¡Ponte a prueba! 13/2022

¡Ponte a prueba! 13/2022

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Ya nos vamos encaminando al final del trimestre. Para algunas personas, este fin de semana será de correcciones, pues la evaluación se acerca. Pero siempre hay tiempo, aunque sean diez minutos, para situarse en la misma situación en que estaremos el día D enfrentándonos a la prueba de de comentario de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura. Este es el sentido de nuestro ¡Ponte a prueba!: servir como piedra de toque para las esforzadas personas que se consagran a la preparación de las oposiciones.

Hoy traemos un texto que apareció en las oposiciones en 2018. Es un texto bastante conocido y, por tanto, lo ideal no es solo reconocer obra y autoría, sino situar el fragmento funcionalmente. Si no reconocemos el texto, ya sabemos que podemos realizar un buen comentario si explicamos bien su contenido y su forma y analizamos razonadamente su género, época y movimiento literario.

Como siempre, puedes participar escribiendo la solución como un comentario en la página de Facebook de opolengua.com hasta el domingo por la noche. El lunes por la tarde daremos la solución con la lista de acertantes.

Y nada más por hoy. Feliz fin de semana. Saludos y ánimo.

Y a lo que decís, señor, que vuestro hijo no estima mucho la poesía de romance, doime a entender que no anda muy acertado en ello, y la razón es esta: el grande Homero no escribió en latín, porque era griego, ni Virgilio no escribió en griego, porque era latino; en resolución, todos los poetas antiguos escribieron en la lengua que mamaron en la leche, y no fueron a buscar las estranjeras para declarar la alteza de sus conceptos; y siendo esto así, razón sería se estendiese esta costumbre por todas las naciones, y que no se desestimase el poeta alemán porque escribe en su lengua, ni el castellano, ni aun el vizcaíno que escribe en la suya. Pero vuestro hijo, a lo que yo, señor, imagino, no debe de estar mal con la poesía de romance, sino con los poetas que son meros romancistas, sin saber otras lenguas ni otras ciencias que adornen y despierten y ayuden a su natural impulso, y aun en esto puede haber yerro, porque, según es opinión verdadera, el poeta nace: quieren decir que del vientre de su madre el poeta natural sale poeta, y con aquella inclinación que le dio el cielo, sin más estudio ni artificio, compone cosas, que hace verdadero al que dijo: «Est Deus in nobis», etc. También digo que el natural poeta que se ayudare del arte será mucho mejor y se aventajará al poeta que solo por saber el arte quisiere serlo: la razón es porque el arte no se aventaja a la naturaleza, sino perficiónala; así que, mezcladas la naturaleza y el arte, y el arte con la naturaleza, sacarán un perfetísimo poeta. Sea, pues, la conclusión de mi plática, señor hidalgo, que vuesa merced deje caminar a su hijo por donde su estrella le llama, que siendo él tan buen estudiante como debe de ser, y habiendo ya subido felicemente el primer escalón de las ciencias, que es el de las lenguas, con ellas por sí mesmo subirá a la cumbre de las letras humanas, las cuales tan bien parecen en un caballero de capa y espada y así le adornan, honran y engrandecen como las mitras a los obispos o como las garnachas a los peritos jurisconsultos.