¡Ponte a prueba! 10/2022 (Solución)

¡Ponte a prueba! 10/2022 (Solución)

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Como cada lunes, iniciamos la semana de estudio con la publicación del ¡Ponte a prueba!, el acertijo con el que retamos la competencia literaria de las esforzadas y valiente personas que preparan las pruebas de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y literatura.

Como siempre, ha habido varias personas que han acertado en el impresionante texto que planteábamos el viernes pasado, una de las elegías españolas que más me emociona por su sencillez y hondura poética. 

Y así, Adrián Gómez Acosta señalaba acertadamente su pertenencia al género elegiaco y su época. José Manuel Serrano Valero ha hecho pleno, aún indicando que en las oposiciones hubiera actuado con más cautela (como debe ser) y también ha hecho pleno con total certeza Sara Piélagos Martín. ¡Enhorabuena a todos ellos y ojalá que el día D tengan la misma suerte!

Y es que efectivamente se trataba de la Canción a la muerte de Carlos Félix, de Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) hermoso poema que Lope escribió a la muerte de su pequeño hijo y que incluyó en sus Rimas sacras (1614). 

De Luis Tristán – Web Gallery of Art:   Imagen  Info about artwork, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15398523

Y sin más, nos despedimos hoy deseando una feliz semana de estudio a todos. Saludos y ánimo.

Hijo, pues, de mis ojos, en buen hora
vais a vivir con Dios eternamente
y a gozar de la patria soberana.
¡Cuán lejos, Carlos venturoso, agora
de la impiedad de la ignorante gente
y los sucesos de la vida humana,
sin noche, sin mañana,
sin vejez siempre enferma,
que hasta el sueño fastidia,
sin que la fiera envidia
de la virtud a los umbrales duerma,
del tiempo triunfaréis, porque no alcanza
donde cierran la puerta a la esperanza!

La inteligencia que los orbes mueve
a la celeste máquina divina
dará mil tornos con su hermosa mano,
fuego el León, el Sagitario nieve;
y vos, mirando aquella esencia trina,
ni pasaréis invierno ni verano,
y desde el soberano
lugar que os ha cabido,
los bellísimos ojos,
paces de mis enojos,
humillaréis a vuestro patrio nido,
y si mi llanto vuestra luz divisa,
los dos claveles bañaréis en risa.

Yo os di la mejor patria que yo pude
para nacer, y agora en vuestra muerte,
entre santos dichosa sepultura;
resta que vos roguéis a Dios que mude
mi sentimiento en gozo, de tal suerte
que, a pesar de la sangre que procura
cubrir de noche escura
la luz de esta memoria,
viváis vos en la mía;
que espero que algún día
la que me da dolor me dará gloria,
viendo al partir de aquesta tierra ajena,
que no quedáis adonde todo es pena.