino y ella cuenta á Montúfar su vida y nacimiento.”

Y nada más por hoy. Como siempre, nuestro recuerdo a las víctimas de la pandemia. Feliz semana de estudio. Saludos y ánimo.

<<… Tres veces fui vendida por virgen. La primera á un eclesiástico rico. La segunda á un señor de título. La tercera á un ginovés, que pagó mejor y comió peor. Este fue el galán más asistente que tuve: porque mi madre envió un día, valiéndose de sus buenas artes, en un regalo que le presentó, bastante pimienta, para que se picase de mi amor toda su vida; andaba el hombre loco, y tanto, que habiendo destruido con nosotras toda su hacienda, murió en una cárcel habrá pocos días, preso por deudas. Temióse mi madre de la Justicia y quiso mudar de frontera: partimos á Sevilla y en el camino por roballa, unos ladrones la mataron; y acompañárala yo en esta desdicha si no me hubiera quedado, en razón de venir con poca salud, más atrás dos leguas. Supe las triste nueva de mi madre luego y, sin pasar más adelante, me volví a Madrid, donde te encontré en casa de aquella amiga y me aficione de tus buenas partes, siendo el primer hombre que ha merecido mi voluntad y con quien hago lo que los caudalosos ríos con el mar -que todas las aguas que han recogido, así de otros ríos menores como de varios arroyos y fuentes, se las ofrecen juntas- dándote lo que a tantos he quitado. De allí, como tú sabes, pasamos a esta ciudad de Toledo, de donde volvemos tan acrecentados que, si tú no tuvieras más angosto el ánimo de lo que yo pensé, trujeras mejores alientos. Y porque parece que la conversación ha sido salsa que te ha hecho apetecer el sueño, sosegando algún tanto la inquietud de tu espíritu, reclínate un poco y reposa, considerando que todo lo que el miedo es bueno antes de cometer un delito porque suspende la ejecución dél, es malo después, porque turba el culpado tanto que suele, en vez de huir de quien con diligencia le busca, ponerse él mismo en sus propias manos.>>