En los últimos días, la Comunidad Valenciana ha anunciado cambios en su ejercicio práctico en relación con el comentario que planteó en las últimas oposiciones. Esto ha llenado de inquietud a muchas personas que llevan un año preparando un tipo de ejercicio y que, a escasísimas semanas del día D, ven cómo las características de la prueba se modifican. En Canarias, hace unas semanas ocurrió exactamente lo mismo. Estas dos circunstancias nos llevan a tratar este tema hoy aquí.
El caso canario: cambios en las bases
Desde hace ocho años, el ejercicio canario había consistido en la solución de un supuesto práctico. El tribunal proponía tres situaciones docentes y los opositores elegían una. En estas situaciones, la base teórica apenas tenía importancia y todo se orientaba a que el candidato fuera capaz de manejar el currículo canario, la terminología didáctica aplicada allí y los planes educativos y aplicaciones informáticas del Gobierno de Canarias. Es decir, era una prueba que parecía diseñada para que solo la pudieran aprobar interinos que ejercieran en Canarias. Una táctica muy inteligente de los sindicatos. Esto hacía que la preparación de los opositores fuera, lógicamente, en esa línea. Pero este año, en las bases de la convocatoria, publicadas en abril, se ha modificado todo y el enunciado dice: “El tribunal planteará tres supuestos prácticos que incluirán: ejercicios, problemas o cuestiones relacionados con aprendizajes propios del currículo de las materias de la especialidad por la que se participa; y un contexto para su aplicación didáctica.” Es decir, ya no es solo el supuesto sino ejercicio y cuestiones. Y no se aclara cuáles pueden ser esas cuestiones…
¿Hacia donde va el ejercicio canario?
Pues no lo sabemos a ciencia cierta. Pues, como ocurre muchas veces, el enunciado es tan amplio que obliga a preparar todo. Sin embargo, tenemos nuestra propia teoría. Creemos que el ejercicio va a ir en línea con lo planteado en Cataluña o en la Comunidad Vasca en las últimas convocatorias: un texto, unas preguntas previas (bien sobre el propio texto o relacionadas de alguna forma con el mismo) y su aplicación didáctica.
El caso valenciano
El caso valenciano es también similar. En la última convocatoria se evitó el comentario filológico y por ello los aspirantes se estaban preparando para un comentario literario puro, sin elementos filológicos. Sin embargo, en la última semana, la Generalidad Valenciana ha publicado sus criterios de evaluación en los que indica con total claridad que se pide
• Estudio de la lengua, destacando los aspectos más relevantes en los niveles: Fonológico (evolución del sistema consonántico y del sistema vocálico). Morfosintáctico.
Lexicosemántico.
Así pues, entra el filológico. Y esto no es un cambio sin importancia, pues todos sabemos las dificultades que entraña este ejercicio.
¿Ha habido otros casos de cambios de última hora en años anteriores?
Rotundamente sí. Ha habido cambios en las últimas tres convocatorias. Sin ánimo de exhaustividad, hubo cambios en las preguntas de Madrid que eran más generales y llegaron a ser de una concreción enorme (por ejemplo, “listado de metáforas explicando su significado y clasificándolas según el tipo al que pertenece cada una”), hubo cambios en Galicia, Navarra y la Comunidad Vasca en 2018, en 2020 en Cataluña y ahora en 2021 en Canarias y la Comunidad Valenciana. Es decir, ha habido cambios bastantes veces.
¿Qué podemos hacer como opositores antes los cambios de la prueba práctica?
Pues lo primero, tomarlos como una posibilidad real. Y esto quiere decir preparar todos los escenarios posibles para que nada nos pille totalmente por sorpresa. Lo más seguro es preparar un poco todas las posibilidades y concentrar nuestros esfuerzos en la última prueba que se dio (pues, de todas formas, la estadística demuestra que es más normal que se repita ese ejercicio a que cambie), pero sin olvidar el resto de posibilidades. Además, no hay que olvidar que las bases de las convocatorias son tan abiertos que incluso pueden sorprendernos con ejercicios algo diferentes sin avisar. Es muy importante, por ello, leer las bases de nuestra convocatoria y estar atentos también a posibles comunicaciones de las respectivas consejerías de educación.
¿Cómo tratamos esto en Opohispania?
Pues desde siempre, previendo estas posibilidades nuestros cursos contienen dos tipos de ejercicios. Por un lado, hay una serie de prácticas generales que abarcan todas las pruebas aparecidas en España en los últimos veinte años y por otro hay otras prácticas (a las que llamamos exámenes) que reproducen los ejercicios de cada comunidad con un alto grado de fidelidad (de hecho, la inmensa mayoría de esos ejercicios son reales y se dieron en las oposiciones pasadas). Creemos que esta es la mejor manera de preparar la prueba.
Prepararse para alcanzar la plaza
El objetivo, siempre, es alcanzar la plaza. Y no podemos olvidar una cosa nunca: para quien se prepara con rigor, el comentario no es un obstáculo, sino un ayudante, pues obliga a que todo el mundo dé lo mejor de sí y elimina a quienes no se preparan con el mismo rigor que nosotros. Gracias a él en las últimas convocatorias el 25% de las personas aprobadas no tenía antigüedad en el sistema. ¿Qué pasaría si no hubiera prueba práctica? Pues es sencillo saberlo porque ya ha pasado. Aprueba casi todo el mundo y las plazas se las llevan los que tienen más puntos. Por eso los sindicatos (siempre apoyando a las personas que se esfuerzan para aumentar la calidad de la educación pública) han estado siempre en contra del ejercicio práctico.
Una plaza es para ti
Por ello, es fundamental tener esto claro y prepararse rigurosamente para alcanzar la plaza. Como hemos dicho siempre, estas oposiciones son duras, si, pero son asequibles. No tengas temor. Persiste, persevera, estudia, prepárate con confianza: una plaza es para ti.
Como siempre, nuestro recuerdo a las víctimas de la pandemia y a sus familiares. Saludos y ánimo