Una historia de pasión, esfuerzo y entusiasmo: Gema González Herrera

Una historia de pasión, esfuerzo y entusiasmo: Gema González Herrera

Una docente vocacional

Me llamo Gema González Herrera y estudié Filología Hispánica porque así lo determinó el destino, cuando en lugar de empezar Medicina, me decanté por la carrera que resultó convertirse en mi pasión. Cada día que pasaba, cada materia que en aquellas aulas se impartía, iba despertando en mí esa docente en la que hoy por hoy me he convertido y a la que tanto queda por formar porque, como destacó Cotton Dana: » El que se atreve a enseñar, jamás debe dejar de aprender». 

Mis primeros pasos como profesora

     Nunca olvidaré la primera vez que pisé un aula como docente en un centro privado. Esos ojos observándome con detenimiento y esa enorme responsabilidad que te llena de orgullo al haberte brindado esa posibilidad de contribuir a su formación, hicieron que con determinación decidiera prepararme las oposiciones.

¡Opositar!

«¡Opositar!» Esta expresión cargada de incredulidad la escuché un millón de veces cuando expresé mi intención de realizarlas, ya que suponía sacrificar mucho y dejar tu vida de lado; pero ¡merece tanto la pena! Había que ponerse manos a la obra y hacer que los astros se alineasen para conseguir el objetivo y ello suponía apostar por lo seguro a pesar de las circunstancias: trabajar fuera de casa, dejar tu familia lejos, pocas horas de sueño, muchas de estudio y enormes cantidades de ilusión y optimismo. 

Mi intenso camino a la plaza

Han sido unos meses intensos, de risas, llantos, entusiasmo, decepción y satisfacción; pero con la tranquilidad de saber que el éxito de conseguir la plaza dependería de mi organización y dedicación, ya que al elegir Opolengua sabía que este camino lo tenía medio recorrido.

Me siento enormemente afortunada, porque mi sueño se ha cumplido en tan solo unos meses y puedo decir que unos meses muy bien aprovechados y orientados por esta preparación que siempre está ahí, que se amolda a tus circunstancias y que te anima a seguir.

Las duras vivencias que me han hecho más fuerte

     De este camino me quedo con esos lunes conduciendo en un mar de lágrimas al dejar a mi hija en casa para ir a trabajar fuera y encerrarme cada tarde a estudiar durante cinco largos días a la semana, esos momentos en los que decidía por un segundo dejarlo todo, esos contenidos que no conseguía retener en mi memoria, esos litros de café que me ayudaron a mantenerme despierta durante horas… Esas vivencias te hacen más fuerte, te ayudan a crecer, a descubrirte: te enseñan.

Mi mejor año

    Ha sido mi mejor año a pesar de la pandemia, de los sacrificios, de las lágrimas, de esos cambios de humor, de frustraciones al no poder vivir momentos cruciales por perseguir mi sueño, pero es posible conseguirlo, se puede.

     Gracias, gracias y gracias a Opolengua por ese espectacular material del que dispone, por esa profesionalidad, por transmitir entusiasmo y formar a docentes que sin duda llevaremos con orgullo esa labor tan importante. 

La gran ilusión de comenzar un nuevo curso como funcionaria

 Mi vida ha cambiado, me siento feliz y muy orgullosa de lo acontecido. Deseosa de comenzar un nuevo curso y disfrutar de mi profesión como funcionaria. 

Eternamente agradecida.