Hoy es nuevamente viernes. En la Comunidad Valenciana siguen los tribunales corrigiendo los exámenes (darán las notas el día 18) y en muchas otras comunidades nos acercamos con paso firme e inexorable, en un verdadero tempus fugit, al día D. Y nosotros seguimos con una entrega más, la penúltima de este curso, de nuestro ¡Ponte a prueba!, el acertijo con el que pretendemos ayudar a todas esas esforzadas personas que preparan la prueba de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura.
Hoy traemos un texto muy interesante, que seguramente será difícil de reconocer. Basta, como siempre con indicar género, época y movimiento. Si identificamos los rasgos temáticos y formales que lo caracterizan, podremos hacer un buen comentario.
Para participar, como siempre, podemos enviar comentarios a la página de Facebook de opolengua.com hasta el domingo por la noche. El lunes por la tarde daremos la solución con su lista de acertantes.
Y nada más por hoy. Feliz fin de semana, seguramente dedicado a tope al estudio. Ya queda menos para la libertad. Como siempre, nuestro recuerdo a las víctimas de la pandemia. Saludos y ánimo.
Este es el fresco puesto, ésta es la fuente
donde se recogía la hermosa
Leucotea, del prado y bosque gloria.
De aquí se parte a la ribera umbrosa
de Pisuerga, que corre blandamente,
y goza con su vuelta a la victoria,
y cubre la memoria
de Betis cristalino,
que al mar lleva el camino.
Pierde el campo su bien en su partida
y nace en 1000 apenas sin medida.
Más pues el llanto crece noche y día
y al dolor me convida,
versos de Betis suena, avena mía.
Betis murmura su ribera y prado
y los pinos responden a su canto;
siempre escucha el amor de los pastores
y a pan que esparce el doloroso llanto.
en amorosos fuegos inflamado.
Betis siente las quejas y dolores
de tiernos amadores.
Betis sabe que sea
amar a Galatea.
Será testigo del levantado pino,
el prado verde, el bosque sin camino,
la selva con oscura sombra fría,
que el sol cierra el camino.
Versos de Betis suena, avena mía
¿A do llevas, pastora, tu ganado?
¿A qué pasto a qué río caudaloso
con oro y plata? ¿A qué hermosa fuente?
¿A qué bosque encubierto y sonoroso?
¿A qué selva, arboleda y a qué prado?
¿Qué dura voluntad te lleva ausente
de este puesto presente?
¿Quién lleva en tu partida
nuestra gloria y la vida?
¿Cómo podrán vivir sin ti pastores?
¿Cómo podrás vivir sin tus pastores?
¿Por qué niegas, pastora, la alegría
al campo y a las flores?
Versos del Betis, suena, avena mía.