Hoy tratamos un tema que genera mucha ansiedad a las personas que preparan las pruebas de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura. ¿Es posible prever qué tipo de textos caerán el día D? ¿Hay algunas constantes en lo que hacen los tribunales? Damos aquí nuestras opiniones sobre el particular sin ningún ánimo de polemizar, sino de servir, simplemente, como guía a aquellos que quieren saber qué obras se han puesto años atrás y por qué.
¿Quién decide los textos?
La primera cuestión a resolver es: ¿quién decide los textos? Y la respuesta es clara; quien preside el tribunal número 1. En este sentido, es muy importante saber que el presidente de este tribunal (que tiene como misión coordinar a todos los demás), es una persona de la confianza de la inspección. Y no podemos olvidar que la inspección está siempre politizada, sobre todo en autonomías en las que no ha habido alternancia política en décadas.
¿Qué piensa quien decide el texto? Lo primero: detectar lo que sabe el opositor
Piensa en varias cosas: Lo primero, busca un texto que sirva para detectar las habilidades que se requieren para el puesto. Para detectar eso valen muchísimos textos, así que hemos dicho poco.
Lo segundo: busca un texto que sea útil para los tribunales.
Me explico. Si hay pocas plazas, el texto que se pone puede ser mucho más rebuscado precisamente para dificultar su resolución. Eso hace que menos personas aprueben y los tribunales están más desahogados. Si hay muchas plazas, los textos han de ser de obras más conocidas, de forma que los opositores las acierten. En comunidades más pequeñas pueden poner textos más difíciles por eso. Me estoy acordando en 2016 de Cantabria que puso el texto «Pantera» de Ocnos de Luis Cernuda o de Madrid en 1996 (con solo diez plazas aquel año) que puso un texto dificilísimo de Cansinos Assens.
Lo tercero: puede buscar favorecer a los interinos
También puede pesar que se quiera favorecer a los interinos y se pongan obras de lectura obligatoria en esa comunidad. Fue el caso, por ejemplo, de Los girasoles ciegos en 2016 en Andalucía, lectura obligatoria de Selectividad.
Lo cuarto: puede manifestar la ideología dominante
Como hemos dicho, el presidente del tribunal número 1 es un puesto de confianza política y el presidente valora también lo que se considera deseable o se acepta como tal en cada momento histórico para el Poder que lo ha puesto ahí. Si apreciamos el histórico que tenemos en Opolengua, lo cierto es que en los últimos treinta años hay determinados autores que sí han tenido más presencia en los ejercicios, a costa de otros. Por ejemplo, mientras gobernó el PSOE en Andalucía los textos fueron de autores cercanos a las posiciones de izquierda o directamente izquierdistas. Apareció García Márquez, José Luis Sampedro, César Vallejo o Alberto Méndez. No hicieron acto de presencia Manuel Machado (que es andaluz y que sí lo hizo en Madrid, gobernada por el PP), ni Muñoz Seca o los Álvarez Quintero. Esto se puede achacar a la casualidad, pero yo no lo creo.
Atender a la ideología dominante de cada época resulta útil para orientarse. Y en este sentido, hay más posibilidades de que el texto se escore hacia la izquierda que hacia la derecha, pues no podemos olvidar tampoco que la industria editorial (y por tanto quienes publican) y el canon actual están más cercanos a posiciones de izquierda que a la derecha. La influencia de estos autores y de esta ideología está más presente o se exhibe con mayor claridad entre el profesorado, por lo que parece que poner una obra de derechas podría suscitar críticas mientras que una de izquierdas se asume sin problema. Esto es igualmente válido para las columnas o textos periodísticos.
Lo quinto: el elemento regionalista o autóctono.
Esta ha sido otra constante en otras comunidades, que han buscado o bien autores nacidos en esa comunidad autónoma o cuya obra estuviera ambientada allí o tenga personajes de esa comunidad. Esto ha ocurrido en la Comunidad Vasca con Tiempo de silencio o en los ejercicios de Madrid con la obra de Pardo Bazán.
En los últimos años, las mujeres
En las últimas oposiciones en toda España aparecieron porcentualmente más textos de mujeres que nunca. Matute, Martín Gaite, sor Juana Inés de la Cruz, Carmen Laforet, Pardo Bazán… Eso tampoco es una casualidad y responde, como decíamos antes, a la sensibilidad que se espera de acuerdo con el momento histórico. Y es evidente cuál es el momento que se vive ahora. También incidió en que la temática de algunas obras de autores elegidos (Cinco horas con Mario, por ejemplo) también mostraba un personaje femenino.
Y siempre: los clásicos
El canon clásico nunca falla. El Siglo de Oro es la materia de casi la mitad de los textos que se ponen. No lo olvidemos.
Lo fundamental es aprender a comentar
Esperamos que este repaso de motivos haya podido orientar a alguien sobre cómo preparar mejor la prueba de comentario. Pero no olvidemos jamás una cosa. Lo fundamental no es acertar el texto, sino saber comentar. Y a comentar se aprende comentado y con una persona experta que nos ayude a corregir nuestros errores y a potenciar nuestras capacidades.
Saludos y ánimo.