El sábado pasado fue la prueba de comentario de las oposiciones de la Comunidad Valenciana, de las que escribiremos mañana. Hoy, estos opositores ya se están preparando para las encerronas que empezarán sobre el 28 de junio. Los demás, siguen preparando su día D para el día 19 de junio, cuando se celebrarán las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura en un buen número de comunidades.
Decíamos el pasado viernes que reconocer el poema era difícil. Se trataba de la transcripción de una edición facsímil que tengo en mi biblioteca y la representación gráfica del mismo complicaba aún más la tarea. Pero aún así, han sido varias las personas que han reonocido elementos importantes del texto. Algunas personas lo han situado en el Siglo de Oro o en el Renacimiento y ello no es incorrecto por el clasicismo que emana en cuanto a forma y contenido el soneto. Se trata de Rafael Robledo Simón, Marian Cruz Solana, Patricia Bejarano, Miguel Torrejón y José Manuel Serrano Valero. Pero es Belén Galván Carballo quien acierta con más precisión al adscribirlo a la escuela salmantina.
Y es que el texto era el soneto XIV del sacerdote sevillano, aunque perteneciente a la escuela salmantina, Francisco de Medrano (1570-1607), publicado en una rara obra en 1617 en Palermo. Poeta que imita modelos horacianos e italianos y realiza una obra amorosa dedicada a cuatro damas, una de las cuales es Flora. Así que, nuestros seguidores podrían hacer un buen comentario con los mimbres encontrados. ¡Enhorabuena a todos ellos y ojalá que el día D tengan la misma suerte!
Svelta la carta i brujula el piloto
cansando de luchar con lluvia i viento
açota de la nave el mar el mar hambriento
este costado abierto, i aquel roto.
Del impío marinero, ya devoto,
embuelto en vozes sube el sentimiento
al cielo, que desprecia malcontento
del passagero umilde el casto voto.
Enviste el casco en un escollio duro,
i al más dichoso, en una tabla asido,
escupe el mar en las arenas muerto.
Yo lucho con la ausencia i sostenido
de mi esperança, llegaré seguro,
Flora, a tus ojos i muera yo en tal puerto.